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En los años 90, "Scream" irrumpió para revitalizar el alicaído cine de terror. Su clave era burlarse de los lugares comunes de las cintas que suscriben a este género, consiguiendo una dosis exacta de humor y suspense, salpicada por sagaces apuntes sobre esas reglas del juego que se imponen. A quince años de aquella primera entrega transformada en trilogía, el realizador Wes Craven vuelve a ponerse detrás de cámara, contando con Kevin Williamson como guionista y los "sobrevivientes" Neve Campbell, Courteney Cox y David Arquette como protagonistas, para realizar "Scream 4", que acaba de llegar a las pantallas iberoamericanas.

Once años han pasado desde el último capítulo de "Scream". Mucha agua ha corrido bajo el puente, las sagas y los remakes han proliferado, y de eso toma cuenta "Scream 4". Rápidamente, en sus primeros minutos de metraje el film resume con inteligencia y humor la actualidad de un género que ha virado a la tortura pornográfica y se ha inundado de almas de niñas orientales, como se encarga de indicar una de esas rubias tan atractivas como tontas que no deben faltar en toda película de terror que se precie de tal.

Es a sus bases -justamente- que pretende retornar la película, al igual que el personaje de Sidney Prescott (Campbell), quien tras diez años de ausencia regresa al pueblo de Woodsboro para presentar un libro sobre su traumática experiencia, para ayudar a otras personas en similar situación. Pero el lugar la recibe con una ola de crímenes que remiten a los asesinatos cometidos previamente. Así, Sidney se enfrentará una vez más a Ghostface, contando con la ayuda del ahora sheriff Dewey (Arquette) y la retirada periodista y escritora en pleno bloqueo Gale Weathers (Cox), quien ve en este suceso su oportunidad de volver a la acción.

"Hay que regresar con algo que realmente justifique ese regreso. Te estás dirigiendo a una generación de jóvenes seguidores, pero también a la que ha estado siguiéndote a lo largo de las tres anteriores, y de toda una década de otros films. Hay que ser tan bueno como en todas esas películas, o incluso mejor", sostuvo Craven sobre esta nueva cinta, donde integra una nueva generación de personajes: un grupo de adolescentes que ha crecido escuchando sobre los famosos crímenes de Woodsboro y fanatizados con la saga "Stab", basada en los libros que Gale escribió sobre los sucesos.

Los actores que interpretan los nuevos roles son jóvenes en ascenso, algunos ya conocidos como Emma Roberts, Hayden Panettiere o Rory Culkin.

Siendo "Scream" una saga que se amolda a los tiempos, la película se adentra en temas que retratan a la sociedad actual, como el uso de la tecnología y la obsesión por la fama. En entrevista con Buzzine, Campbell opinó sobre el nuevo concepto de celebridad en el que ahonda el film: "Realmente ha cambiado con los realities televisivos. Es más sencillo ser famoso hoy en día, y por nada. Así que pienso que la mentalidad definitivamente cambió. Me parece un poco triste. Pero es lo que es, y la gente ama los realities televisivos, y amamos las revistas de cotilleo. No nos impresionan demasiado nuestros políticos, y buscamos otras cosas que mirar de alguna manera. Si es saludable, no lo sé, pero definitivamente ha cambiado".

Para Campbell, volver a meterse en la piel de una de las heroínas clásicas del cine de género no representó ninguna dificultad. "Hemos hecho estos personajes durante 15 años, así que no es difícil meterse en ellos. Me divertí viendo las películas nuevamente antes de comenzar esta, para captarle el sentido y fue realmente lindo ver que todavía se sostienen muy bien. No fue difícil meterme en el personaje. Con Sidney es simplemente imaginarse sus circunstancias y hacerlo", dijo la actriz.

Para los "veteranos" del grupo fue una sensación de reunión familiar volver a trabajar juntos. "La gente siempre habla de revivir cosas pasadas, pero ésta era una experiencia que estaba de verdad esperando que se hiciera realidad un día, porque en la primera de las tres nos lo pasamos realmente en grande", recordó Cox. Algo similar le ocurrió a su ex pareja Arquette: "En este negocio, no se obtiene esta experiencia muy a menudo. Te ves trabajando con gente con la que estuviste haciéndolo hace dieciséis años. Se trata de algo especial".

Por su parte, Craven indicó que la nueva colaboración afianza y enriquece el trabajo en conjunto: "Creo que sé cómo lograr de ellos lo mejor, y al mismo tiempo, en cierto sentido, ellos saben cómo obtener de mí también lo mejor. Los personajes son célebres y ricos en matices. Me encantaría trabajar con ellos una y otra vez".

"Scream 4" se lanzó el pasado viernes en Estados Unidos logrando una recaudación por debajo de las previsiones, al sumar 19,27 millones de dólares en 3.300 salas. Una cifra poco alentadora pero que sin embargo no lastima a una producción hecha con apenas -para los cánones de Hollywood- 40 millones de dólares.

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