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Por Aniuska Albertos

Como muchas películas que se reciclan, sale una nueva versión del clásico cuento infantil "Blancanieves",  donde Julia Roberts representa a la malvada pero sexy Reina que, como en el cuento original, gobierna en lugar de Blancanieves, que es la hija del rey y heredera del trono. Esta jocosa y chispeante película, cambia el papel de la clásica y bondadosa heroína, interpretada por Lilly Collins, que al principio es timida y no presenta su verdadera personalidad, y se vuelve guerrera e independiente.  

Cuando cumple los 18 años y se vuelve la mujer mas bella del mundo, la Reina trata de deshacerse de ella. Se vuelve así la joven en una "forajida" y pelea junto a los enanos, que en esta película, ni son mineros ni trabajadores. Se trata de vulgares asaltantes de caminos que fueron en un pasado no muy remoto expulsados del reino por la malvada monarca por "feos" y grotescos.

El Príncipe (Armie Hammer) es un joven guapo, apuesto, aunque algo pedante, que se enamora perdidamente de Blancanieves, cuando ella lo encuentra atado junto a su sirviente, después de haber sido asaltados y despojados de sus vestimentas por los enanos. Pero aquí el Príncipe no sabe quien es ella...

La cinta muestra un mundo de contrastes, entre la Reina que no escatima esfuerzos en desangrar a su pueblo con más y más impuestos (¡Por favor, no busquen paralelismos actuales!) y dejarlos en la más absoluta miseria y hambruna, mientras organiza costosas fiestas a expensas del erario público, en las que los invitados lucen diseños que bien pudieron ser creados por Agatha Ruiz de la Prada.

Blancanieves se convierte en una especie de Robin Hood moderna, al obligar a los enanos, como líder y cabecilla del grupo, en uno de los asaltos, a devolver el oro al pueblo, del que conoce su mísera situación. Y trata por todos los medios de devolverle la vida y la alegría al que una vez fue un pueblo alegre y próspero.

En la fiesta de compromiso que la Reina hace para casarse con el apuesto, joven y rico príncipe, encantado con la pócima de "amor de cachorrito", que antes usó con el rey hasta que la consumió en su totalidad, se "cuela" Blancanieves para bailar con el príncipe y pedirle que la ayude a liberar a su pueblo de la dictadura de la Reina.

La relectura de Tarsem Singh sobre el cuento clásico de los hermanos Grimm, versioneado por Melissa Wallack y Jason Keller, se adelanta a la más seria -pero también novedosa- "Blancanieves y la leyenda del cazador", con Kristen Stewart y Charlize Theron en los personajes aquí interpretados por Collins y Roberts. En la línea satírica de la iconoclasta saga "Shrek", "Mirror, mirror / Espejito, espejito" se estrena ahora en Europa antes que en Norteamérica o América Latina, a donde llegará a partir del próximo fin de semana.

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