Glenn Ford: El hombre que abofeteó a Gilda cumple 85 años
- por © Redacción-NOTICINE.com
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Un gesto tan sencillo como torundo e inesperado le hizo entrar por la puerta grande en la historia del cine. Glenn Ford, un canadiense de Quebec, es el hombre que -en un ataque de celos frente a la consentida y arisca Gilda, con unas copas de más- le cruzó la cara. Era 1946, y Ford, que acababa de regresar de la II Guerra Mundial, retomaba una carrera cinematográfica que había empezado nueve años atrás. Poco después de aquella histórica torta a Rita Hayworth, Glenn era uno de los principales astros de Hollywood, más popular en las encuestas que Gary Cooper o Cary Grant. Este martes 1 de mayo, el actor cumple 85 años de vida.
Frente a los demás, Glenn Ford tenía una ventaja: era un tipo normal, ni alto ni guapo, y el espectador medio tenía así más facilidad para identificarse con él. Trasladado a California, empezó sus pinitos teatrales de niño. A los 19 años, se unió a "The Players", una compañía teatral neoyorquina, en su gira por la Costa Oeste. De vuelta a Broadway, interpretó "El día del juicio" y los cazatalentos de Hollywood se fijaron en él.
Tras aquel inolvidable papel del mafioso Johnny Farrell al lado de la cantante Gilda, Ford interpretó "Una vida robada", junto a Bette Davis, y una larga serie de westerns, películas de cine negro y aventuras, así como alguna comedia. Recordamos "Los sobornados", de Fritz Lang, "Deseos humanos", Semilla de maldad", "La casa de té de la luna de agosto", "Jubal", "Furia en el valle", "Los cuatro jinetes del Apocalipsis", "El noviazgo del padre de Eddie", "Cimarron", "Un gangster para un milagro"...
En los 70, en plena decadencia de ofertas cinematográficas, se centró en la televisión, con series como "Cade's county", en la que interpretaba al sheriff de un pueblo llamado Madrid.
Glenn Ford, a pesar de su popularidad, nunca ha logrado un Oscar, y sólo un Globo de Oro, por su interpretación en "Un gangster para un milagro". En 1987 recibió el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián por el conjunto de su carrera. En ese como en otros lugares no evitó hablar de sus idilios, empezando por el de Rita Hayworth. La actriz, con la que trabajó en varias ocasiones, fue su amante, a pesar de que Ford estaba casado en ese momento con Eleanor Powell. En realidad, el actor fue un notable mujeriego. Se le atribuyen relaciones con muchas bellas de la pantalla, desde Hope Lange a Angie Dickinson, e incluso con Judy Garland. Además de con Powell, ha estado casado al menos en dos ocasiones más.
Un gesto tan sencillo como torundo e inesperado le hizo entrar por la puerta grande en la historia del cine. Glenn Ford, un canadiense de Quebec, es el hombre que -en un ataque de celos frente a la consentida y arisca Gilda, con unas copas de más- le cruzó la cara. Era 1946, y Ford, que acababa de regresar de la II Guerra Mundial, retomaba una carrera cinematográfica que había empezado nueve años atrás. Poco después de aquella histórica torta a Rita Hayworth, Glenn era uno de los principales astros de Hollywood, más popular en las encuestas que Gary Cooper o Cary Grant. Este martes 1 de mayo, el actor cumple 85 años de vida.
Frente a los demás, Glenn Ford tenía una ventaja: era un tipo normal, ni alto ni guapo, y el espectador medio tenía así más facilidad para identificarse con él. Trasladado a California, empezó sus pinitos teatrales de niño. A los 19 años, se unió a "The Players", una compañía teatral neoyorquina, en su gira por la Costa Oeste. De vuelta a Broadway, interpretó "El día del juicio" y los cazatalentos de Hollywood se fijaron en él.
Tras aquel inolvidable papel del mafioso Johnny Farrell al lado de la cantante Gilda, Ford interpretó "Una vida robada", junto a Bette Davis, y una larga serie de westerns, películas de cine negro y aventuras, así como alguna comedia. Recordamos "Los sobornados", de Fritz Lang, "Deseos humanos", Semilla de maldad", "La casa de té de la luna de agosto", "Jubal", "Furia en el valle", "Los cuatro jinetes del Apocalipsis", "El noviazgo del padre de Eddie", "Cimarron", "Un gangster para un milagro"...
En los 70, en plena decadencia de ofertas cinematográficas, se centró en la televisión, con series como "Cade's county", en la que interpretaba al sheriff de un pueblo llamado Madrid.
Glenn Ford, a pesar de su popularidad, nunca ha logrado un Oscar, y sólo un Globo de Oro, por su interpretación en "Un gangster para un milagro". En 1987 recibió el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián por el conjunto de su carrera. En ese como en otros lugares no evitó hablar de sus idilios, empezando por el de Rita Hayworth. La actriz, con la que trabajó en varias ocasiones, fue su amante, a pesar de que Ford estaba casado en ese momento con Eleanor Powell. En realidad, el actor fue un notable mujeriego. Se le atribuyen relaciones con muchas bellas de la pantalla, desde Hope Lange a Angie Dickinson, e incluso con Judy Garland. Además de con Powell, ha estado casado al menos en dos ocasiones más.