Reportaje: El éxito del cine confesional genera una nueva fe en Hollywood
- por © Alejandro Chacón-NOTICINE.com
Muchos han dicho a lo largo de la historia que en la Meca del Cine, el billete verde era el único Dios verdadero. Después de una cierta tregua, el cine de Hollywood vuelve a la carga con un tipo de historias devotas, que ya se consideraban extintas, dignas de tiempos pasados y que solo vivían en el recuerdo de generaciones que enmarcadas en una época donde el cine de espectáculo trataba temas menos banales que los actuales y que además de ser grandes éxitos de taquilla, servían a unos intereses superiores. Estamos hablando del cine religioso. Y es que en los últimos años la tendencia hacía este género se está volviendo más acusada, amparada por unos costes en algunos casos no muy excelsos, que por otra parte son fácilmente recuperables por la complicidad de las comunidades de creyentes cristianos.
Si nos centramos en el año que nos ocupa, la oferta religiosa es más que reseñable, además de estar centrada en su periodo de mayor rendimiento, la Semana Santa. La última en sumarse al carro es el drama cristiano “Heaven is for real”, una película basada en un bestseller escrito por Todd Burpo en 2010 que llevaba el mismo nombre. La cinta cuenta la historia del hijo del propio autor, un niño de 4 años de edad que tiene una experiencia cercana a la muerte. El libro ha conseguido vender más de 10 millones de copias y recientemente ha vuelto a la lista de los más vendidos.
El film, producido por Columbia Pictures, de la que DeVon Franklin, un religioso ordenado, es el productor ejecutivo senior, pretende sumarse al éxito de otras propuestas con temática similar. En palabras de Franklin, "Mi esperanza es que va a apelar al mismo grupo demográfico del libro, que estaba en la corriente principal […] (la historia) realmente tuvo un fuerte seguimiento basado en la fe". “Heaven is for real” se estrenará este miércoles en 2500 salas de Estados Unidos. La dirección corre a cargo de Randall Wallace que también coescribe el guion y el papel protagonista recae en Greg Kinnear. La película ha contado con una agresiva campaña de marketing en su país que espera que de sus frutos en taquilla, aprovechando su tirón durante esta semana y hasta el domingo de resurrección.
Aunque el caso de la cinta de Wallace se puede considerar algo extremista, a consecuencia de su campaña y la implicación de personas que forman parte activa del mundo cristiano, es cierto que la tendencia y vuelta hacia el cine religioso es un hecho. Si bien siempre ha existido un amplio mercado en forma de tv-movies e historias comercializadas directamente en formato doméstico, el cine parece haber tomado el camino de antaño estrenando películas como "God’s not dead" o "Son of God", que es el resultado del remontaje de la exitosa serie "La Biblia", ambas con grandes ingresos en taquilla a cambio de un muy bajo coste. Lo que ha hecho poner el foco de los productores en esta temática cinematográfica. Así, la épica cristiana parece estar de vuelta, como por ejemplo con la nueva película de Darren Aronofsky, "Noé / Noah" que si bien ha tenido un éxito moderado en su país de origen, ha sido capaz de generar beneficios en otros mercados extranjeros.
Pero la vida del profeta que sobrevivió al diluvio no es una excepción, ya que Ridley Scott tiene pendiente de estreno "Exodus", una nueva versión del pasaje del Antiguo Testamento protagonizado por Moisés, que en este caso ha sido encarnado por Christian Bale y que ha sido rodada en parte en Almería, España.
Esta nueva tendencia recuerda a la edad de oro del género. Películas que mezclaban el espectáculo, los grandes presupuestos y que se convertían en éxitos instantáneos gracias a su buena factura y al baile de formatos, como el Cinerama o el Panavisión, que acrecentaban el atractivo de obras maestras del género que como “Ben-Hur” de William Wyler, protagonizada por Charlton Heston y que tiene una de las secuencias clave del cine, la carrera de cuadrigas.
Pero si tenemos que hablar de un maestro en adaptaciones bíblicas ese es Cecil B. DeMille. Entre otras destacan “Sansón y Dalila / Samson and Delilah” o “Rey de reyes / King of kings” aunque su gran logro fue “Los Diez Mandamientos / The Ten Commandments” también protagonizada por Charlton Heston y que gozaba de unos efectos especiales deslumbrantes en su época. Siendo esta posiblemente la mejor épica bíblica de todos los tiempos. No era la primera vez que el director narraba la salida de los judíos de Egipto. El propio DeMille rodó una versión muda unos treinta años antes que tampoco se quedaba atrás en espectacularidad. El realizador estadounidense era un ferviente defensor de la religión católica y fue uno de los cineastas más interesados en llevar pasajes de La Biblia a la gran pantalla.
Todos estos títulos y muchos otros han quedado grabados en el inconsciente colectivo de más de una generación de latinoamericanos y españoles, ya que en sus países la Semana Santa se vive con especial fervor. Aunque con el paso de los años las celebraciones se han ido suavizando, los más maduros recordaran aquellas tardes de jueves, viernes sábado y domingo santos donde el país se paralizaba, y los contenidos culturales eran tomados por la religión. De esta manera en la radio la música era eclesiástica y las programaciones de cine y televisión estaban dedicadas en exclusiva a historias católicas. Así, las citadas anteriormente eran repuestas todos los años junto con las nuevas versiones que iban apareciendo. Además de la celebración religiosa este extremismo venía motivado como una estrategia de propaganda para conseguir que todo un país siguiese manteniendo las costumbres religiosas heredadas del Medievo, perpetuando de esta manera el poder de la Iglesia Católica.
Aunque afortunadamente el ambiente de estas fechas ya no se asemeja al de tiempos pasados, si que se pueden ver todavía en televisión clásicos del género. Independientemente de la creencia religiosa de cada uno, es una oportunidad de ver algunas obras maestras del cine, sobre todo para aquellas generaciones más jóvenes. Y el estreno de nuevas versiones quizá nos traiga una nueva época dorada de la materia.
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Si nos centramos en el año que nos ocupa, la oferta religiosa es más que reseñable, además de estar centrada en su periodo de mayor rendimiento, la Semana Santa. La última en sumarse al carro es el drama cristiano “Heaven is for real”, una película basada en un bestseller escrito por Todd Burpo en 2010 que llevaba el mismo nombre. La cinta cuenta la historia del hijo del propio autor, un niño de 4 años de edad que tiene una experiencia cercana a la muerte. El libro ha conseguido vender más de 10 millones de copias y recientemente ha vuelto a la lista de los más vendidos.
El film, producido por Columbia Pictures, de la que DeVon Franklin, un religioso ordenado, es el productor ejecutivo senior, pretende sumarse al éxito de otras propuestas con temática similar. En palabras de Franklin, "Mi esperanza es que va a apelar al mismo grupo demográfico del libro, que estaba en la corriente principal […] (la historia) realmente tuvo un fuerte seguimiento basado en la fe". “Heaven is for real” se estrenará este miércoles en 2500 salas de Estados Unidos. La dirección corre a cargo de Randall Wallace que también coescribe el guion y el papel protagonista recae en Greg Kinnear. La película ha contado con una agresiva campaña de marketing en su país que espera que de sus frutos en taquilla, aprovechando su tirón durante esta semana y hasta el domingo de resurrección.
Aunque el caso de la cinta de Wallace se puede considerar algo extremista, a consecuencia de su campaña y la implicación de personas que forman parte activa del mundo cristiano, es cierto que la tendencia y vuelta hacia el cine religioso es un hecho. Si bien siempre ha existido un amplio mercado en forma de tv-movies e historias comercializadas directamente en formato doméstico, el cine parece haber tomado el camino de antaño estrenando películas como "God’s not dead" o "Son of God", que es el resultado del remontaje de la exitosa serie "La Biblia", ambas con grandes ingresos en taquilla a cambio de un muy bajo coste. Lo que ha hecho poner el foco de los productores en esta temática cinematográfica. Así, la épica cristiana parece estar de vuelta, como por ejemplo con la nueva película de Darren Aronofsky, "Noé / Noah" que si bien ha tenido un éxito moderado en su país de origen, ha sido capaz de generar beneficios en otros mercados extranjeros.
Pero la vida del profeta que sobrevivió al diluvio no es una excepción, ya que Ridley Scott tiene pendiente de estreno "Exodus", una nueva versión del pasaje del Antiguo Testamento protagonizado por Moisés, que en este caso ha sido encarnado por Christian Bale y que ha sido rodada en parte en Almería, España.
Esta nueva tendencia recuerda a la edad de oro del género. Películas que mezclaban el espectáculo, los grandes presupuestos y que se convertían en éxitos instantáneos gracias a su buena factura y al baile de formatos, como el Cinerama o el Panavisión, que acrecentaban el atractivo de obras maestras del género que como “Ben-Hur” de William Wyler, protagonizada por Charlton Heston y que tiene una de las secuencias clave del cine, la carrera de cuadrigas.
Pero si tenemos que hablar de un maestro en adaptaciones bíblicas ese es Cecil B. DeMille. Entre otras destacan “Sansón y Dalila / Samson and Delilah” o “Rey de reyes / King of kings” aunque su gran logro fue “Los Diez Mandamientos / The Ten Commandments” también protagonizada por Charlton Heston y que gozaba de unos efectos especiales deslumbrantes en su época. Siendo esta posiblemente la mejor épica bíblica de todos los tiempos. No era la primera vez que el director narraba la salida de los judíos de Egipto. El propio DeMille rodó una versión muda unos treinta años antes que tampoco se quedaba atrás en espectacularidad. El realizador estadounidense era un ferviente defensor de la religión católica y fue uno de los cineastas más interesados en llevar pasajes de La Biblia a la gran pantalla.
Todos estos títulos y muchos otros han quedado grabados en el inconsciente colectivo de más de una generación de latinoamericanos y españoles, ya que en sus países la Semana Santa se vive con especial fervor. Aunque con el paso de los años las celebraciones se han ido suavizando, los más maduros recordaran aquellas tardes de jueves, viernes sábado y domingo santos donde el país se paralizaba, y los contenidos culturales eran tomados por la religión. De esta manera en la radio la música era eclesiástica y las programaciones de cine y televisión estaban dedicadas en exclusiva a historias católicas. Así, las citadas anteriormente eran repuestas todos los años junto con las nuevas versiones que iban apareciendo. Además de la celebración religiosa este extremismo venía motivado como una estrategia de propaganda para conseguir que todo un país siguiese manteniendo las costumbres religiosas heredadas del Medievo, perpetuando de esta manera el poder de la Iglesia Católica.
Aunque afortunadamente el ambiente de estas fechas ya no se asemeja al de tiempos pasados, si que se pueden ver todavía en televisión clásicos del género. Independientemente de la creencia religiosa de cada uno, es una oportunidad de ver algunas obras maestras del cine, sobre todo para aquellas generaciones más jóvenes. Y el estreno de nuevas versiones quizá nos traiga una nueva época dorada de la materia.
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