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Por Edurne Sarriegui

El estreno del último trabajo de los hermanos Wachoski estaba previsto para julio de 2014 pero fue retrasado hasta febrero de este año por considerar sus autores que necesitaba más efectos especiales.  ¡Y vaya si los añadieron! “El destino de Júpiter / Jupiter ascending” (2015) es una historia de ciencia-ficción intergaláctica en la que se suceden las escenas de acción sin descanso, sea en el espacio sideral o en nuestro sufrido planeta, condenados sus habitantes a un destino fatal del cual son absolutamente ignorantes.

La vida de Júpiter (Mila Kunis), inmigrante rusa en Estados Unidos, está signada por las dificultades y por la tragedia desde antes de nacer. Se gana la vida limpiando casas y convive con su extendida y disfuncional familia. Sin ella saberlo, su código genético la convierte en parte de uno de los linajes más poderosos del universo y en heredera de la Tierra. Este hecho le coloca en la mira de los que pretenden su herencia. Caine (Channing Tatum), un guerrero genéticamente modificado, es uno de los enviados a buscarla. Cuando el guerrero se da cuenta de la condición real de Júpiter entiende cuál es su posición en el universo y su papel en el destino de la Tierra. Si a esto se añade que se enamora de ella entendemos por qué decide cambiar de bando y ayudarle a enfrentar la maldad y la codicia.

La trama posiblemente les sonará, porque ha sido bastante repetida en el género, y con algunas variantes no es demasiado diferente de la de "Terminator".

Los realizadores y guionistas sitúan la acción en la Tierra en su ciudad natal, Chicago. Allí vive la protagonista que deberá oponerse  a una humanidad tecnológicamente avanzada y que utiliza a los habitantes de distintos planetas como bienes de consumo.

En el film se alternan las escenas de acción con larguísimos diálogos que  ponen en antecedentes a la protagonista y a los espectadores de la situación de ella misma y de los habitantes de la tierra.

Lo mejor sin duda es la potencia visual de la película. Los efectos especiales generan secuencias de acción impactantes en las que dominan el vértigo y la velocidad y recrean efectivamente mundos de ciencia-ficción. La banda sonora subraya las situaciones en muchas ocasiones con demasiado énfasis resultando en ciertos momentos atronadora.

Los Wachoski tratan de poner sobre la mesa algunos temas de índole moral o filosófica. El amor y el odio en las familias, la codicia de un capitalismo interestelar, la mentira y el engaño por parte de los poderosos y la preferencia por permanecer en la ignorancia de la gran mayoría aparecen a lo largo de la cinta. Pero los autores no quieren o no pueden darles mayor profundidad. Da la sensación de  que es una película que quiso interesar a diversos públicos pero quedó en un  producto absolutamente predecible y orientado básicamente a conseguir el éxito en la taquilla a través de los fieles al género, que no exigen unos mínimos de originalidad.

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