Muere Harry Reems, último superviviente de "Garganta Profunda"

por © Redacción-NOTICINE.com
Harry Reems, en su momento de gloria
Del trío central de "Garganta profunda", la película porno más famosa y posiblemente más comercial de la historia, ya no queda nadie, tras el fallecimiento el martes de su protagonista masculino, Harry Reems, a los 65 años, sin que se conozcan con exactitud las causas del deceso, aunque su mujer dijo que padecía un cáncer de pancreas, además de otras dolencias relacionadas con su pasado alcoholismo. Antes, en 2008, había fallecido su director, Gerard Damiano, y en 2002 murió su máxima estrella, Linda Lovelace, como consecuencia de un accidente de tráfico.

Reems (Nueva York, 1947), cuyo verdadero nombre era Herbert Streicher, había sido marine, e intentó trabajar en el cine como actor "normal", sin conseguirlo. Por eso su siguiente paso fue probar como técnico. Se encargaba de la iluminación en el rodaje de "Garganta profunda", allá por 1972, y como el previsto actor "X" tuvo problemas y no fue capaz de "funcionar", acabó él quitándose la ropa para protagonizar la cinta al lado de Lovelace, una prostituta dominada por su novio. La película se rodó durante menos de una semana y con un presupuesto de 25 000 dólares, parece ser que aportados por la mafia, que se quedó con buena parte de los 600 millones de dólares que la cinta rindió en los años siguientes, cifra nunca igualada por la industria del cine adulto.

El papel de Harry era el de un médico que descubría con estupor primero y placer después que su paciente (Lovelace) sufría un desajuste físico, por el cuál su clítoris no estaba en el lugar habitual, sino al fondo de su garganta. La cinta se convirtió en un fenómenos de masas, hizo famosos a sus dos protagonistas, y fue todo un "curso" de nueva sexualidad para muchos norteamericanos, poco familiarizados con el sexo oral o anal.

Pero "Garganta profunda" también tuvo sus detractores, sobre todo entre los conservadores y ultrarreligiosos, y Reems fue denunciado por obscenidad y se expuso a una condena de cinco años, de la que salvo con el apoyo de colegas como Jack Nicholson o Warren Beatty.

La carrera de Reems nunca salió de los márgenes del cine "X", donde protagonizó decenas de películas, entre ellas otro "clásico", también de Damiano, "The Devil in Miss Jones". Al igual que Lovelace, la fama no le dio la felicidad, y sí le puso en el camino de las adicciones. En la década de los 80, dejó una industria que según su ahora viuda le aburría, y se dedicó al negocio inmobiliario, aunque en principio no dejó uno de sus viejos vicios, el alcohol. En declaraciones realizadas en 2006 Reems reconoció que su vida cambio a partir de dejar la bebida: "Literalmente debería estar muerto. Conozco a mucha gente que bebió mucho menos que yo y está muerta. Dios me dejó en este planeta por una razón y creo que es para salvar vidas".