La Academia de Hollywood estudia cambios ante una posible guerra
- por © Redacción-NOTICINE.com
10-II-03
Si la última gala de los Goya estuvo fuertemente condicionada por la protesta de la mayor parte de los presentes contra un ataque de Estados Unidos contra Irak, es posible que la de la de los Oscars también se vea afectada por ese conflicto. Así lo pone de manifiesto un reportaje recientemente publicado por el diario industrial Variety. Si los acontecimientos se suceden tal y como preven los más pesimistas, la guerra podría estallar en los días o semanas previas a la ceremonia que tendrá lugar el próximo domingo 23 de marzo en el Kodak Theatre de Los Angeles, y con ese pensamiento, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood está elaborando planes que contemplen las diferentes posibilidades, aunque oficialmente no se reconocen.
En tres ocasiones previas la gala debió ser retrasada, y esa es la primera hipótesis apuntada, en el supuesto de que el ataque tuviera lugar a finales de febrero, y según se desarrollaran los acontecimientos. Se considera que el plazo "admisible" para no perjudicar seriamente el evento es de 48 horas. Los actores participantes y el resto de los invitados podrían permanecer en la ciudad, y reorganizarse sus traslados y las fiestas posteriores. Sin embargo, el elemento que haría imposible un retraso mayor es la retransmisión televisiva. Tras la final de la Super-Bowl, la entrega de los Oscars es el segundo acontecimiento en directo que disfruta tradicionalmente de la mayor audiencia televisiva. Un billón de personas contemplan la ceremonia en todo el mundo a través de la pequeña pantalla. La publicidad que contrata la cadena ABC se cotiza en más de 1,3 millones cada spot, y los beneficios representan para la compañía 30 millones, que se perderían en caso de una suspensión pero también de un descenso importante en la audiencia.
Sin embargo, Variety apunta que expertos consideran que en un escenario bélico más o menos prolongado, por el contrario muchos prefieren el escapismo, por lo que podría hasta aumentar el número de telespectadores. Dependiendo de la duración del conflicto y de la resistencia iraquí al ataque de Bush, la audiencia podría preferir esa noche ver los informativos que emitan otras cadenas, opinan otros. La peor situación posible, consideran los miembros de la Academia sondeados por el diario industrial norteamericano, es que la guerra estalle justo en vísperas o incluso el mismo día que la ceremonia. ABC se vería entonces obligada a cancelar la retransmisión, para emitir noticias de forma continuada.
Lo que no comenta nadie, incluída la propia Variety, es qué reacción podría conllevar la hipotética pero cada vez más inevitable guerra, dados los ardores bélicos de Bush, en los receptores y presentadores. ¿Parte de los profesionales más pacifistas y concienciados aprovecharán como sus colegas españoles para manifestarse en contra? ¿Y si, por el contrario, otros movidos por "patriotismo" animan a las tropas? Ocurra lo que ocurra, estos próximos Oscars corren serio riesgo de no dejar indiferente a nadie. Este martes se darán a conocer los definitivos candidatos.
Si la última gala de los Goya estuvo fuertemente condicionada por la protesta de la mayor parte de los presentes contra un ataque de Estados Unidos contra Irak, es posible que la de la de los Oscars también se vea afectada por ese conflicto. Así lo pone de manifiesto un reportaje recientemente publicado por el diario industrial Variety. Si los acontecimientos se suceden tal y como preven los más pesimistas, la guerra podría estallar en los días o semanas previas a la ceremonia que tendrá lugar el próximo domingo 23 de marzo en el Kodak Theatre de Los Angeles, y con ese pensamiento, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood está elaborando planes que contemplen las diferentes posibilidades, aunque oficialmente no se reconocen.
En tres ocasiones previas la gala debió ser retrasada, y esa es la primera hipótesis apuntada, en el supuesto de que el ataque tuviera lugar a finales de febrero, y según se desarrollaran los acontecimientos. Se considera que el plazo "admisible" para no perjudicar seriamente el evento es de 48 horas. Los actores participantes y el resto de los invitados podrían permanecer en la ciudad, y reorganizarse sus traslados y las fiestas posteriores. Sin embargo, el elemento que haría imposible un retraso mayor es la retransmisión televisiva. Tras la final de la Super-Bowl, la entrega de los Oscars es el segundo acontecimiento en directo que disfruta tradicionalmente de la mayor audiencia televisiva. Un billón de personas contemplan la ceremonia en todo el mundo a través de la pequeña pantalla. La publicidad que contrata la cadena ABC se cotiza en más de 1,3 millones cada spot, y los beneficios representan para la compañía 30 millones, que se perderían en caso de una suspensión pero también de un descenso importante en la audiencia.
Sin embargo, Variety apunta que expertos consideran que en un escenario bélico más o menos prolongado, por el contrario muchos prefieren el escapismo, por lo que podría hasta aumentar el número de telespectadores. Dependiendo de la duración del conflicto y de la resistencia iraquí al ataque de Bush, la audiencia podría preferir esa noche ver los informativos que emitan otras cadenas, opinan otros. La peor situación posible, consideran los miembros de la Academia sondeados por el diario industrial norteamericano, es que la guerra estalle justo en vísperas o incluso el mismo día que la ceremonia. ABC se vería entonces obligada a cancelar la retransmisión, para emitir noticias de forma continuada.
Lo que no comenta nadie, incluída la propia Variety, es qué reacción podría conllevar la hipotética pero cada vez más inevitable guerra, dados los ardores bélicos de Bush, en los receptores y presentadores. ¿Parte de los profesionales más pacifistas y concienciados aprovecharán como sus colegas españoles para manifestarse en contra? ¿Y si, por el contrario, otros movidos por "patriotismo" animan a las tropas? Ocurra lo que ocurra, estos próximos Oscars corren serio riesgo de no dejar indiferente a nadie. Este martes se darán a conocer los definitivos candidatos.