Crítica: "Si de verdad quieres... / ¿Qué voy a hacer con mi marido?", dónde está la intimidad

por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
'Hope Springs'


Por Florencia Blumetti

David Frankel ("El diablo viste de Prada / El diablo viste a la moda", 2006) vuelve a dirigir a Meryl Streep, otra vez en una comedia, "Si de verdad quieres... / ¿Qué voy a hacer con mi marido?" ("Hope Springs", 2012), donde el drama asoma muy tenuemente a partir de los conflictos románticos y humorísticos que viven los protagonistas. Kay (Meryl Streep) está casada con Arnold (Tommy Lee Jones) y quiere reavivar un matrimonio de 31 años. El interrogante será cómo hacerlo.

La pareja se presenta con un binomio conocido, Kay es sumisa e introvertida y no sabe cómo acercarse a su marido, mientras que Arnold es un hombre sumergido en la rutina y muy poco comunicativo. Desde la primera escena aparece el conflicto que estos dos personajes deberán atravesar, el sexo en la pareja. Y es en la búsqueda de una solución donde interviene el Dr. Feld (Steve Carell), Kay arrastrará a Arnold al pueblo de Hope Springs para ver al famoso  especialista.  

En cuanto a lo que se refiere al género en algunos momentos funciona y en otros deja de hacerlo. Es cierto que es una temática muy pocas veces explorada en personajes maduros, aunque abunden las comedias románticas con encuentros y desencuentros entre galanes y actrices más jóvenes acostumbradas a esos roles. En ese sentido el film propone una mirada diferente. El punto está en un límite muy delgado entre el planteamiento de situaciones embarazosas propias de una comedia (sobre todo en lo referido al sexo) y en caer en situaciones repetitivas que hacen que se pierda el efecto buscado.

Y son esos los momentos en "Si de verdad quieres... / ¿Qué voy a hacer con mi marido?", que se estrenó en la Argentina este fin de semana y lo hará en España el día 28, tras pasar por el Festival de San Sebastián, donde la construcción del personaje de Kay queda un tanto excesiva. Si algo caracteriza a Meryl Streep es su capacidad de interpretación, de eso no cabe ninguna duda, pero encarnando a Kay no se luce como debería. El personaje queda sobrecargado y se vuelve cursi. La típica oposición entre la caracterización de la esposa sumisa introvertida que no sabe mucho de sexo, y el marido ermitaño y gruñón que no se comunica con su esposa.

Y si bien el personaje de Arnold está también muy tipificado Tommy Lee Jones lo representa de una manera tan natural que hace que ahí sí funcione el género. Logrando un buen contrapunto con Steve Carell (Dr. Feld), marcando el equilibrio justo.

La comedia se vuelve más honesta en su costado más dramático, que es el tema que envuelve a los protagonistas, la perdida de la intimidad con el paso del tiempo, no sólo en el sexo sino la conexión entre dos personas. La idea de lo que se considera un matrimonio, la resignación y la búsqueda de la pasión más allá de la edad.

Entre momentos más genuinos y momentos más estereotipados y más allá de los excesos en la caracterización del personaje de Kay la comedia funciona principalmente por la lograda interacción de sus tres protagonistas.

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