El Personaje: Jim Carrey, el hombre de las mil caras

por © Alejandra Camacho-NOTICINE.com
Como Dios
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Personajes en una carreraComo Dios27-VI-03

Si existe un actor cómico por excelencia en estos tiempos ese es Jim Carrey. En su última comedia, "Como Dios" (Bruce Almighty), sin duda género en el que Carrey sabe deleitar a sus fans, crear controversias entre la crítica y dividir el parecer del público, el actor demuestra suficientes dotes histriónicas como para conseguir la carcajada del más escéptico de sus detractores. Pero, lo que nadie puede negarle es su carácter actual de rey de las taquillas, contándose casi todos sus estrenos entre los llamados "blockbusters" por su abultada recaudación.

No cabe duda de que el actor de 41 años de edad es una de las caras más reconocidas en el mundo del celuloide (algunos ven en Carrey la reencarnación del célebre cómico Jerry Lewis), y es precisamente por su cara por la que ha logrado su merecida fama. Ya desde niño, a pesar de sus penurias por la mala situación económica que sufrió su familia durante su infancia, James Eugene Carrey hacía reír a sus compañeros de colegio con sus gags humorísticos y gestos cómicos.

La carrera del actor nacido en Ontario (Canadá), ha ido evolucionando hasta convertirse en uno de los intérpretes mejores pagados de Hollywood (hasta 22 millones de dólares por algunos de sus papeles). A los 15 años comenzó su carrera como cómico actuando en los clubes de comedia de Toronto y cuatro años más tarde se trasladó a Los Ángeles para formar parte del grupo de artistas del célebre Comedy Store. Su paso a la fama le llegó con el papel protagonista en la serie de la NBC "Duck Factory" en el año 84. Papeles pequeños en cintas medianas le fueron abriendo paso en la gran pantalla hasta que en 1985 diera el salto al lado de Lauren Hutton en la comedia de vampiros "Once Bitten". A partir de este momento la carrera de Carrey se erigía firmemente con trabajos como "Peggy Sue se casó" dirigida por Francis Ford Coppola, "Las chicas de la Tierra son fáciles" o "El Cadillac rosa" (1989). Sin embargo la consagración de su fama se produce en 1990 con su debut en el exitoso sohw cómico "In living color", semillero de multitud de grandes cómicos cinematográficos de la actualidad como los hermanos Wayans (responsables de "Scary Movie"). En esa serie de televisión fue responsable de muchos guiones y su popularidad ascendió como la espuma gracias a su humor hipergesticulante y escatológico que le caracteriza aún en la actualidad. No obstante, lo mejor para Carrey estaba por llegar: 1994 es el año clave en su carrera, su consolidación como actor vino de la mano de 3 exitosas producciones en ese mismo año: "Ace Ventura: un detective diferente", "Dos tontos muy tontos" y "La máscara".

De ahí en adelante Jim fue de éxito tras éxito dándose el lujo de hacer al menos una película por año: "Batman Forever" (1995), "Ace Ventura: Operación África" (1995), "Un loco a domicilio" (1996), sin embargo su cambio de registro hacia una comedia más negra con esta última cinta no fue bien acogido por su público, si bien la película carecía de interés y su interpretación no fue de lo mejor. "Mentiroso compulsivo" (1997) significó su reencuentro con la taquilla pero su interpretación cómica no difería de sus anteriores papeles. Con "El Show de Truman" dirigida por Peter Weir, Jim cambia de registro con un papel serio e inteligente, no por ello menos apreciado por su público y por el que ganó el Globo de Oro al Mejor Actor en 1998. Pese a todas las esperanzas de sus seguidores y, por qué no decirlo, de él mismo, la Academia no reconoció su valía con el ansiado Óscar, premio que aún en la actualidad sigue esperando. No obstante todos sus trabajos son bien conocidos, ya sea por la popularidad de la que puede jactarse, ya sea por las grandes campañas de marketing que respaldan todos sus estrenos. Buen ejemplo de ello son películas recientes como "Man on the Moon" (1999), "Yo, yo mismo e Irene" (2000), "El Grinch" (2000) o "The Majestic"(2001).

En su último estreno "Como Dios", Carrey vuelve a reunirse con el director Tom Shadyac y aunque la polémica está servida (algunos grupos religiosos tachan la producción de irreverente y blasfemo) la cinta confirma secuencia tras secuencia y chiste tras chiste que Carrey está pasando por uno de los mejores momentos de su carrera.