El nuevo desafío creativo de Steven Soderbergh: Una novela ilustrada por Twitter
- por © Redacción-NOTICINE.com
Que el cineasta estadounidense Steven Soderbergh haya decidido una retirada indefinida no significa que esté de vacaciones, ni en paro creativo. Los seguidores de su cuenta "clandestina", pero suya (según reconoció en una entrevista en Collider el pasado febrero), en Twitter, @Bitchuation, se sorprendieron este pasado domingo noche con una insólita propuesta del autor de "Che", "Traffic" o "Erin Brockovich": una novela ilustrada con fotos, "Glue", que narra en segunda persona, y de la que fue desgranando sus breves primeros siete capítulos.
El relato, de lo que parece ser una historia criminal, está acompañado por diversas fotos, presumiblemente realizadas por el propio guionista y realizador en sus viajes, y al menos parcialmente la acción se desarrolla en París, aunque existen varias referencias en sus diálogos a Madrid, y entre las fotos hay una que muy probablemente muestra un balcón de La Habana (¿Centro Habana?) con un hombre negro asomado, que pudo hacer cuando estuvo en la isla para mostrar su díptico sobre Che Guevara. Pero el relato, que no es muy facilmente comprensible, no habla de Cuba.
El pasado enero, Soderbergh anunció que "Efectos secundarios / Efectos colaterales" sería su última película. Le queda, no obstante, por estrenar "Behind the Candelabra", su "biopic" sobre el pianista Liberace, que finalmente se hizo para televisión (HBO). Justificó este adiós -o pausa- en el "maltrato" que productores y financieros infligen a los que hacen las películas.
Tras una larga y absolutamente ecléctica carrera de casi dos décadas y media, que ha combinado películas vanguardistas con el cine más comercial, pasando por cintas politicamente comprometidas, Soderbergh, a los 50 años, confesó a New York Magazine que se va asqueado de cómo ha evolucionado la industria... a peor.
"Lo más negativo del desarrollo -dijo el realizador de "Che", "Ocean's Eleven / La gran estafa" o "Traffic"- que ha tenido el cine, en particular en los últimos cinco años, es lo mal que se trata a los directores. Se ha vuelto absolutamente horrible la forma en que las personas con dinero deciden que pueden tirarse pedos en la cocina, para decirlo sin rodeos, y no me refiero sólo a los estudios, sino a los inversores que están financiando una película. Creo que no entiendo su postura de que el director no tiene la menor idea de lo que el público quiere o necesita, cuando en realidad es en cierta forma la primera audiencia del proyecto. Y probablemente se dedicó a hacer películas porque pertenecía a ese público amante del cine".
"Behind the Candelabra", un proyecto que el realizador movió durante años junto a Michael Douglas, quien da vida al pianista gay Liberace, pero que nadie le quiso financiar para cine, al tratar de una secreta relación homosexual entre el popular músico y su asistente, se estrenará en la competencia del Festival de Cannes ahora en mayo, antes de verse en HBO.
El relato, de lo que parece ser una historia criminal, está acompañado por diversas fotos, presumiblemente realizadas por el propio guionista y realizador en sus viajes, y al menos parcialmente la acción se desarrolla en París, aunque existen varias referencias en sus diálogos a Madrid, y entre las fotos hay una que muy probablemente muestra un balcón de La Habana (¿Centro Habana?) con un hombre negro asomado, que pudo hacer cuando estuvo en la isla para mostrar su díptico sobre Che Guevara. Pero el relato, que no es muy facilmente comprensible, no habla de Cuba.
El pasado enero, Soderbergh anunció que "Efectos secundarios / Efectos colaterales" sería su última película. Le queda, no obstante, por estrenar "Behind the Candelabra", su "biopic" sobre el pianista Liberace, que finalmente se hizo para televisión (HBO). Justificó este adiós -o pausa- en el "maltrato" que productores y financieros infligen a los que hacen las películas.
Tras una larga y absolutamente ecléctica carrera de casi dos décadas y media, que ha combinado películas vanguardistas con el cine más comercial, pasando por cintas politicamente comprometidas, Soderbergh, a los 50 años, confesó a New York Magazine que se va asqueado de cómo ha evolucionado la industria... a peor.
"Lo más negativo del desarrollo -dijo el realizador de "Che", "Ocean's Eleven / La gran estafa" o "Traffic"- que ha tenido el cine, en particular en los últimos cinco años, es lo mal que se trata a los directores. Se ha vuelto absolutamente horrible la forma en que las personas con dinero deciden que pueden tirarse pedos en la cocina, para decirlo sin rodeos, y no me refiero sólo a los estudios, sino a los inversores que están financiando una película. Creo que no entiendo su postura de que el director no tiene la menor idea de lo que el público quiere o necesita, cuando en realidad es en cierta forma la primera audiencia del proyecto. Y probablemente se dedicó a hacer películas porque pertenecía a ese público amante del cine".
"Behind the Candelabra", un proyecto que el realizador movió durante años junto a Michael Douglas, quien da vida al pianista gay Liberace, pero que nadie le quiso financiar para cine, al tratar de una secreta relación homosexual entre el popular músico y su asistente, se estrenará en la competencia del Festival de Cannes ahora en mayo, antes de verse en HBO.