Ostreicher detalla cómo Sean Penn y Robert Downey Jr. le ayudaron a salir de su "pesadilla boliviana"
- por © Juan Manuel Calvache-NOTICINE.com
Más de un año después de haberse fugado de Bolivia, donde estaba encarcelado tras sufrir una estafa que le dejó en la miseria, el empresario estadounidense Jacob Ostreicher ha contado cómo disfrutó de la solidaridad de figuras de Hollywood que le ayudaron a sobrevivir y respaldaron su huida de las cárceles bolivianas. La dura experiencia y la forma en que salió del país han marcado su vida y ahora sobrevive "gracias a la caridad de algunas estrellas de Hollywood", como es el caso de Sean Penn, su principal benefactor y Robert Downey Jr., el intérprete de “Iron Man” y de filántropos de la comunidad judía en los Estados Unidos, ha contado a la agencia de noticias Associated Press (AP).
Todo empezó con el intento de rescatar una inversión de arrozales en Bolivia que dio paso a una pesadilla en una cárcel y culminó con una fuga tramada con la ayuda del actor Sean Penn. Pero por ahora, la historia de Jacob Ostreicher no tiene un final “made in Hollywood”.
En el año que pasó desde que fue sacado de Bolivia (se rumoreó que con ayuda de la mismísima CIA), al estadounidense de 55 años le ha costado recuperarse de una odisea (tras pasar 18 meses preso, sin cargos) mientras funcionarios corruptos lo extorsionaron y le robaron la inversión. Se arruinó su matrimonio, se quedó sin un centavo y casi se volvió loco.
"Hay días en los que no funciono", declaró Ostreicher en una serie de conversaciones telefónicas con AP, que son las primeras con la prensa desde su rescate. "Es duro empezar una nueva vida", ha dicho antes de relatar la participación decisiva del astro Sean Penn en el final de su pesadilla: "Sean es el responsable de haberme salvado la vida. Es mucho más que un amigo".
Jacob Ostreicher vive en la actualidad solo en Los Ángeles, está desempleado y no ha recuperado su vida normal ni su matrimonio, que se vino abajo durante su epopeya en Bolivia y tras los problemas legales y económicos que vivió.
Ostreicher, judío ortodoxo, había despertado el interés del Aleph Institute, una fundación que ayuda a los judíos encarcelados. La organización con sede en Florida le pidió a Mark Wahlberg que hablase con Penn, una figura conocida por su compromiso social, su trabajo para ayudar a Haití después del terremoto de hace cinco años y su estrecha relación con varios líderes de izquierda de América Latina. El actor y director, aunque públicamente no ejerce esa religión, es nieto de inmigrantes judíos de la Europa del Este.
Penn se convenció de que Ostreicher había sido encarcelado injustamente a mediados del 2011 para que funcionarios corruptos pudiesen robarse una operación arrocera de 25 millones de dólares en la que él era un inversionista menor. Se lo acusó de lavado de dinero, pero nunca se presentó evidencia alguna. El actor intercedió por él ante el presidente del país, Evo Morales, con el apoyo de sus contactos venezolanos (Penn fue gran amigo personal del presidente Hugo Chávez), pero sólo consiguió que lo trasladaran a una cárcel mejor y luego -cuando el astro de Hollywood alentó una investigación privada que abortó la trama corrupta que provocó su encarcelamiento- a una clínica, donde estuvo vigilado por agentes venezolanos para protegerlo de represalias de la banda.
Ni Penn ni Ostreicher hablaron de la fuga en detalle, aunque Ostreicher admitió que su hermano mayor, Aaron, financió la operación y que hizo un viaje muy tenso de Santa Cruz a Bolivia, sentado cerca del jefe de la policía boliviana y rezando para que no lo reconociese a pesar de que estaba disfrazado. Bolivia ha dicho que la fuga estuvo planeada por la CIA, algo que Ostreicher niega. Solo dijo que participaron "profesionales" que no identificó.
Sean Penn fue la persona que lo recibió en el aeropuerto de Los Ángeles cuando logró escapar de Bolivia, lo alojó en su apartamento durante las primeras semanas y lo animó a seguir adelante. La familia de Penn contribuyó en el apoyo emocional a Ostreicher en aquellos días, relata en la entrevista. Pero incluso, cuando el exprisionero le confesó que quisiera encontrar "a una persona que lo tuvo todo y lo perdió, para que me diese una razón para despertarme todos los días", decidió llamar a su amigo Robert Downey Jr., quien por su adicción a las drogas también estuvo en la cárcel, pero fue capaz de recuperarse y hoy es el actor mejor pagado de EEUU. El actor y productor se unió así al grupo solidario y aparte de hablar con él le envió ropas y regalos.
El actor y director, que se ha hecho muy amigo de Javier Bardem tras dos películas juntos, sigue mientras su compromiso con las causas progresistas en el mundo. Recientemente ha manifestado su intención de reflejar en un documental el fenómeno politico español provocado por Podemos, el partido del que Pablo Iglesias es secretario general y que se ha convertido en cuestión de meses en seria alternativa de gobierno frente al PP y PSOE. Aunque todavía hay muchos detalles por concretar, ha trascendido que la intención del cineasta es filmar el documental durante este año -con varias citas electorales en España-, siguiendo la evolución de Podemos y recogiendo testimonios de las principales voces del partido.
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Todo empezó con el intento de rescatar una inversión de arrozales en Bolivia que dio paso a una pesadilla en una cárcel y culminó con una fuga tramada con la ayuda del actor Sean Penn. Pero por ahora, la historia de Jacob Ostreicher no tiene un final “made in Hollywood”.
En el año que pasó desde que fue sacado de Bolivia (se rumoreó que con ayuda de la mismísima CIA), al estadounidense de 55 años le ha costado recuperarse de una odisea (tras pasar 18 meses preso, sin cargos) mientras funcionarios corruptos lo extorsionaron y le robaron la inversión. Se arruinó su matrimonio, se quedó sin un centavo y casi se volvió loco.
"Hay días en los que no funciono", declaró Ostreicher en una serie de conversaciones telefónicas con AP, que son las primeras con la prensa desde su rescate. "Es duro empezar una nueva vida", ha dicho antes de relatar la participación decisiva del astro Sean Penn en el final de su pesadilla: "Sean es el responsable de haberme salvado la vida. Es mucho más que un amigo".
Jacob Ostreicher vive en la actualidad solo en Los Ángeles, está desempleado y no ha recuperado su vida normal ni su matrimonio, que se vino abajo durante su epopeya en Bolivia y tras los problemas legales y económicos que vivió.
Ostreicher, judío ortodoxo, había despertado el interés del Aleph Institute, una fundación que ayuda a los judíos encarcelados. La organización con sede en Florida le pidió a Mark Wahlberg que hablase con Penn, una figura conocida por su compromiso social, su trabajo para ayudar a Haití después del terremoto de hace cinco años y su estrecha relación con varios líderes de izquierda de América Latina. El actor y director, aunque públicamente no ejerce esa religión, es nieto de inmigrantes judíos de la Europa del Este.
Penn se convenció de que Ostreicher había sido encarcelado injustamente a mediados del 2011 para que funcionarios corruptos pudiesen robarse una operación arrocera de 25 millones de dólares en la que él era un inversionista menor. Se lo acusó de lavado de dinero, pero nunca se presentó evidencia alguna. El actor intercedió por él ante el presidente del país, Evo Morales, con el apoyo de sus contactos venezolanos (Penn fue gran amigo personal del presidente Hugo Chávez), pero sólo consiguió que lo trasladaran a una cárcel mejor y luego -cuando el astro de Hollywood alentó una investigación privada que abortó la trama corrupta que provocó su encarcelamiento- a una clínica, donde estuvo vigilado por agentes venezolanos para protegerlo de represalias de la banda.
Ni Penn ni Ostreicher hablaron de la fuga en detalle, aunque Ostreicher admitió que su hermano mayor, Aaron, financió la operación y que hizo un viaje muy tenso de Santa Cruz a Bolivia, sentado cerca del jefe de la policía boliviana y rezando para que no lo reconociese a pesar de que estaba disfrazado. Bolivia ha dicho que la fuga estuvo planeada por la CIA, algo que Ostreicher niega. Solo dijo que participaron "profesionales" que no identificó.
Sean Penn fue la persona que lo recibió en el aeropuerto de Los Ángeles cuando logró escapar de Bolivia, lo alojó en su apartamento durante las primeras semanas y lo animó a seguir adelante. La familia de Penn contribuyó en el apoyo emocional a Ostreicher en aquellos días, relata en la entrevista. Pero incluso, cuando el exprisionero le confesó que quisiera encontrar "a una persona que lo tuvo todo y lo perdió, para que me diese una razón para despertarme todos los días", decidió llamar a su amigo Robert Downey Jr., quien por su adicción a las drogas también estuvo en la cárcel, pero fue capaz de recuperarse y hoy es el actor mejor pagado de EEUU. El actor y productor se unió así al grupo solidario y aparte de hablar con él le envió ropas y regalos.
El actor y director, que se ha hecho muy amigo de Javier Bardem tras dos películas juntos, sigue mientras su compromiso con las causas progresistas en el mundo. Recientemente ha manifestado su intención de reflejar en un documental el fenómeno politico español provocado por Podemos, el partido del que Pablo Iglesias es secretario general y que se ha convertido en cuestión de meses en seria alternativa de gobierno frente al PP y PSOE. Aunque todavía hay muchos detalles por concretar, ha trascendido que la intención del cineasta es filmar el documental durante este año -con varias citas electorales en España-, siguiendo la evolución de Podemos y recogiendo testimonios de las principales voces del partido.
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