Paul Thomas Anderson escribe sobre "The master"

por © Alta Films-NOTICINE.com
Paul Thomas Anderson
Por Paul Thomas Anderson *

De la convulsión de la Segunda Guerra Mundial surgió un nuevo tejido de familia en Estados Unidos, el de las facciones espirituales y las nuevas religiones establecidas. Desde el ascetismo oriental a la Dianética, los primeros años de la década de 1950 se convirtieron en una época en la que muchos comenzaron a construir las comunidades de base dedicadas a la realización de grandes visiones del potencial humano, y me pareció que era un terreno fértil para contar una historia dramática y atractiva.

Remontarnos al comienzo de las cosas nos permite ver cuáles eran las buenas intenciones y cuál era la chispa que provocaba que la gente quisiera cambiarse a sí misma y también al mundo que la rodeaba. En el periodo que siguió a la Segunda Guerra Mundial la gente miraba hacia el futuro con gran optimismo, pero al mismo tiempo tenía que lidiar con el dolor y la muerte, tan recientes. Mi padre estuvo alistado en la Marina durante la guerra y estuvo inquieto toda su vida.

Se dice que cualquier tiempo es bueno para que se inicie un movimiento espiritual o religioso, pero una época especialmente fértil es justo después de una guerra. Después de tanta muerte y destrucción, la gente se hace dos preguntas importantes: ¿por qué? y ¿adónde han ido los muertos?

Mientras trabajaba en el guión, pensaba en Joaquin para el personaje de Freddie. Le he estado pidiendo durante doce años que apareciera en mis películas y él siempre tenía un motivo para no hacerlo. Le estoy muy agradecido de que esta vez haya dicho que sí.

Phil (Seymour Hoffman) y yo siempre estamos viendo de qué forma podemos seguir trabajando juntos. En esta ocasión lo hemos estado haciendo desde el guión: Phil contribuyó en gran medida a su elaboración.

Amy (Adams) no hace nada mal, desde  "Atrápame si puedes" hasta "Encantada: la historia de Giselle" o "The Fighter". Es una de nuestras nuevas grandes estrellas. Phil ha trabajado con ella en muchas ocasiones y lo ha disfrutado mucho, así que era una elección muy clara. También me sentí muy feliz de que me dijera que sí.

Desde el primer momento me planteé que la película tuviera un aspecto muy fiel a la época, con los tonos vibrantes y las texturas de los clásicos de los años cincuenta como "Vértigo" y "Con la muerte en los talones", y opté por rodar en 65mm, porque me pareció que se adecuaba muy bien al amplio perfil de la historia.

Inicialmente, fue una sugerencia de Dan Sasaki, técnico de Panavision, cuando estuve haciendo averiguaciones acerca de las cámaras Vistavision de los años cincuenta solo para saber cómo algunas de esas películas de los cincuenta tenían ese aspecto. Empezamos a rodar con una Studio Camera de 65mm y todo empezó a salir muy bien, porque te da una imagen maravillosa y con mucha fuerza, pero más que por la resolución o cosas así lo que pasaba sobre todo es que se adecuaba perfectamente a esta historia y a sus personajes. Se puede sentir que las cosas que se ven son antiguas sin que sean valiosas o la recreación de un estilo en especial.

(*): Autor también de "Pozos de ambición / Petróleo sangriento", "Boogie Nights", "Magnolia" o "Punch-Drunk Love", Anderson ha sido candidato a la largo de su carrera a cinco Oscars, como realizador, guionista y productor. Su nuevo trabajo, que llegará a los cines españoles el viernes, dio mucho que hablar en la última Mostra de Venecia, donde ganó los premios al mejor director y -exaequo- a la mejor actuación masculina para Seymour Hoffman y Phoenix.

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