Reportaje: "John Carter", un imaginativo viaje... lleno de riesgos

por © Redacción-NOTICINE.com
'John Carter'


Es el estreno más caro de esta primera parte de 2012 y puede convertirse en un sonoro fracaso para Disney, aunque sobre el papel, y el vísperas de su llegada a salas en casi todo el mundo, haya un rayo de esperanza: No es tan mala como parecía.... "John Carter" ha sido un quebradero de cabeza para el estudio de Mickey y un coladero de dólares. Entre el costo de producción y el de publicidad, se han gastado 350 millones de dólares, que no resultarán nada fáciles de recuperar para un film sin estrella al frente, con una historia que no suena muy original ni brinda referencias a la mayoría de los espectadores y unos efectos especiales tan caros como poco novedosos. Bueno, al menos es en 3D...

Edgar Rice Burroughs, el padre literario de Tarzán, fue el autor de las novelas de Carter, la primera de las cuales, "Una princesa de Marte", se publicó en la segunda década del pasado siglo. Su protagonista es un capitán confederado en la guerra civil norteamericana, John Carter (Taylor Kitsch) que se ve extrañamente teletransportado al planeta Marte, conocido como Barsoom por los nativos, en el que comenzarán sus increíbles aventuras al ser hecho prisionero de los hombres verdes primero, convertirse después en héroe guerrero y conocer a la bella princesa marciana Dejah Thoris (Lynn Collins) y al que será su aliado, el guerrero Tars Tarkas (Willem Dafoe convertido en criatura digital) .

Su autor escribió una decena de novelas de este héroe humano en Marte, por lo que en tiempos de franquicias, y con la tecnología disponible para hacer realidad cualquier fantasía, Hollywood pensó que más vale tarde que nunca y se acordó de John Carter, cuyas andanzas sin duda influenciaron a otras obras literarias y cinematográficas, como "La guerra de las galaxias", "Dune" o "Avatar".

No es que nadie hubiera reparado antes en esta materia prima entre la ciencia-ficción y la aventura. Se intentó hacer una versión en dibujos animados en los años 30, el maestro del "stop motion" Ray Harryhausen también se interesó por una adaptación con imagen real y personajes animados fotograma a fotograma 20 años después. Ya en los 80, Disney se hizo con los derechos de las novelas y anunció que John McTiernan dirigiría la película con Tom Cruise como protagonista. Pero el barco no llegó a puerto y la Paramount tomó el testigo, mareó la perdiz con potenciales directores como Robert Rodríguez, Kerry Conran y Jon Favreau, hasta que el tiempo pasó y los derechos revertieron en Disney, quien por fín se tomó en serio -tal vez animada por el suceso de "Avatar"- el proyecto hace algo más de dos años.

En una película donde gran parte de los personajes no son de carne y hueso sino de pixeles, qué mejor que contar con la complicidad de los especialistas dentro de su imperio, la gente de Pixar. Así, el realizador Andrew Stanton ("Wall-E", "Buscando a Nemo") asumió la realización. Hasta aquí todo iba bien... pero luego las cosas empezaron a volverse menos claras.

Cruise ya era un astro taquillero cuando pudo convertirse en Carter hace tres décadas, pero al pobre de Taylor Kitsch apenas se le conoce, tampoco es que Lynn Collins nade en popularidad, y el único rostro reconocible del elenco, el de Dafoe, no sale... ¿Quisieron ahorrarse en sueldos de actores lo que iban a gastar en horas de potentes ordenadores y artistas de los efectos digitales?

Por otro lado, convengamos en que por mucho que la fuente original tuviera su popularidad casi un siglo atrás, para la mayoría de los jóvenes espectadores actuales ni Rice Burroughs ni John Carter suenan, de manera que estaban invirtiendo en un material "casi" virgen, mientras que cifras tan millonarias sólo se invierten en personajes mucho más conocidos (verbigratia Harry Potter) o en clásicos transgeneracionales como "El señor de los anillos".

Otro problema es que el contenido en sí ha sido ya tantas veces "fusilado" por escritores y guionistas, que podría sonar a "dejà vu". Nadie queda ya boquiabierto al ver a un humano pelearse con gigantescas criaturas por muy bien pixelizadas que estén.

El rodaje resultó complicado y los costos se dispararon hasta 250 millones. A alguien se le ocurrió que era mejor quitarle el apellido al título ("John Carter of Mars", como el ultimo de los libros del autor), pensando en que la animada "Marte necesita madres" fue un sonoro fracaso y el planeta rojo podía gafar el asunto. Así se quedó en "John Carter" cuando ya se había iniciado la campaña de marketing.

Los gritos y susurros en torno a la cinta han sido mayoritariamente negativos, llámenlo falta de fe, riesgo excesivo, miedo a recientes "pinchazos" del género como "Cowboys & aliens"... y a pesar de los 100 millones suplementarios invertidos en la campaña promocional, a estas alturas hay bastante desconfianza. Por suerte las críticas no han resultado tan malas como algunos esperaban, con una división de opiniones decantada por los favorables (60% según la web de recopilación de críticas Rottentomatoes).

Variety apunta a que Disney ha preparado un lanzamiento simultáneo en la mayor parte del mundo (salvo China y Japón), que sólo en EEUU acaparará más de 3500 pantallas, muchas de ellas 3D, y que para considerarse satisfecha debería debutar por encima de los 50 millones en este su primer fin de semana.

Hollywood no está para gastos excesivos, y ahora la tendencia apunta a películas baratas y sin estrellas pero con amplio potencial comercial y bajo riesgo. De hecho los grandes éxitos de taquilla de este año, salvo la reciente "Lorax", han tenido bajos presupuestos. "Project X", "Chronicle", "Act of valor" y "Devil inside" costaron entre todas menos de 30 millones, y han rendido ya más de 250...

La misma Disney hace no tantos meses dio un tajo importante al multimillonario film de Bruckeimer-Verbinski-Depp "El Llanero Solitario", para pasar de 250 a 175 millones de dólares de presupuesto, y lo hizo con el fracaso de "Cowboys & aliens" en mente. Un film con esos costos debería recaudar en todo el mundo no menos de 500-600 millones para empezar a pensar en beneficios, y esa cifra no la consigue cualquiera. En el caso de "John Carter", si el conocimiento es bastante escaso sobre la existencia del personaje, fuera es todavía menor, de manera que no se pueden tener muchas esperanzas de que los ingresos foráneos superarán en mucho a los nacionales.

Saldremos de dudas este domingo...

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