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19-XII-03

Tras pequeños personajes en films más o menos independientes, a veces para hacer un favor a un amigo como George Clooney y otras en repartos corales, Julia Roberts vuelve al protagonismo estelar con "Mona Lisa smile", en la que incorpora a una nueva profesora de historia del arte cuya mentalidad feminista y librepensadora choca con la rigidez conservadora del elitista Wellesley College, durante los años 50. Muchos creen que este drama estudiantil, al que maliciosamente llaman "El club de las amas de casa muertas" (aludiendo a sus similitudes con "El club de los poetas muertos", que protagonizó Robin Williams), no va a significar el gran éxito que Julia espera desde "Erin Brockovich", en otras cosas por la fecha elegida de estreno: el mismo fin de semana en que "El señor de los anillos: El retorno del rey" arrasará en las taquillas.

"La sonrisa de la Mona Lisa", coproducida por la propia Roberts, ha sido realizada por el británico Mike Newell ("Cuatro bodas y un funeral"), y la coprotagonizan Marcia Gay Harden, Julia Stiles, Kirsten Dunst, Maggie Gyllenhaal y Ginnifer Goodwin. "Esta película -dijo recientemente Julia Roberts al presentar la cinta- habla de la lucha del individuo, hombre o mujer. Cada quien busca encontrar su propio lugar en la vida, donde pueda servir mejor y estar en su mejor nivel", y añadía que el proceso de la liberación de la mujer, popularizado en los años 60 y 70, tuvo su primer punto originario una década antes, cuando el machismo conservador y tradicional se enfrentó a la libre iniciativa de las mujeres que alcanzaba una nueva posición intelectual y social.

Con un "caché" actual de 20 millones, a los 36 años, la georgiana Julia Roberts se ha vuelto muy exigente. "Después de "Pretty woman", sentí que muchos de los guiones que leía no eran realmente interesante, sino aburridos y mal escritos", afirma la actriz. No obstante, matiza: "He podido tener muchas grandes oportunidades en mi carrera y he podido construirlas sobre un largo período. Soy muy afortunada y puedo realmente dedicarme a mi familia".

Tras "Erin Brockovich", vimos a Julia en una serie de cintas donde el protagonismo lo tenían otros, muchas veces hombres, como "The mexican", "Ocean's eleven", "Full frontal", "La pareja del año" o "Confesiones de una mente peligrosa". Hay quien dice que esa menor presión profesional tiene que ver con un deseo de centrarse más en su vida privada, tras casarse con el cámara Danny Moder (quien por cierto se encarga de la fotografía de "Mona Lisa smile").

"No siento -afirma la estrella norteamericana- la presión de probarme nada a mí misma, pero sí la presión que debo ejercer sobre mí para hacer un buen trabajo e impresionar a la gente que trabaja conmigo. Creo que lo mejor que puedes esperar respecto de esas personas a las que admiras, respetas o te gustan es precisamente impresionarlas y hasta si se puede deslumbrarlas de alguna manera".