Washington, Clooney y Cage: La moda de los actores-directores en Hollywood
- por © Redacción-NOTICINE.com
27-XII-02
Esta temporada final del año las carteleras norteamericanas se enriquecen con la presencia de las operas primas de tres famosos actores de primera línea, que han querido probar suerte tras la cámara. Ya se habla de que el film de Denzel Washington "Antwone Fisher" puede ser considerado para los Oscars, mientras que "Confessions of a dangerous mind", de George Clooney, y "Sonny", de Nicolas Cage también están dando mucho que hablar. A lo largo de este año que acaba John Malkovich ("Pasos de baile"), Matt Dillon ("City of ghosts"), Steve Guttenberg ("P.S. Your cat is dead") y Salma Hayek (con el telefilm "The Maldonado miracle") fueron otros de los intérpretes en hacer sus primeros pinitos como directores.
En casi todos los casos, el interés de los actores en mantener cierto control final sobre el producto en el que participan arranca con la creación de sus propias productoras, las cuales se asocian a estudios ya existentes para llevar a cabo películas que les interesan y sobre las que como coproductores pueden opinar y decidir ya no en el lugar de un simple "actor a sueldo".
Asumir la dirección sería el siguiente paso natural. "Yo lo veo como un sentido de protección hacia proyectos que quizás de otro forma no saldrían adelante", ha dicho George Clonney, cuya "Confessions of a dangerous mind" es con 29 millones de dólares de presupuesto el más arriesgado de los estrenos con actor-director debutante. El propio Clooney se reserva un papel, aunque el protagonista es Sam Rockwell, arropado por dos figuras femeninas de alto rendimiento, Julia Roberts y Drew Barrymore, que espera le permitan recuperar lo invertido.
Su ópera prima se basa en la autobiografía de un presentador de concursos televisivos que aseguraba ganarse también la vida como asesino a sueldo de la CIA. El lanzamiento del film en unas pocas salas norteamericanas está previsto para el próximo día 31, con posterior estreno masivo el 10 de enero. Las críticas han sido bastante buenas, aunque no tanto como las de la primera realización de su colega Denzel Washington, que costó 13 millones de dólares.
En efecto, "Antwone Fisher", también basada en hechos reales, es la historia de un marinero de la armada (Derek Luke) que por su irritable temperamento debe acudir a un psiquiatra naval (papel que interpreta el propio Washington). Con el profundizará en sus antecendentes familiares y en las heridas de una infancia que no ha podido olvidar.
Quien menos ha recibido el aprecio de la crítica ha sido Nicolas Cage, cuya "Sonny" coincide con la de Washington en estrenarse este fin de semana. es la historia de las peripecias de un joven de Nueva Orleans (James Franco), que se ganaba la vida como gigoló antes de ir al ejército, y que tras ser expulsado de él regresa a casa, donde su madre le pide que siente cabeza tomando las riendas del negocio familiar.
"Los actores tienen una ventaja a la hora de la transición a la realización, y es que pueden comunicarse mejor con sus propios actores", ha explicado Cage. quien intentó protagonizar esta historia en los años 80 y ha acabado dirigiéndola, con un modesto coste de 5 millones y dejando para sí sólo un pequeño personaje secundario.
Con estos estrenos navideños tras las cámaras, Cage, Washington y Clooney aspiran a repetir los éxitos que de la mano de sus primeras cintas lograron Robert Redford ("Gente corriente"), Kevin Costner ("Bailando con lobos") o Mel Gibson (con su segundo trabajo "Braveheart"), logrando nada menos que el Oscar a mejor película.
Esta temporada final del año las carteleras norteamericanas se enriquecen con la presencia de las operas primas de tres famosos actores de primera línea, que han querido probar suerte tras la cámara. Ya se habla de que el film de Denzel Washington "Antwone Fisher" puede ser considerado para los Oscars, mientras que "Confessions of a dangerous mind", de George Clooney, y "Sonny", de Nicolas Cage también están dando mucho que hablar. A lo largo de este año que acaba John Malkovich ("Pasos de baile"), Matt Dillon ("City of ghosts"), Steve Guttenberg ("P.S. Your cat is dead") y Salma Hayek (con el telefilm "The Maldonado miracle") fueron otros de los intérpretes en hacer sus primeros pinitos como directores.
En casi todos los casos, el interés de los actores en mantener cierto control final sobre el producto en el que participan arranca con la creación de sus propias productoras, las cuales se asocian a estudios ya existentes para llevar a cabo películas que les interesan y sobre las que como coproductores pueden opinar y decidir ya no en el lugar de un simple "actor a sueldo".
Asumir la dirección sería el siguiente paso natural. "Yo lo veo como un sentido de protección hacia proyectos que quizás de otro forma no saldrían adelante", ha dicho George Clonney, cuya "Confessions of a dangerous mind" es con 29 millones de dólares de presupuesto el más arriesgado de los estrenos con actor-director debutante. El propio Clooney se reserva un papel, aunque el protagonista es Sam Rockwell, arropado por dos figuras femeninas de alto rendimiento, Julia Roberts y Drew Barrymore, que espera le permitan recuperar lo invertido.
Su ópera prima se basa en la autobiografía de un presentador de concursos televisivos que aseguraba ganarse también la vida como asesino a sueldo de la CIA. El lanzamiento del film en unas pocas salas norteamericanas está previsto para el próximo día 31, con posterior estreno masivo el 10 de enero. Las críticas han sido bastante buenas, aunque no tanto como las de la primera realización de su colega Denzel Washington, que costó 13 millones de dólares.
En efecto, "Antwone Fisher", también basada en hechos reales, es la historia de un marinero de la armada (Derek Luke) que por su irritable temperamento debe acudir a un psiquiatra naval (papel que interpreta el propio Washington). Con el profundizará en sus antecendentes familiares y en las heridas de una infancia que no ha podido olvidar.
Quien menos ha recibido el aprecio de la crítica ha sido Nicolas Cage, cuya "Sonny" coincide con la de Washington en estrenarse este fin de semana. es la historia de las peripecias de un joven de Nueva Orleans (James Franco), que se ganaba la vida como gigoló antes de ir al ejército, y que tras ser expulsado de él regresa a casa, donde su madre le pide que siente cabeza tomando las riendas del negocio familiar.
"Los actores tienen una ventaja a la hora de la transición a la realización, y es que pueden comunicarse mejor con sus propios actores", ha explicado Cage. quien intentó protagonizar esta historia en los años 80 y ha acabado dirigiéndola, con un modesto coste de 5 millones y dejando para sí sólo un pequeño personaje secundario.
Con estos estrenos navideños tras las cámaras, Cage, Washington y Clooney aspiran a repetir los éxitos que de la mano de sus primeras cintas lograron Robert Redford ("Gente corriente"), Kevin Costner ("Bailando con lobos") o Mel Gibson (con su segundo trabajo "Braveheart"), logrando nada menos que el Oscar a mejor película.