Muere el centenario cómico británico-americano Bob Hope
- por © Redacción-NOTICINE.com
28-VII-03
El más veterano de los actores hollywoodienses, Bob Hope, murió este domingo en su casa de Los Angeles, casi dos meses después de cumplir los 100 años, acontecimiento que mereció numerosos homenajes. Cómico en radio, teatro, TV y cine, el británico de nacimiento Hope se extinguió en la noche del día 28, de una insuficiencia respiratoria y rodeado de su nonagenaria esposa Dolores y sus hijos adoptados, tras meses de enfermedad, que le impidieron participar en las celebraciones oficiales de su cumpleaños centenario. En una declaración urgente, el presidente Bush lamentó el fallecimiento del humorista ganador de 5 Oscars, y recordó lo que fue una constante en la vida de este republicano conservador, su apoyo a las fuerzas militares norteamericanas en el exterior.
"Hoy este país ha perdido a un gran ciudadano, que nos hizo reir y elevó nuestro espíritu", decía Bush, para añadir: "Bob Hope sirvió a nuestra nación cuando acudió a los campos de batalla a divertir a miles de soldados de diferentes generaciones. Rezamos junto a su familia. Dios bendiga su alma".
Puede que su apellido predestinara a llevar esperanza allí donde es difícil conservarla, al frente. Una de las actividades que han caracterizado de manera especial la carrera de Hope frente a otros cómicos ha sido su permanente colaboración con el ejército norteamericano para acudir allá donde estuvieran las tropas y montar un espectáculo en el que con frecuencia participaban atractivas colegas de la pantalla, como Jayne Mansfield, Raquel Welch o Brooke Shields. Primero en la II Guerra Mundial, y luego en Corea, Vietnam o el Golfo Pérsico el actor y humorista dejó muestra de su talento en el escenario. Se calcula que entretuvo a 10 millones de soldados a lo largo de más de medio siglo, logrando un reconocimiento de las fuerzas armadas jamás han concedido a otro civil en EEUU, el de veterano de guerra honorario.
Sin embargo, Leslie Townes Hope no nació en Norteamérica, sino en Londres, la capital británica, el 29 de mayo de 1903. Pocos, no obstante, pueden negarle su condición de norteamericano, ya que su familia se afincó en Cleveland (Ohio), cuando él contaba con sólo cuatro años. Siendo un chaval empezó a bailar y a contar chistes, cambio su nombre por el de Bob y debutó en Broadway en los primeros años 30. Esa misma década, tras trabajar en la radio probó suerte en la gran pantalla, con varios compañeros de viaje, entre los que destacaron Bing Crosby y Dorothy Lamour. Entre sus comedias, muchas de ellas musicales, son recordadas "El gato y el canario", "El castillo maldito", "Mi rubia favorita", "La princesa y el pirata", "Faldas de acero", "Soltero en el paraíso" y la larga saga de títulos que originalmente empezaban por "Road to...", seguido por nombres de exóticos emplazamientos como Singapur, Río, Bali, Marruecos, Zanzibar..., aunque todas fueron rodadas en estudio. Su despedida de la gran pantalla tuvo lugar junto a los Muppets en 1979.
Sus biógrafos difieren en el número de premios recibidos a lo largo de su prolongada carrera, que terminó oficialmente en 1996. Se habla de entre 1.500 o 2.000 galardones, pero lo indiscutible es que en el libro Guinness sigue figurando como el artista más recompensado. También es evidente que nunca perdió el sentido del humor, que empezaba por reirse de sí mismo: "¿Quien puede desear llegar a los 100 años?", le preguntaron hace años, y él respondió: "Cualquiera que tenga 99". Cuando un amigo, recordándole su edad, le sugirió que se retirara para dedicarse a la pesca, él respondió que la idea le parecía maravillosa salvo por que los peces "no aplauden". Hace poco, comentaba: "Soy tan viejo que ya cancelé mi tipo de sangre".
El más veterano de los actores hollywoodienses, Bob Hope, murió este domingo en su casa de Los Angeles, casi dos meses después de cumplir los 100 años, acontecimiento que mereció numerosos homenajes. Cómico en radio, teatro, TV y cine, el británico de nacimiento Hope se extinguió en la noche del día 28, de una insuficiencia respiratoria y rodeado de su nonagenaria esposa Dolores y sus hijos adoptados, tras meses de enfermedad, que le impidieron participar en las celebraciones oficiales de su cumpleaños centenario. En una declaración urgente, el presidente Bush lamentó el fallecimiento del humorista ganador de 5 Oscars, y recordó lo que fue una constante en la vida de este republicano conservador, su apoyo a las fuerzas militares norteamericanas en el exterior.
"Hoy este país ha perdido a un gran ciudadano, que nos hizo reir y elevó nuestro espíritu", decía Bush, para añadir: "Bob Hope sirvió a nuestra nación cuando acudió a los campos de batalla a divertir a miles de soldados de diferentes generaciones. Rezamos junto a su familia. Dios bendiga su alma".
Puede que su apellido predestinara a llevar esperanza allí donde es difícil conservarla, al frente. Una de las actividades que han caracterizado de manera especial la carrera de Hope frente a otros cómicos ha sido su permanente colaboración con el ejército norteamericano para acudir allá donde estuvieran las tropas y montar un espectáculo en el que con frecuencia participaban atractivas colegas de la pantalla, como Jayne Mansfield, Raquel Welch o Brooke Shields. Primero en la II Guerra Mundial, y luego en Corea, Vietnam o el Golfo Pérsico el actor y humorista dejó muestra de su talento en el escenario. Se calcula que entretuvo a 10 millones de soldados a lo largo de más de medio siglo, logrando un reconocimiento de las fuerzas armadas jamás han concedido a otro civil en EEUU, el de veterano de guerra honorario.
Sin embargo, Leslie Townes Hope no nació en Norteamérica, sino en Londres, la capital británica, el 29 de mayo de 1903. Pocos, no obstante, pueden negarle su condición de norteamericano, ya que su familia se afincó en Cleveland (Ohio), cuando él contaba con sólo cuatro años. Siendo un chaval empezó a bailar y a contar chistes, cambio su nombre por el de Bob y debutó en Broadway en los primeros años 30. Esa misma década, tras trabajar en la radio probó suerte en la gran pantalla, con varios compañeros de viaje, entre los que destacaron Bing Crosby y Dorothy Lamour. Entre sus comedias, muchas de ellas musicales, son recordadas "El gato y el canario", "El castillo maldito", "Mi rubia favorita", "La princesa y el pirata", "Faldas de acero", "Soltero en el paraíso" y la larga saga de títulos que originalmente empezaban por "Road to...", seguido por nombres de exóticos emplazamientos como Singapur, Río, Bali, Marruecos, Zanzibar..., aunque todas fueron rodadas en estudio. Su despedida de la gran pantalla tuvo lugar junto a los Muppets en 1979.
Sus biógrafos difieren en el número de premios recibidos a lo largo de su prolongada carrera, que terminó oficialmente en 1996. Se habla de entre 1.500 o 2.000 galardones, pero lo indiscutible es que en el libro Guinness sigue figurando como el artista más recompensado. También es evidente que nunca perdió el sentido del humor, que empezaba por reirse de sí mismo: "¿Quien puede desear llegar a los 100 años?", le preguntaron hace años, y él respondió: "Cualquiera que tenga 99". Cuando un amigo, recordándole su edad, le sugirió que se retirara para dedicarse a la pesca, él respondió que la idea le parecía maravillosa salvo por que los peces "no aplauden". Hace poco, comentaba: "Soy tan viejo que ya cancelé mi tipo de sangre".