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La eterna lucha entre la libertad del autor para llevar a cabo su obra y la intromisión de aquellos que pagan la factura, se ha plasmado de nuevo con la película "Dying of the Light", cuyo guionista y director, Paul Schrader, conoce ya la hiel de los productores que -ellos sí- poseen el "final cut". La película del experimentado cineasta estadounidense le fue -según sus palabras- arrebatada por los productores, que la remontaron, cambiaron la música y modificaron el sonido, de manera que su visión de su obra, no tiene nada que ver con el resultado final de la misma, que se estrenará el mes próximo. Los protagonistas y el productor ejecutivo, le apoyan.

Es una lástima, porque la producción no podía tener mejor pinta. Protagonizada por Nicolas Cage, producida por Nicolas Winding Refn ("Drive"), y escrita y dirigida por el mismo Schrader, "Dying of the Light" trata sobre un agente de la CIA veterano, que vuelve a la acción para cumplir una venganza personal.

El cineasta no se encuentra solo en esta batalla contra la productora independiente Grindstone, que rechazó el montaje de la historia de venganza, por otro más convencional y comercial, sino que le acompañan el resto de la parte artística del proyecto. Tanto los protagonistas Nicolas Cage y Anton Yelchin como el productor ejecutivo Nicolas Winding Refn (quien durante un tiempo estuvo a punto de dirigir el guión) se han puesto del lado del cineasta y secundan la curiosa campaña que ha iniciado el director.

Esta consiste en la publicación en Facebook de un mosaico fotográfico en la que se ve a a Nicolas Cage, Anton Yelchin, Nicolas Winding Refn y Paul Schrader con una camiseta negra en la que se lee la cláusula de no descrédito que suelen incluir los contratos cinematográficos. Este epígrafe otorga a los dueños de la película el derecho a demandar al artista si consideran que algunas de sus declaraciones sobre el film lo desacreditan. De esta sutil, manera el equipo artístico de la película dejan clara su postura sin correr el riesgo de sufrir una demanda.

La versión de los productores es muy distinta. Según declaraciones a Variety, el productor Gary Hirsch ha declarado: "Hicimos sugerencias que Paul no aprobaba y, por lo tanto, se negó a efectuar los cambios que queríamos, a pesar de que esos cambios iban muy en la línea del guión que él había escrito y filmado". Así mismo otro de los productores, Tood Williams, añadía: "El montaje de Paul se desviaba sustancialmente de su propio guión. Era una película completamente distinta de la que había sido aprobada, había sido hablada y había sido rodada".

A pesar de que ya se ha hecho público el trailer, y de que la película está pendiente de estreno el próximo 5 de diciembre en EE UU, no parece probable que el resultado final se ajuste al que tenía en mente Paul Schrader y su equipo.

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