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Hay actrices con una mentalidad suficientemente liberal como para aceptar desnudos totales o parciales, y otras que se niegan en redondo -al menos durante ciertos periodos de su vida- (por ejemplo Salma Hayek o Penélope Cruz). Sin embargo, también existe un tercer grupo, el de las razonables. Son las que no se sienten muy dispuestas a la labor, pero están abiertas a una negociación en la que a cambio de una prima a la altura de las circunstancias pueden reconsiderar su postura. La hermosísima mulata Halle Berry pertenece a estas últimas, y no dudamos que merece el medio millón de dólares que ha recibido como "gratificación suplementaria" por mostrar sus pechos en "Swordfish", la nueva película de John Travolta que se estrena en junio.

Ha sido el director de la cinta, Dominic Sena ("Kalifornia", "60 segundos") quien lo ha contado al New York Daily News. Su primera elección para el papel era otro morena -de pelo, más que de piel, Bridget Moynahan, vista en "Coyote ugly", pero como ésta estaba ocupada con otro proyecto, el papel acabó en manos de Halle Berry, una de las actrices que la revista People incluye en los últimos años en su lista de las personas más atractivas del mundo.

Berry, al ver el guión, no estuvo muy de acuerdo con una secuencia en la que, tomando el sol, debía quitarse la parte superior del bikini, pero se mostró mucho más receptiva cuando la Warner quiso compensarle con 250.000 dólares por cada una de sus "joyas". Al final, la bella actriz ha conseguido dos millones y medio de dólares por su interpretación, el sueldo mayor que logra hasta la fecha.

"Swordfish" es la historia de un agente de la CIA con tendencias psicopáticas (Travolta), que utiliza a su chica (Berry) para seducir y convencer a un hábil "hacker", recién excarcelado (Hugh Jackman, que ya coincidió con Berry en "X-men") con el fin de que les ayude a obtener 9 billones de dólares de cuentas gubernamentales.