Colaboración: El pepinillo gourmet

por © NOTICINE.com
Ben Affleck, con la cámara
Por Josep Maria Jolis

Antonio Gasset, excronista de cine y una de las mentes más brillantes y mordaces de España dijo sobre él: “Ben Affleck es a la buena interpretación lo que un pepinillo cocido a la alta cocina”. Razón no le faltaba: el señor Affleck no era un dechado de virtudes delante de una cámara.

Al final la vida se resume en un sabio comentario que he oído decir a mi padre en muchas ocasiones: todos servimos para algo. Podemos pasarnos la vida deseando algo que no está hecho para nosotros. En cambio haciendo otra cosa seríamos más competentes (y seguramente más felices). Y fue así como el pepinillo cocido pudo convertirse en alta cocina: se dio cuenta que su verdadero talento estaba detrás de una cámara. A mediados de los 90 ya había escrito el guión de "El indomable Will Hunting" con su amigo Matt Damon (y habían ganado el Oscar) y en 2007 hubo el cambio radical: se hizo director.

"Argo" es su tercera película y nos muestra las que podrían ser las señas de identidad del Affleck-pepinillo gourmet: temas interesantes enfocados desde el cine de género, realización clásica (muy influida por los "thrillers" de los años 70, Sidney Lumet, Alan J. Pakula…) y una cuidada selección de actores.

Y eso es "Argo": una película de intriga basada en hechos reales que habla de diplomacia y política con seriedad y las dosis justas de humor. Y con el bueno de Ben como protagonista (está sobrio, contenido… hablando claro: lo hace bien) y secundado brillantemente por John Goodman y Alan Arkin, de los que se echan de menos más minutos en pantalla. Mi padre tenía razón: todos servimos para algo, solo hay que encontrarlo. Acabo el post y me pongo a buscarlo...