George Clooney quiere recuperar el "espíritu de los 60 y 70" para Hollywood
- por © Redacción-NOTICINE.com
5-VI-03
George Clooney, de gira internacional para promover el lanzamiento en mercados foráneos de su primera película como realizador, "Confessions of a dangerous mind", asegura en una entrevista publicada por el último número de la revista Le Film Français que tanto su socio Steven Soderbergh como él aspiran a introducir de nuevo en la industria de Hollywood "lo que Coppola o Lucas iniciaron en los 70: aprovechar su renombre para favorecer el acceso de los verdaderos autores a los grandes estudios. Nuestro papel es de protección, al estilo de una incubadora. Como productores tenemos un acuerdo con Warner y poseemos el "final cut" (montaje final) de las películas que hacemos, y a su vez se lo trasladamos a los directores. Así mismo hice con mi propia película "Confessions..." en Miramax".
A la hora de ponerse tras la cámara, Clooney se remite a ese pasado y dice estar influenciado por los directores que han trabajado con él, como Soderbergh, Robert Rodriguez o los hermanos Coen. "Creo que tanto ellos como yo quisiéramos recuperar el estilo del gran cine americano de los 60 y 70: Mike Nichols, Alan J. Pakula, Hal Hashby, Bob Fosse... He intentado con "Confessions of a dangerous mind" inspirarme en su estilo, en esa forma que tenían de convertir a la cámara en un personaje más de la acción. Chuck Barris, mi personaje central, no evoluciona, no pasa por ningún proceso moral, y por tanto tiene que ver con aquellos protagonistas de los 70. Para mí una referencia esencial de aquel cine es "Conocimiento carnal", de Mike Nichols", afirma el protagonista de "Ocean's eleven".
Niega George Clooney que lleve como actor una carrera errática: "Algunos piensan que me da igual una cosa que otra porque hago películas muy comerciales y otras independientes, baratas y con directores desconocidos, pero no es cierto. La televisión y el cine han dado una imagen de mí con la que no acabo de sentirme identificado. Para mí, sobre todo lo importante es disfrutar con el trabajo que hago, y por eso reniego de bastantes pocas cosas del pasado. Obviamente, cuando empezaba hice cualquier cosa, pero necesitaba comer. Sin embargo, guardo un gran recuerdo de esa época. También disfruté mucho haciendo "Urgencias " (E.R.), que fue la serie de TV que me dio a conocer al gran público, además de brindarme muchas alegrías como actor. Es también la búsqueda de un placer personal lo que me hace ahora trabajar con los hermanos Coen o Steven Soderbergh. Desde luego, no forma parte de una estrategia. Nunca me he planteado: "Mira, voy a hacer una película barata de autor para sorprender al público y los críticos y acudir con ella al Festival de Cannes...", dice el actor norteamericano.
Respecto de la motivación para realizar por vez primera una película, Clooney habla de casualidades: "En principio no tenía un deseo auténtico de dirigir tarde o temprano. Me ofrecieron el guión de "Confessions of a dangerous mind" hace cinco o seis años, y era el mejor que he podido leer en mucho tiempo. Muchos directores y actores estuvieron relacionados con el proyecto, y se hicieron diferentes versiones del texto, sin que llegara a hacerse. Finalmente, decidí ocuparme yo, retomando el guión original. Renuncié a mis salarios como actor (tiene un papel secundario) y productor y me puse a dirigirla, porque quería por encima de todo que se hiciera la película".
"Confessions of a dangerous mind" se basa en la autobiografía de Chuck Barris, presentador de concursos televisivos en los años 70 que aseguraba ganarse también la vida como asesino a sueldo de la CIA. "El desafío para mí -afirma Clooney- no era hacer una biografía fiel sino convertir a Barris en un auténtico personaje de película, para que pudiera ser entendido fuera de Estados Unidos, donde nadie lo conoce. He querido mostrar la andadura de un hombre que nunca consiguió manejar su vida y acabó perdiéndose totalmente".
El protagonista de "La tormenta perfecta" lleva más tiempo ejerciendo como productor. "En este caso -recuerda- tampoco había una previa vocación de mi parte, sino que fue el acceso a guiones y el encuentro personal con gente lo que me empujó a implicarme en proyectos como "Bienvenidos a Collinwood", de Anthony y Joe Russo; "Memento", de Christopher Nolan, o "Lejos del paraíso", de Todd Haynes. Digamos que en cualquier caso intento aprovecharme al máximo del sistema de Hollywood. Por supuesto, los estudios nos proponen constantemente guiones de lo que ellos creen serán "taquillazos" y no tienen la valentía de producir películas más díficiles o intimistas. Mi socio Steven Soderbergh y yo, realmente, nunca hemos pensado en hacer títulos que den 500 millones en taquilla...".
George Clooney, de gira internacional para promover el lanzamiento en mercados foráneos de su primera película como realizador, "Confessions of a dangerous mind", asegura en una entrevista publicada por el último número de la revista Le Film Français que tanto su socio Steven Soderbergh como él aspiran a introducir de nuevo en la industria de Hollywood "lo que Coppola o Lucas iniciaron en los 70: aprovechar su renombre para favorecer el acceso de los verdaderos autores a los grandes estudios. Nuestro papel es de protección, al estilo de una incubadora. Como productores tenemos un acuerdo con Warner y poseemos el "final cut" (montaje final) de las películas que hacemos, y a su vez se lo trasladamos a los directores. Así mismo hice con mi propia película "Confessions..." en Miramax".
A la hora de ponerse tras la cámara, Clooney se remite a ese pasado y dice estar influenciado por los directores que han trabajado con él, como Soderbergh, Robert Rodriguez o los hermanos Coen. "Creo que tanto ellos como yo quisiéramos recuperar el estilo del gran cine americano de los 60 y 70: Mike Nichols, Alan J. Pakula, Hal Hashby, Bob Fosse... He intentado con "Confessions of a dangerous mind" inspirarme en su estilo, en esa forma que tenían de convertir a la cámara en un personaje más de la acción. Chuck Barris, mi personaje central, no evoluciona, no pasa por ningún proceso moral, y por tanto tiene que ver con aquellos protagonistas de los 70. Para mí una referencia esencial de aquel cine es "Conocimiento carnal", de Mike Nichols", afirma el protagonista de "Ocean's eleven".
Niega George Clooney que lleve como actor una carrera errática: "Algunos piensan que me da igual una cosa que otra porque hago películas muy comerciales y otras independientes, baratas y con directores desconocidos, pero no es cierto. La televisión y el cine han dado una imagen de mí con la que no acabo de sentirme identificado. Para mí, sobre todo lo importante es disfrutar con el trabajo que hago, y por eso reniego de bastantes pocas cosas del pasado. Obviamente, cuando empezaba hice cualquier cosa, pero necesitaba comer. Sin embargo, guardo un gran recuerdo de esa época. También disfruté mucho haciendo "Urgencias " (E.R.), que fue la serie de TV que me dio a conocer al gran público, además de brindarme muchas alegrías como actor. Es también la búsqueda de un placer personal lo que me hace ahora trabajar con los hermanos Coen o Steven Soderbergh. Desde luego, no forma parte de una estrategia. Nunca me he planteado: "Mira, voy a hacer una película barata de autor para sorprender al público y los críticos y acudir con ella al Festival de Cannes...", dice el actor norteamericano.
Respecto de la motivación para realizar por vez primera una película, Clooney habla de casualidades: "En principio no tenía un deseo auténtico de dirigir tarde o temprano. Me ofrecieron el guión de "Confessions of a dangerous mind" hace cinco o seis años, y era el mejor que he podido leer en mucho tiempo. Muchos directores y actores estuvieron relacionados con el proyecto, y se hicieron diferentes versiones del texto, sin que llegara a hacerse. Finalmente, decidí ocuparme yo, retomando el guión original. Renuncié a mis salarios como actor (tiene un papel secundario) y productor y me puse a dirigirla, porque quería por encima de todo que se hiciera la película".
"Confessions of a dangerous mind" se basa en la autobiografía de Chuck Barris, presentador de concursos televisivos en los años 70 que aseguraba ganarse también la vida como asesino a sueldo de la CIA. "El desafío para mí -afirma Clooney- no era hacer una biografía fiel sino convertir a Barris en un auténtico personaje de película, para que pudiera ser entendido fuera de Estados Unidos, donde nadie lo conoce. He querido mostrar la andadura de un hombre que nunca consiguió manejar su vida y acabó perdiéndose totalmente".
El protagonista de "La tormenta perfecta" lleva más tiempo ejerciendo como productor. "En este caso -recuerda- tampoco había una previa vocación de mi parte, sino que fue el acceso a guiones y el encuentro personal con gente lo que me empujó a implicarme en proyectos como "Bienvenidos a Collinwood", de Anthony y Joe Russo; "Memento", de Christopher Nolan, o "Lejos del paraíso", de Todd Haynes. Digamos que en cualquier caso intento aprovecharme al máximo del sistema de Hollywood. Por supuesto, los estudios nos proponen constantemente guiones de lo que ellos creen serán "taquillazos" y no tienen la valentía de producir películas más díficiles o intimistas. Mi socio Steven Soderbergh y yo, realmente, nunca hemos pensado en hacer títulos que den 500 millones en taquilla...".