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13-II-03

Surgida en una década, los años 50, en la que las rubias rutilantes y curvilíneas reinaban desde la gran pantalla, Kim Novak, que este jueves 13 de febrero ha cumplido 70 años, fue capaz de demostrar que además de belleza tenía carisma y talento como actriz. Tal vez su colega Marilyn Monroe, de no haber muerto y ser hoy todo un mito, estaría como ella semi retirada y peinando canas teñidas en un rancho. Nacida en Chicago el 13 de febrero de 1933 y bautizada como Marilyn Pauline Novak, vió su nombre transformado precisamente por culpa de la Monroe, cuando Henry Cohn, productor de la Universal, aspiraba a convertirla en su competidora. Pero, a diferencia de la famosa Norma Jean, Kim dispuso de más años y quizás más temperamento y dominio de sí misma como para diversificar su carrera, y casi desde el principio. De hecho, cuando tras ser modelo empezó en el cine a mediados de los 50, tras dramas demostraron que aparte de "sexy" aquella chica tenía talento: Se titularon "El hombre del brazo de oro", "Picnic" y "The Eddy Duchin story".

Sin embargo, tampoco se le resistían las comedias sentimentales, como "Me enamoré de una bruja", "Bésame, tonto", "Una vez a la semana" o la histórica "Moll Flanders", ni las musicales ("Pal Joey"), o las intrigas del estilo de "La misteriosa dama de negro" y antes, por encima de casi todas sus películas, la inolvidable, apasionada y romántica "Vértigo" (De entre los muertos), de Hitchcock. Su estrella empezó a declinar con la llegada de los años 70, siendo su filmografía desde entonces nada significativa.

Fuera de los sets, Kim Novak también ha sido una mujer deseada y amada por muchos hombres. Entre sus parejas y novios se cita a Cary Grant, Frank Sinatra, Sammy Davis Jr. o Aly Khan. Su primer maatrimonio, pasada la treintena, la unió por apenas un año con el actor británico Richard Johnson, para en 1976 casarse con el veterinario Robert Malloy. Juntos, hoy en día, crían caballos y llamas en un rancho de Oregon, el mismo que sufrió hace hace un par de años un voraz incendió que acabó con importantes documentos, como su autobiografía y el guión de "Vértigo". Prueba de que su recuerdo sigue vivo en varias generaciones de cinéfilos es que hay dos films europeos que incluyen su nombre en el título, el español "El curso que amamos a Kim Novak" y el italiano "C'è Kim Novak al telefono".