Schwarzenegger: Símbolo de fortaleza física y dudosa contención sexual, al frente del gobierno californiano
- por © Redacción-NOTICINE.com
8-X-03
Como en la segunda y tercera parte de "Terminator", la batalla fue larga y "Terminator" acabó algo deteriorado, pero la victoria es suya. Arnold Schwarzenegger consiguió por no muy alto margen un triunfo electoral en el referendum revocatorio de este martes, que le convierte en flamante gobernador de California, el estado más poblado y auténtico motor económico de la Unión. Un 55 % de los californianos optaron por destituir al hasta ahora gobernador demócrata, Gray Davis, frente al 45% que querían mantenerle en el puesto. Aunque el complicado sistema electoral y los muchos votos por correo no permitirán la existencia de resultados oficiales hasta dentro de varias semanas, los primeros datos hablan de que el actor austríaco nacionalizado norteamericano habría sido el más votado entre los 135 candidatos a suceder a Davis, con cerca del 50% de los sufragios.
A su contrincante y de nuevo vicegobernador del estado, el demócrata Cruz Bustamante, se le atribuye un 30% de votos. Para este partido se trata de una derrota histórica, ya que California fue casi siempre un feudo del liberalismo norteamericano. Arnold Schwarzenegger, de 56 años, pasa por ser un repúblicano centrista, lejos de las posturas más conservadoras de su partido.
El actor tuvo que enfrentarse en la recta final de la campaña electoral con "armas contundentes" de sus enemigos, como las acusaciones de haber simpatizado con los nazis en su juventud (su padre ya es sabido que militó en una organización hitleriana), y de ser un auténtico "pulpo" con las mujeres. 16 de ellas testimoniaron en los últimos días acosos, insinuaciones y tocamientos por parte de Arnie durante su trabajo en los platós y sets de rodaje.
La victoria en el referendum-elección, donde participó un número record de californianos, más de 15 millones, coloca a Schwarzenegger en el palacio del gobernador en Sacramento, y le aleja al menos por un tiempo de la gran pantalla. Para algunos, esta iniciativa del austríaco ex Mister Universo puede parecer algo surrealista (¿No lo fue bastante más la elección de otro actor -pésimo- para la Casa Blanca, el ultraconservador Ronald Reagan?), pero se trata de uno más de los objetivos vitales sorprendentemente ambiciosos que se ha planteado en su vida.
Nacido el 30 de julio de 1947 en la pequeña ciudad austriaca de Graz, Arnie ha conseguido casi todo lo que se ha propuesto a lo largo de su medio siglo largo de existencia: tener un cuerpo de culturista, ser millonario y actor, haciendo realidad el cacareado "sueño americano", aprender inglés, casarse con una miembro de la llamada "familia real americana", Maria Shriver, emparentada con los Kennedy, ser famoso con un apellido impronunciable, entrar en política... y ahora ser gobernador de California. "Yo sabía que era un ganador -dejó escrito en un libro autobiográfico hace algo más de 15 años-. Sabía que estaba destinado a grandes cosas. La gente dirá que ese tipo de declaración es totalmente inmodesta. Estoy de acuerdo. La modestia no es una palabra que se aplique a mi persona de ninguna manera".
"Su imposición de metas es sencillamente fenomenal -ha dicho a Reuters su ex ovia Barbara Outland, quien vivió con él de 1969 a 1975- Cada día de Año Nuevo se sentaba para escribir una serie de tarjetas con diversas metas, algunas realmente absurdas o impensables. Y, sin embargo, casi logró cumplir la totalidad de ellas".
La primera participación indirecta de Schwarzenegger en la política fue como asesor del presidente Bush (padre) en temas deportivos y director del Consejo del Centro Físico y Deportes. Hace unos años, interrogado por NOTICINE.com sobre si repetiría esa experiencia con un presidente demócrata, se mostró dispuesto a ello y a todo lo que tuviera que ver "con servir a la nación". Más recientemente, impulsó una ley para asegurar la atención a los niños y adolescentes en las escuelas californianas después de sus horas lectivas, y muchos ya apostaron entonces a que se presentaría a gobernador. Sin embargo, el proceso fue largo, o esplendidamente planificado para mantener el interés de la audiencia. En lo que pudo ser un "marketing" estudiado al milímetro, tardó semanas en desojar la margarita, para finalmente decir sí.
Ahora, con la victoria en el bolsillo después de invertir millones de dólares de su fortuna en la campaña, Arnold Schwarzenegger tiene lo más difícil del camino por delante: gobernar en un estado con un déficit galopante, una economía estancada y una creciente llegada de trabajadores del sur de Río Grande (la política respecto de los latinos puede marcar su futuro en el cargo). Con la excepción de Reagan, a quien ha dicho admirar, pocos otros actores ha llegado tan lejos. Clint Eastwood fue alcalde de la localidad donde residía, Carmel, al norte de Los Angeles, y la ex niña prodigio Shirley Temple intentó ser elegida para la Cámara de Representantes, pero no lo logró y acabó ejerciendo como diplomática.
Como en la segunda y tercera parte de "Terminator", la batalla fue larga y "Terminator" acabó algo deteriorado, pero la victoria es suya. Arnold Schwarzenegger consiguió por no muy alto margen un triunfo electoral en el referendum revocatorio de este martes, que le convierte en flamante gobernador de California, el estado más poblado y auténtico motor económico de la Unión. Un 55 % de los californianos optaron por destituir al hasta ahora gobernador demócrata, Gray Davis, frente al 45% que querían mantenerle en el puesto. Aunque el complicado sistema electoral y los muchos votos por correo no permitirán la existencia de resultados oficiales hasta dentro de varias semanas, los primeros datos hablan de que el actor austríaco nacionalizado norteamericano habría sido el más votado entre los 135 candidatos a suceder a Davis, con cerca del 50% de los sufragios.
A su contrincante y de nuevo vicegobernador del estado, el demócrata Cruz Bustamante, se le atribuye un 30% de votos. Para este partido se trata de una derrota histórica, ya que California fue casi siempre un feudo del liberalismo norteamericano. Arnold Schwarzenegger, de 56 años, pasa por ser un repúblicano centrista, lejos de las posturas más conservadoras de su partido.
El actor tuvo que enfrentarse en la recta final de la campaña electoral con "armas contundentes" de sus enemigos, como las acusaciones de haber simpatizado con los nazis en su juventud (su padre ya es sabido que militó en una organización hitleriana), y de ser un auténtico "pulpo" con las mujeres. 16 de ellas testimoniaron en los últimos días acosos, insinuaciones y tocamientos por parte de Arnie durante su trabajo en los platós y sets de rodaje.
La victoria en el referendum-elección, donde participó un número record de californianos, más de 15 millones, coloca a Schwarzenegger en el palacio del gobernador en Sacramento, y le aleja al menos por un tiempo de la gran pantalla. Para algunos, esta iniciativa del austríaco ex Mister Universo puede parecer algo surrealista (¿No lo fue bastante más la elección de otro actor -pésimo- para la Casa Blanca, el ultraconservador Ronald Reagan?), pero se trata de uno más de los objetivos vitales sorprendentemente ambiciosos que se ha planteado en su vida.
Nacido el 30 de julio de 1947 en la pequeña ciudad austriaca de Graz, Arnie ha conseguido casi todo lo que se ha propuesto a lo largo de su medio siglo largo de existencia: tener un cuerpo de culturista, ser millonario y actor, haciendo realidad el cacareado "sueño americano", aprender inglés, casarse con una miembro de la llamada "familia real americana", Maria Shriver, emparentada con los Kennedy, ser famoso con un apellido impronunciable, entrar en política... y ahora ser gobernador de California. "Yo sabía que era un ganador -dejó escrito en un libro autobiográfico hace algo más de 15 años-. Sabía que estaba destinado a grandes cosas. La gente dirá que ese tipo de declaración es totalmente inmodesta. Estoy de acuerdo. La modestia no es una palabra que se aplique a mi persona de ninguna manera".
"Su imposición de metas es sencillamente fenomenal -ha dicho a Reuters su ex ovia Barbara Outland, quien vivió con él de 1969 a 1975- Cada día de Año Nuevo se sentaba para escribir una serie de tarjetas con diversas metas, algunas realmente absurdas o impensables. Y, sin embargo, casi logró cumplir la totalidad de ellas".
La primera participación indirecta de Schwarzenegger en la política fue como asesor del presidente Bush (padre) en temas deportivos y director del Consejo del Centro Físico y Deportes. Hace unos años, interrogado por NOTICINE.com sobre si repetiría esa experiencia con un presidente demócrata, se mostró dispuesto a ello y a todo lo que tuviera que ver "con servir a la nación". Más recientemente, impulsó una ley para asegurar la atención a los niños y adolescentes en las escuelas californianas después de sus horas lectivas, y muchos ya apostaron entonces a que se presentaría a gobernador. Sin embargo, el proceso fue largo, o esplendidamente planificado para mantener el interés de la audiencia. En lo que pudo ser un "marketing" estudiado al milímetro, tardó semanas en desojar la margarita, para finalmente decir sí.
Ahora, con la victoria en el bolsillo después de invertir millones de dólares de su fortuna en la campaña, Arnold Schwarzenegger tiene lo más difícil del camino por delante: gobernar en un estado con un déficit galopante, una economía estancada y una creciente llegada de trabajadores del sur de Río Grande (la política respecto de los latinos puede marcar su futuro en el cargo). Con la excepción de Reagan, a quien ha dicho admirar, pocos otros actores ha llegado tan lejos. Clint Eastwood fue alcalde de la localidad donde residía, Carmel, al norte de Los Angeles, y la ex niña prodigio Shirley Temple intentó ser elegida para la Cámara de Representantes, pero no lo logró y acabó ejerciendo como diplomática.