Los Oscars serán más sobrios, sin alfombra roja, y estarán sometidos a la actualidad bélica
- por © Redacción-NOTICINE.com
19-III-03
Menos sonrisas, pocas fotos, ninguna entrevista... La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood rediseña la que será su 75 edición de los Oscars, que previsiblemente coincidirá con los primeros días del ataque norteamericano a Irak. Calificada como la "primera pasarela de moda del mundo", la famosa caminata por la alfombra roja que conduce a la entrada del recinto donde se entregan las estatuillas (desde el año pasado el Teatro Kodak), se reducirá a su mínima expresión. Las entrevistas se han prohibido -quizás para evitar algunas opiniones negativas sobre lo que se prevee como el bombardeo más intenso de la historia- y prensa y fans se mantendrán a prudencial distancia de unos astros que recorrerán la moqueta mucho más rápido que de costumbre. El presidente de la Academia, Frank Pierson, y el productor de la gala, Gil Cates, hablaron este martes sobre los cambios que sufrirá el evento más glamouroso del año, salpicado esta vez por la sangre de los muertos irakíes y norteamericanos.
En realidad, cualquier planteamiento teórico en este momento tiene pocas garantías de certeza. La última palabra la tienen Bush y sus altos oficiales. Cates asume que la retransmisión de la ceremonia a través de la cadena ABC puede alterarse considerablemente en función de las noticias que lleguen del Golfo Pérsico. La actualidad tiene preferencia, por mucho que los anunciantes hayan pagado más de un millón de dólares por cada "spot" de 30 segundos. Si hay muchas interrupciones a requerimiento de los informativos, será precisamente la publicidad la que pague el pato, reduciendo los beneficios de la Academia y la cadena de TV.
Gil Cates, antes de someterse a las preguntas de los periodistas, leyó un comunicado en el que decía que a pesar de algunos, la ceremonia seguirá teniendo lugar como estaba previsto, a partir de las 17,30 horas en Los Angeles del domingo 23. Se han rechazado las presiones de los que sugerían un retraso hasta la próxima semana, en acuerdo común entre ABC y la Academia. Pero los espectadores no sólo deben estar prevenidos para cortes sorpresivos ante informaciones llegadas del campo de batalla, sino que la gala en sí tendrá este año un tono diferente, "más sobrio" según Cates. Sin embargo, la mayor nota de originalidad dadas las circunstancias será ver a los famosos bajarse de sus limusinas mucho más cerca de la puerta, y entrar en el Kodak sin atender a la prensa ni posar para fotógrafos y cámaras de TV.
El comunicado de la Academia sugiere que esta decisión tiene que ver con peticiones de los propios interesados, aunque a nadie se le escapa que ese momento sería propicio para declaraciones pacifistas incómodas cuando la maquinaria militar USA aplaste e militares y civiles iraquíes. Candidatos no norteamericanos como Nicole Kidman ("Las horas") y Daniel Day-Lewis ("Gangs of New York") ya habían manifestado previamente en declaraciones de prensa que no tendrán demasiadas ganas de exhibirse sonrientes y felices mientras en la otra parte del mundo mueren miles de personas.
El guión de la ceremonia también está siendo modificado, especialmente el inicial monólogo del maestro de ceremonias, este año otra vez Steve Martin. "Cualquier frivolidad en una noche en la que nuestras tropas pueden estar en sangriente combate sería absolutamente inapropiada", dijo Frank Pierson.
Respecto de la gala en sí, la recepción de votos de los académicos finalizó este martes a las 17 horas en Los Angeles, y los especialistas de la consultora Price Waterhouse Coopers ya están escrutando las más de 5.000 previsibles papeletas con los favoritos de cada cual. Según la prensa norteamericana, en la mayoría de ellas se repite un título, "Chicago", el musical más exitoso de los últimos tiempos. Incluso al otro lado del océano, en Gran Bretaña, la casa de apuestas londinense Ladbrokes Ltd., ya no acepta las favorables a "Chicago", que consideran segura ganadora. Por otro lado, el candidatado al Oscar extranjero Aki Kaurismaki ("El hombre sin pasado") ha mandado una carta a la Academia diciendo que no acudirá a la gala como protesta por lo que considera un "genocidio" que EEUU va a llevar a cabo "por motivos económicos". En cualquier caso, nos enfrentamos este año a una entrega de los Oscars más incierta que nunca... aunque por motivos extracinematográficos.
Menos sonrisas, pocas fotos, ninguna entrevista... La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood rediseña la que será su 75 edición de los Oscars, que previsiblemente coincidirá con los primeros días del ataque norteamericano a Irak. Calificada como la "primera pasarela de moda del mundo", la famosa caminata por la alfombra roja que conduce a la entrada del recinto donde se entregan las estatuillas (desde el año pasado el Teatro Kodak), se reducirá a su mínima expresión. Las entrevistas se han prohibido -quizás para evitar algunas opiniones negativas sobre lo que se prevee como el bombardeo más intenso de la historia- y prensa y fans se mantendrán a prudencial distancia de unos astros que recorrerán la moqueta mucho más rápido que de costumbre. El presidente de la Academia, Frank Pierson, y el productor de la gala, Gil Cates, hablaron este martes sobre los cambios que sufrirá el evento más glamouroso del año, salpicado esta vez por la sangre de los muertos irakíes y norteamericanos.
En realidad, cualquier planteamiento teórico en este momento tiene pocas garantías de certeza. La última palabra la tienen Bush y sus altos oficiales. Cates asume que la retransmisión de la ceremonia a través de la cadena ABC puede alterarse considerablemente en función de las noticias que lleguen del Golfo Pérsico. La actualidad tiene preferencia, por mucho que los anunciantes hayan pagado más de un millón de dólares por cada "spot" de 30 segundos. Si hay muchas interrupciones a requerimiento de los informativos, será precisamente la publicidad la que pague el pato, reduciendo los beneficios de la Academia y la cadena de TV.
Gil Cates, antes de someterse a las preguntas de los periodistas, leyó un comunicado en el que decía que a pesar de algunos, la ceremonia seguirá teniendo lugar como estaba previsto, a partir de las 17,30 horas en Los Angeles del domingo 23. Se han rechazado las presiones de los que sugerían un retraso hasta la próxima semana, en acuerdo común entre ABC y la Academia. Pero los espectadores no sólo deben estar prevenidos para cortes sorpresivos ante informaciones llegadas del campo de batalla, sino que la gala en sí tendrá este año un tono diferente, "más sobrio" según Cates. Sin embargo, la mayor nota de originalidad dadas las circunstancias será ver a los famosos bajarse de sus limusinas mucho más cerca de la puerta, y entrar en el Kodak sin atender a la prensa ni posar para fotógrafos y cámaras de TV.
El comunicado de la Academia sugiere que esta decisión tiene que ver con peticiones de los propios interesados, aunque a nadie se le escapa que ese momento sería propicio para declaraciones pacifistas incómodas cuando la maquinaria militar USA aplaste e militares y civiles iraquíes. Candidatos no norteamericanos como Nicole Kidman ("Las horas") y Daniel Day-Lewis ("Gangs of New York") ya habían manifestado previamente en declaraciones de prensa que no tendrán demasiadas ganas de exhibirse sonrientes y felices mientras en la otra parte del mundo mueren miles de personas.
El guión de la ceremonia también está siendo modificado, especialmente el inicial monólogo del maestro de ceremonias, este año otra vez Steve Martin. "Cualquier frivolidad en una noche en la que nuestras tropas pueden estar en sangriente combate sería absolutamente inapropiada", dijo Frank Pierson.
Respecto de la gala en sí, la recepción de votos de los académicos finalizó este martes a las 17 horas en Los Angeles, y los especialistas de la consultora Price Waterhouse Coopers ya están escrutando las más de 5.000 previsibles papeletas con los favoritos de cada cual. Según la prensa norteamericana, en la mayoría de ellas se repite un título, "Chicago", el musical más exitoso de los últimos tiempos. Incluso al otro lado del océano, en Gran Bretaña, la casa de apuestas londinense Ladbrokes Ltd., ya no acepta las favorables a "Chicago", que consideran segura ganadora. Por otro lado, el candidatado al Oscar extranjero Aki Kaurismaki ("El hombre sin pasado") ha mandado una carta a la Academia diciendo que no acudirá a la gala como protesta por lo que considera un "genocidio" que EEUU va a llevar a cabo "por motivos económicos". En cualquier caso, nos enfrentamos este año a una entrega de los Oscars más incierta que nunca... aunque por motivos extracinematográficos.