Bob Hope cumple 100 años
- por © Redacción-NOTICINE.com
29-V-03
Sin su presencia física, dada su mala salud, el mundo del espectáculo norteamericano celebró este jueves el cumpleaños número 100 del actor y comediante Bob Hope, ganador de cinco Oscars y muy popular durante más de 8 décadas de trabajo en teatros, radio, cine y televisión. Conservador, amante del golf y la pesca, el protagonista de "Camino de Río" lleva tiempo retirado y con problemas en la vista y el oído. Sin embargo, han sido miles los admiradores que han felicitado al considerado ya "ciudadano del siglo", quien celebró su onomástica en la intimidad familiar, rodeado por su esposa Dolores (con quien contrajo matrimonio en los años 30), que esta semana cumplió a su vez 94 años, y los cuatro hijos que adoptaron a lo largo de su prolongada convivencia.
Puede que su apellido le predestinara a llevar esperanza allí donde es difícil conservarla, a los campos de batalla. Una de las actividades que han caracterizado de manera especial la carrera de Hope frente a otros cómicos ha sido su permanente colaboración con el ejército norteamericano para acudir allá donde estuvieran las tropas y montar un espectáculo en el que con frecuencia participaban atractivas colegas de la pantalla, como Jayne Mansfield, Raquel Welch o Brooke Shields. Primero en la II Guerra Mundial, y luego Corea, Vietnam o el Golfo Pérsico han sido sólo algunos de los escenarios del imperialismo yanqui por donde el actor y humorista ha dejado muestra de su talento en el escenario. Se calcula que entretuvo a 10 millones de soldados a lo largo de más de medio siglo, logrando un reconocimiento de las fuerzas armadas jamás han concedido a otro civil en EEUU, el de veterano de guerra honorario.
Sin embargo, Leslie Townes Hope no nació en Norteamérica, sino en Londres, la capital británica, el 29 de mayo de 1903. Pocos, no obstante, pueden negarle su condición de norteamericano, ya que su familia se afincó en Cleveland (Ohio), cuando él contaba con sólo cuatro años. Siendo un chaval empezó a bailar y a contar chistes, cambio su nombre por el de Bob y debutó en Broadway en los primeros años 30. Esa misma década, tras trabajar en la radio probó suerte en la gran pantalla, con varios compañeros de viaje, entre los que destacaron Bing Crosby y Dorothy Lamour. Entre sus comedias, muchas de ellas musicales, son recordadas "El gato y el canario", "El castillo maldito", "Mi rubia favorita", "La princesa y el pirata", "Faldas de acero", "Soltero en el paraíso" y la larga saga de títulos que originalmente empezaban por "Road to...", seguido por nombres de exóticos emplazamientos como Singapur, Río, Bali, Marruecos, Zanzibar..., aunque todas fueron rodadas en estudio.
Sus biógrafos difieren en el número de premios recibidos a lo largo de su prolongada carrera, que terminó oficialmente en 1996. Se habla de entre 1.500 o 2.000 galardones, pero lo indiscutible es que en el libro Guinness sigue figurando como el artista más recompensado. También es evidente que nunca ha perdido el sentido del humor. Cuando un amigo, recordándole su edad, le sugirió que se retirara para dedicarse a la pesca, él respondió que la idea le parecía maravillosa salvo por que los peces "no aplauden". Hace poco, comentaba: "Soy tan viejo que ya cancelé mi tipo de sangre".
Sin su presencia física, dada su mala salud, el mundo del espectáculo norteamericano celebró este jueves el cumpleaños número 100 del actor y comediante Bob Hope, ganador de cinco Oscars y muy popular durante más de 8 décadas de trabajo en teatros, radio, cine y televisión. Conservador, amante del golf y la pesca, el protagonista de "Camino de Río" lleva tiempo retirado y con problemas en la vista y el oído. Sin embargo, han sido miles los admiradores que han felicitado al considerado ya "ciudadano del siglo", quien celebró su onomástica en la intimidad familiar, rodeado por su esposa Dolores (con quien contrajo matrimonio en los años 30), que esta semana cumplió a su vez 94 años, y los cuatro hijos que adoptaron a lo largo de su prolongada convivencia.
Puede que su apellido le predestinara a llevar esperanza allí donde es difícil conservarla, a los campos de batalla. Una de las actividades que han caracterizado de manera especial la carrera de Hope frente a otros cómicos ha sido su permanente colaboración con el ejército norteamericano para acudir allá donde estuvieran las tropas y montar un espectáculo en el que con frecuencia participaban atractivas colegas de la pantalla, como Jayne Mansfield, Raquel Welch o Brooke Shields. Primero en la II Guerra Mundial, y luego Corea, Vietnam o el Golfo Pérsico han sido sólo algunos de los escenarios del imperialismo yanqui por donde el actor y humorista ha dejado muestra de su talento en el escenario. Se calcula que entretuvo a 10 millones de soldados a lo largo de más de medio siglo, logrando un reconocimiento de las fuerzas armadas jamás han concedido a otro civil en EEUU, el de veterano de guerra honorario.
Sin embargo, Leslie Townes Hope no nació en Norteamérica, sino en Londres, la capital británica, el 29 de mayo de 1903. Pocos, no obstante, pueden negarle su condición de norteamericano, ya que su familia se afincó en Cleveland (Ohio), cuando él contaba con sólo cuatro años. Siendo un chaval empezó a bailar y a contar chistes, cambio su nombre por el de Bob y debutó en Broadway en los primeros años 30. Esa misma década, tras trabajar en la radio probó suerte en la gran pantalla, con varios compañeros de viaje, entre los que destacaron Bing Crosby y Dorothy Lamour. Entre sus comedias, muchas de ellas musicales, son recordadas "El gato y el canario", "El castillo maldito", "Mi rubia favorita", "La princesa y el pirata", "Faldas de acero", "Soltero en el paraíso" y la larga saga de títulos que originalmente empezaban por "Road to...", seguido por nombres de exóticos emplazamientos como Singapur, Río, Bali, Marruecos, Zanzibar..., aunque todas fueron rodadas en estudio.
Sus biógrafos difieren en el número de premios recibidos a lo largo de su prolongada carrera, que terminó oficialmente en 1996. Se habla de entre 1.500 o 2.000 galardones, pero lo indiscutible es que en el libro Guinness sigue figurando como el artista más recompensado. También es evidente que nunca ha perdido el sentido del humor. Cuando un amigo, recordándole su edad, le sugirió que se retirara para dedicarse a la pesca, él respondió que la idea le parecía maravillosa salvo por que los peces "no aplauden". Hace poco, comentaba: "Soy tan viejo que ya cancelé mi tipo de sangre".