Crítica: "La mirada del amor", no hay duelo sin reproche

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Ed Harris y Annette Bening, en 'The face of love'


Por Eduardo Larrocha

La dificultad de superar una pérdida inesperada, el paso hacia un tiempo cercano que sitúa a los personajes  al borde del precipicio de la no-existencia y el arquetipo del doble, vivido como segunda oportunidad: son los principales ingredientes de "La mirada del amor / The Face of Love". Por lo menos  entretiene este melodrama con algún chispazo de comedia que transita en el territorio de la ambigüedad. Eso sí, como ocurre frecuentemente con el cine de Hollywod, repite alguna que otra idea por si uno, sufrido espectador, aún no se ha enterado.

Por ejemplo sabemos por activa, pasiva y reflexiva  que la viuda acudía con cierta asiduidad, junto a su marido, al Museo de Arte de los Ángeles. Idea ésta que nos cuenta de tres maneras distintas en menos de quince minutos. Como en el reciente estreno de Sofía Coppola, "The bling ring", el entorno social en el que habitan los jóvenes delincuentes y las estrellas admiradas es un alto "standing" inasequible para la mayoría.

Lo más valioso de esta producción que viene de Estados Unidos es la  química entre los personajes principales. Los dos extraordinarios intérpretes -Annette Bening y Ed Harris- hacen casi creíble la extraña y hasta siniestra coincidencia  de que el actor interprete al marido de la protagonista y a la vez a su doble. Ciertamente hay que hacer un acto de fe para creer que tal caso pueda darse. Algo parecido ocurría en "La doble vida de Verónica", de Kieslowsky,  con Irene Jacob en París y en Varsovia.

El hecho que da soporte al relato parece inverosímil, pero Annette Bening asegura que el director, Arie Posin,  cuando le ofreció el papel, le contó que la historia está sacada de  un acontecimiento de la vida de su propia madre. El realizador y coguionista de "La mirada del amor"–antes rodó  "Historia de un secuestro"- es  hijo de cineasta de origen judío, nacido en Canadá y radicado en Estados Unidos. En cuanto a los demás  intérpretes, en un papel secundario de contrapunto emocional, Robin Williams aparece menos histriónico de lo habitual. Junto a él, Amy Brenneman, a la que conocemos desde su intervención en "Heat" hace ya más de 10 años.       

De entre los muertos parece que surgiera el nuevo amor de Nikki en clara referencia a "Vértigo" ¡insuperable Hitchcock! "La mirada del amor / The Face of Love" evoca, sin reparos, "Nostalgia" aquella película de culto de Tarkowsky. Demasiada pretensión para un cine sugerente en la forma, pero vagamente inverosímil. Estas son referencias explícitas. Pero  podemos adivinar la influencia de los cuadros de David Hockney. Tom, la pareja de Nikki, es maestro de pintores y el marido arquitecto ha construido en su casa  una de esas piscinas que confieren a las mansiones de Los Ángeles ese aspecto de quietud plástica, algo siniestra e inquietante frente a un mar embravecido, poderoso y amenazante.

Después de su estreno en el Festival de Toronto, "La mirada del amor" tuvo su "première" europea en la sección Perlas del Festival de San Sebastián. Llega este fin de semana a las salas españolas pletóricas y expectantes  tras el éxito reciente de la Fiesta del cine. Esta producción americana tendrá su público entre quienes aunque a la crítica no le haya entusiasmado eligen un drama romántico.