Ethan Hawke encarnará al atormentado trompetista Chet Baker
- por © José A. Vélez-NOTICINE.com
El actor estadounidense Ethan Hawke es el encargado de interpretar al mítico músico -y cantante- de jazz Chet Baker en su biopic, "Born To Be Blue". La película ha comenzado su rodaje en Ontario (Canadá) de la mano del director Robert Budreau. En el reparto podemos encontrar entre otros a Carmen Ejogo ("Anarquía: La Noche de Las Bestias / The Purge: Anarchy / 12 Horas Para Sobrevivir") y Callum Keuth Rennie ("50 sombras de Grey / Fifty Shades of Grey"). La historia se centra en la última etapa de este artista, cuya vida repleta de excesos, amarguras, soledad y drogas le llevó a un trágico final, el suicidio.
La vida de Chet Baker, uno de los más carismáticos y conocidos jazzmen blancos, como la de otras significativas figuras del género, estuvo condicionada por su adicción a la heroína, que se inició cuando empezó a triunfar, en los años 50, y que le costó temporadas en la cárcel, deportaciones de varios países, y algún diente que otro en peleas.
Tras una larga rehabilitación a base de metadona, con el apoyo de su colega Dizzy Gillespie, Baker regresa a los escenarios en 1973 en un importante club neoyorquino tocando al año siguiente junto con Gerry Mulligan en el Carnegie Hall. Estas dos actuaciones le devuelven a la popularidad y a mediados de los setenta inicia una gira por Europa, compaginándola con actuaciones en EEUU e incluso en Japón. En el año 1983 ofreció un concierto junto al legendario Elvis Costello. Finalmente en 1988 muere al caer por la ventana en un hotel de Amsterdam tras haber consumido heroína y cocaína.
Los personajes turbulentos siempre han sido un atractivo para el mundo del cine y este chico malo del jazz no iba a ser menos. Sus largos periodos en prisión, su adicción a la heroína y sus tumultos callejeros atrajeron a varios directores para llevar su vida a la gran pantalla. En 1960 Michael Anderson dirige "All the Fine Young Cannibals" inspirada en la vida del tompetista y cuyo título dio nombre años después a la formación musical "Fine Young Cannibals". En el año 1987 un año antes de la muerte de Baker el director de cine Bruce Weber decide rodar "Let’s Get Lost ", un documental sobre este músico atormentado y que nunca pudo llegar a ver, ya que falleció mientras el director estaba terminando el montaje. El film se estrena en 1988 y consigue una nominación a los Oscar. Finalmente el propio Robert Budreau ya realizó en 2009 el corto "The Deaths of Chet Baker", basado en la muerte del artista.
Varias biopics de estrellas del jazz con problemas de adicciones han sido llevadas a la gran pantalla con excelentes resultados como ocurrió con "Bird", dirigida por Clint Eastwood en 1988 y en la cual se narraba la vida del saxofonista Charlie Parker. O el caso de "Ray", de Taylor Hackford, donde se narra la vida del pianista y cantante Ray Charles, magistralmente interpretado por el actor Jamie Foxx.
La presencia del dos veces nominado al Oscar Ethan Hawke interpretando al único hombre blanco que apadrinó Charlie Parker y su atormentada vida son suficiente reclamo para que esta película pueda convertirse en una de las biopics más esperadas del próximo año que es cuando está previsto que se estrene en cines.
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La vida de Chet Baker, uno de los más carismáticos y conocidos jazzmen blancos, como la de otras significativas figuras del género, estuvo condicionada por su adicción a la heroína, que se inició cuando empezó a triunfar, en los años 50, y que le costó temporadas en la cárcel, deportaciones de varios países, y algún diente que otro en peleas.
Tras una larga rehabilitación a base de metadona, con el apoyo de su colega Dizzy Gillespie, Baker regresa a los escenarios en 1973 en un importante club neoyorquino tocando al año siguiente junto con Gerry Mulligan en el Carnegie Hall. Estas dos actuaciones le devuelven a la popularidad y a mediados de los setenta inicia una gira por Europa, compaginándola con actuaciones en EEUU e incluso en Japón. En el año 1983 ofreció un concierto junto al legendario Elvis Costello. Finalmente en 1988 muere al caer por la ventana en un hotel de Amsterdam tras haber consumido heroína y cocaína.
Los personajes turbulentos siempre han sido un atractivo para el mundo del cine y este chico malo del jazz no iba a ser menos. Sus largos periodos en prisión, su adicción a la heroína y sus tumultos callejeros atrajeron a varios directores para llevar su vida a la gran pantalla. En 1960 Michael Anderson dirige "All the Fine Young Cannibals" inspirada en la vida del tompetista y cuyo título dio nombre años después a la formación musical "Fine Young Cannibals". En el año 1987 un año antes de la muerte de Baker el director de cine Bruce Weber decide rodar "Let’s Get Lost ", un documental sobre este músico atormentado y que nunca pudo llegar a ver, ya que falleció mientras el director estaba terminando el montaje. El film se estrena en 1988 y consigue una nominación a los Oscar. Finalmente el propio Robert Budreau ya realizó en 2009 el corto "The Deaths of Chet Baker", basado en la muerte del artista.
Varias biopics de estrellas del jazz con problemas de adicciones han sido llevadas a la gran pantalla con excelentes resultados como ocurrió con "Bird", dirigida por Clint Eastwood en 1988 y en la cual se narraba la vida del saxofonista Charlie Parker. O el caso de "Ray", de Taylor Hackford, donde se narra la vida del pianista y cantante Ray Charles, magistralmente interpretado por el actor Jamie Foxx.
La presencia del dos veces nominado al Oscar Ethan Hawke interpretando al único hombre blanco que apadrinó Charlie Parker y su atormentada vida son suficiente reclamo para que esta película pueda convertirse en una de las biopics más esperadas del próximo año que es cuando está previsto que se estrene en cines.
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