Lindsay Lohan pasará tres meses en la cárcel por incumplir sentencia
- por © Redacción-NOTICINE.com

La ex estrella infantil de Disney Lindsay Lohan agotó la paciencia de la Justicia norteamericana. La jueza Marsha Revel, de la Corte Superior californiana, la condenó a 90 días de cárcel y un posterior programa recluído de desintoxicación por violar la orden judicial que -en relación con problemas con drogas y alcohol sucedidos hace tres años- la obligaba a asistir a un programa contra las adicciones.
Empleados sanitarios del tratamiento por consumo de alcohol que la actriz debía seguir desde finales del pasado año confirmaron en sus testimonios que ésta había faltado injustificadamente hasta en siete ocasiones.
Respondiendo llorosa a las alegaciones, Lohan insinuó que sus ausencias tenían que ver con compromisos laborales: "Hice todo lo que me dijeron que hiciera e hice mi mayor esfuerzo para equilibrar mis trabajos y mis asistencias al tratamiento. No fueron vacaciones, no me lo tomé a broma".
Lejos de mostrarse comprensiva, la jueza Revel comentó sobre la actitud de la actriz que era como alguien "que hace trampa y no cree que esté haciendo trampa si no la descubren". No obstante, mostró benevolencia al permitir que Lohan siga en libertad hasta el 20 de julio para resolver asuntos personales y profesionales antes de ingresar en la prisión.
Al leer la sentencia, que triplicó la petición fiscal de un mes, tanto la actriz como los familiares que la acompañaban prorrumpieron en llantos. Analistas judiciales consideraron que la relativa dureza de la jueza tendría que ver con los reiterados desaires al tribunal de la actriz, que en mayo no se presentó a una vista por estar en Cannes -alegó que le habían robado el pasaporte- y el mes pasado la tobillera electrónica que lleva la joven estrella se activó cuando ésta asistió a las fiestas posteriores a los premios cinematográficos MTV, al detectar alcohol en su cuerpo.
No es la primera vez que Lindsay Lohan acaba entre rejas. Ya le ocurrió precisamente en 2007 por haber esnifado cocaína y conducir sobrepasando el índice de alcohol en sangre. Sin embargo, en esa primera ocasión apenas estuvo menos de hora y medio en prisión. Ahora se le hará bastante más largo y tendrá tiempo de meditar sobre su carrera y su azarosa vida.
Empleados sanitarios del tratamiento por consumo de alcohol que la actriz debía seguir desde finales del pasado año confirmaron en sus testimonios que ésta había faltado injustificadamente hasta en siete ocasiones.
Respondiendo llorosa a las alegaciones, Lohan insinuó que sus ausencias tenían que ver con compromisos laborales: "Hice todo lo que me dijeron que hiciera e hice mi mayor esfuerzo para equilibrar mis trabajos y mis asistencias al tratamiento. No fueron vacaciones, no me lo tomé a broma".
Lejos de mostrarse comprensiva, la jueza Revel comentó sobre la actitud de la actriz que era como alguien "que hace trampa y no cree que esté haciendo trampa si no la descubren". No obstante, mostró benevolencia al permitir que Lohan siga en libertad hasta el 20 de julio para resolver asuntos personales y profesionales antes de ingresar en la prisión.
Al leer la sentencia, que triplicó la petición fiscal de un mes, tanto la actriz como los familiares que la acompañaban prorrumpieron en llantos. Analistas judiciales consideraron que la relativa dureza de la jueza tendría que ver con los reiterados desaires al tribunal de la actriz, que en mayo no se presentó a una vista por estar en Cannes -alegó que le habían robado el pasaporte- y el mes pasado la tobillera electrónica que lleva la joven estrella se activó cuando ésta asistió a las fiestas posteriores a los premios cinematográficos MTV, al detectar alcohol en su cuerpo.
No es la primera vez que Lindsay Lohan acaba entre rejas. Ya le ocurrió precisamente en 2007 por haber esnifado cocaína y conducir sobrepasando el índice de alcohol en sangre. Sin embargo, en esa primera ocasión apenas estuvo menos de hora y medio en prisión. Ahora se le hará bastante más largo y tendrá tiempo de meditar sobre su carrera y su azarosa vida.