Colaboración: Mi nombre es egoísta y mi apellido hipócrita
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Por Josep Maria Jolis
Si eres un animal social (por social entiendo que te comunicas con otras personas más allá de las plantas que tienes en casa, en caso que tengas alguna) te habrás dado cuenta que la gente piensa mucho en sí misma, poquito en los demás y que es más falsa que una moneda de euro con la cara de la princesa Corinna. Tampoco hay que generalizar, en el mundo también hay personas francas y honradas. Estoy convencido que los arqueólogos van en su búsqueda.
El mundo del teatro y los actores ha sido siempre el flanco de las críticas del pueblo llano. Que si son unos misántropos, unos falsos, unos trepas, gente frívola de moral descocada, etc. Y seguramente todo lo que se dice es en parte verdad. Pero sería más correcto decir que el gremio de los artistas es una metáfora de un comportamiento social generalizado. Solo con una diferencia: que ellos son personajes públicos.
"Eva al desnudo / La malvada" (1951), de Joseph L. Mankiewicz, es una de las obras maestras del cine, de una vigencia inmarchitable. Ambientada en el mundo del teatro nos narra como una chica aparentemente tímida (una mosquita muerta fría y calculadora en realidad) intenta trepar y hacerse famosa haciéndose confidente de una célebre actriz. Una película con lucidez y cinismo a partes iguales, con unos diálogos brillantes que no envejecen por su capacidad de retratar el carácter de las personas. Una metáfora perfecta para entender la falsedad.
Para muchos nuestras vidas son como un gran teatro: un patio de butacas que hay que llenar de amigos, contactos y parejas. El que llene el aforo más lejos llegará. Ante este supuesto prefiero ir en busca de un teatro humilde, pequeño y que llega a fin de mes con dificultades. Recomiendo a los arqueólogos que busquen por allí.
Si eres un animal social (por social entiendo que te comunicas con otras personas más allá de las plantas que tienes en casa, en caso que tengas alguna) te habrás dado cuenta que la gente piensa mucho en sí misma, poquito en los demás y que es más falsa que una moneda de euro con la cara de la princesa Corinna. Tampoco hay que generalizar, en el mundo también hay personas francas y honradas. Estoy convencido que los arqueólogos van en su búsqueda.
El mundo del teatro y los actores ha sido siempre el flanco de las críticas del pueblo llano. Que si son unos misántropos, unos falsos, unos trepas, gente frívola de moral descocada, etc. Y seguramente todo lo que se dice es en parte verdad. Pero sería más correcto decir que el gremio de los artistas es una metáfora de un comportamiento social generalizado. Solo con una diferencia: que ellos son personajes públicos.
"Eva al desnudo / La malvada" (1951), de Joseph L. Mankiewicz, es una de las obras maestras del cine, de una vigencia inmarchitable. Ambientada en el mundo del teatro nos narra como una chica aparentemente tímida (una mosquita muerta fría y calculadora en realidad) intenta trepar y hacerse famosa haciéndose confidente de una célebre actriz. Una película con lucidez y cinismo a partes iguales, con unos diálogos brillantes que no envejecen por su capacidad de retratar el carácter de las personas. Una metáfora perfecta para entender la falsedad.
Para muchos nuestras vidas son como un gran teatro: un patio de butacas que hay que llenar de amigos, contactos y parejas. El que llene el aforo más lejos llegará. Ante este supuesto prefiero ir en busca de un teatro humilde, pequeño y que llega a fin de mes con dificultades. Recomiendo a los arqueólogos que busquen por allí.