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14-II-03

Amada y odiada, triunfadora en la música y fracasada en la mayoría de sus experiencias en el cine, madre y símbolo sexual a veces ambiguo, norteamericana que prefiere vivir en Gran Bretaña y se opone a un ataque bélico a Irak, transgresora e integrada. Se diría que la controversia o la paradoja es una constante en la vida de Madonna Louise Veronica Ciccone, nacida hace 44 años en Bay City (Michigan). Ahora llega a España "Barridos por la marea" (Swept Away), una comedia escrita y dirigida por su actual marido, el británico Guy Ritchie, dilapidada por la crítica, despreciada por el público norteamericano y en Gran Bretaña condenada anticipadamente al vídeo.

Se estrenó el pasado octubre en Estados Unidos, consiguiendo la rara unanimidad de espantar a la crítica ("atroz", "Superflua", "debacle", "video playero"... fueron algunos de los calificativos que le dedicaron) y al público. A pesar de la popularidad musical de Madonna en su país natal, la cinta sólo ha recaudado 600.000 dólares, y Sony/Columbia, que compró los derechos internacionales, ha decidido en vista del éxito cancelar el estreno en Gran Bretaña del film, "remake" de uno italiano de los 70 dirigido por Lina Wertmüller. Los admiradores de la artista tendrán en ese país que esperar al verano para que salga en vídeo y DVD esta historia de una mujer rica que se enamora de un marinero comunista, con el que naufraga en una isla desierta del Mediterraneo.

La noticia es un nuevo punto negro en el curriculum de Madonna como actriz, cuyo inicio fue quizás lo más brillante, a pesar de que en "Buscando a Susan desesperadamente" (1985) Rosanna Arquette le "robó" la mayor parte de los planos que rodaron juntas. Desde entonces, sus pasos en la gran pantalla no han sido apreciados, especialmente por la crítica, a pesar de esforzarse en buscar personajes aunque sean mínimos con directores de prestigio (Woody Allen, Spike Lee, Abel Ferrara...). Dicen sus detractores que en las dos películas en que mejor está -la ya citada de su debut y "Evita"- los buenos resultados tienen sobre todo que ver con la falta de diálogos de los personajes. La relación de esta cantante capaz de vender 155 millones de discos en todo el mundo con el cine está llena de palos de ciego, frustraciones (muchos buenos papeles rechazados o nunca conseguidos) y claros fracasos comerciales. "¿Quién es esa chica?" y "Shanghai surprise" estuvieron muy lejos de sus expectativas, y lo mismo podríamos decir de "El cuerpo del delito". Hace años que sus apariciones en la gran pantalla, quizás por puro realismo asumido, se limitan a personajes secundarios (la vimos nueva y brevemente en el último Bond).