Colaboración: El marxismo vigente
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Por Josep Maria Jolis
En un momento en el que parece que la política y las ideas están en una profunda crisis de valores, cuando el liberalismo se ha convertido en egoísmo rapaz y el marxismo parece más una obra de museo (arqueológico) que una solución para una sociedad avanzada… pues bien: solo puedo proclamar que el único marxismo moderno y vigente es el de Groucho, Groucho Marx.
Las películas de los hermanos Marx no están entre mis comedias favoritas. En general las considero descompensadas, tienen un hilo argumental muy débil que sirve para hilvanar muchos gags y, además, hay números musicales que entorpecen la acción. Pero da igual: allí está Grucho Marx con sus frases ingeniosas, llenas de ironía y cinismo. Frases que se mantienen frescas en su ingenio y que contienen una visión de la vida muy interesante, lo que las convierte en reflexiones que son vigentes hoy en día.
Groucho Marx hizo películas, grabó discos, escribió libros y presentó programas de radio y televisión. Destacó en todos los medios por una sencilla razón: tenía personalidad. Su humor desafiará el paso del tiempo. Algunos ejemplos: “Estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros”. “La televisión me parece muy educativa: cada vez que alguien la enciente me voy a otra habitación a leer un libro”. “El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio. Si puedes simular eso lo has conseguido”.
Y vuelvo a mi teoría de siempre: si asociamos el humor con la felicidad y la reflexión tenemos la conjunción perfecta. No nos engañemos: las desgracias casi siempre vienen solas (y sin avisar), viviremos injusticias… pero todo dependerá de cómo nos lo tomemos. Y es que el humor (y la felicidad) no es una meta, es el camino a seguir. Es una actitud. Gracias Groucho.
En un momento en el que parece que la política y las ideas están en una profunda crisis de valores, cuando el liberalismo se ha convertido en egoísmo rapaz y el marxismo parece más una obra de museo (arqueológico) que una solución para una sociedad avanzada… pues bien: solo puedo proclamar que el único marxismo moderno y vigente es el de Groucho, Groucho Marx.
Las películas de los hermanos Marx no están entre mis comedias favoritas. En general las considero descompensadas, tienen un hilo argumental muy débil que sirve para hilvanar muchos gags y, además, hay números musicales que entorpecen la acción. Pero da igual: allí está Grucho Marx con sus frases ingeniosas, llenas de ironía y cinismo. Frases que se mantienen frescas en su ingenio y que contienen una visión de la vida muy interesante, lo que las convierte en reflexiones que son vigentes hoy en día.
Groucho Marx hizo películas, grabó discos, escribió libros y presentó programas de radio y televisión. Destacó en todos los medios por una sencilla razón: tenía personalidad. Su humor desafiará el paso del tiempo. Algunos ejemplos: “Estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros”. “La televisión me parece muy educativa: cada vez que alguien la enciente me voy a otra habitación a leer un libro”. “El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio. Si puedes simular eso lo has conseguido”.
Y vuelvo a mi teoría de siempre: si asociamos el humor con la felicidad y la reflexión tenemos la conjunción perfecta. No nos engañemos: las desgracias casi siempre vienen solas (y sin avisar), viviremos injusticias… pero todo dependerá de cómo nos lo tomemos. Y es que el humor (y la felicidad) no es una meta, es el camino a seguir. Es una actitud. Gracias Groucho.
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