"Lobezno / Wolverine", en busca de sus orígenes

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Lobezno / Wolverine
Lobezno / Wolverine


Por Alberto Duque López
                                    
Es curioso. A pesar del pésimo ambiente creado por los medios alrededor del estreno de “X Men orìgenes: Wolverine / Lobezno”, la película produjo casi 90 millones de dólares en este su primer de fin de semana en Estados Unidos y Canadá, sin contar el resto de mercados internacionales, incluida Colombia y Latinoamérica donde la discutida producción sirvió para que miles de espectadores desoyeran a quienes escriben o hablan sobre cine.

Es curioso porque muchos se sienten desencantados con una película que atrae más con sus efectos especiales que con la historia de este personaje solitario y violento.

Las primeras escenas ya nos sitúan en el clima de tensión, magia, sorpresa, pesadilla, violencia, exageración, intolerancia, rabia, soledad y desprecio que ha caracterizado los numerosos y populares personajes e historias de los X Men, tanto en los cómics de Marvel como en las series de televisión y las películas de cine.

Las primeras escenas de una película que, un mes antes de su estreno internacional ya estaba en la Web y las calles de Bogotá, Hong Kong, Río, París y todas las ciudades donde el comercio de las copias ilegales es próspero: una copia imperfecta en la que aparecen las marcas de los editores, los cables que sujetan a los actores y dobles, los equivalentes de las figuras y otros detalles que convierten esa copia en el “borrador” más codiciado por fanáticos y coleccionistas de la serie.

Varias cabezas rodaron dentro y fuera de los estudios Fox. No importa: de todos modos esta película de Wolverine está llamada a convertirse en una de las cinco más taquilleras del año al lado de la nueva “Terminator”, “La era de hielo 3”, “Angeles y Demonios” y “Harry Potter”. Habría que añadir “Transformers 2”.

Las primeras escenas  suceden en Alberta, Canadá, en medio de los bosques oscuros y helados. James, hijo de Elizabeth y John Howlett permanece en cama porque siempre ha sido débil y enfermo. Lo acompaña su mejor amigo Dog, hijo de Thomas Logan, guardián de la enorme casa de la familia Howlett.

Mientras el padre y el amigo animan al pequeño enfermo, se oyen los gritos de Thomas Logan que llega a la mansión en busca de problemas, es decir, la mujer ajena. El padre dice a los dos pequeños que no se muevan, baja a la sala  y es asesinado por el otro.

El pequeño James se entera entonces de varias noticias terribles: se ha quedado sin padre; no es hijo de ese hombre sino del otro, el asesino; Dog no es su mejor amigo sino su hermano y, lo que impacta a los espectadores, en medio de sus aullidos de rabia, dolor y soledad, siente cómo le nace de las manos un juego de cuchillas de hueso que después será perfeccionado y fortalecido por la ciencia.

Entonces los dos jóvenes, compartiendo mutuamente un odio, un amor, una relación destructora, dolorosa y dañina, espalda con espalda participan de los combates más salvajes de la Guerra de Secesión, la primera guerra mundial, la segunda, Corea, Vietnam hasta cuando son buscados para que formen parte de un programa de mutantes.

En la historia de la cultura popular, pocos personajes e historias han calado tanto en tantas generaciones y en todos los idiomas como los X Men, esos mutantes que tienen poderes y habilidades espectaculares y son las víctimas y el símbolo de la intolerancia y la ceguera de los seres humanos, para quienes esos personajes son temibles, misteriosos y deben ser, no solo relegados y encerrados sino destruidos.

Quizás la mejor síntesis de la filosofía y las intenciones de estas historias sea la expresada por el director Bryan Singer, realizador de las dos primeras películas, al sostener que los X-Men plantean preguntas que todos nos hacemos: “¿Estoy sólo en el mundo? ¿Por qué soy tan diferente?, y ¿cómo me voy a acoplar en la sociedad? Estos cuestionamientos son universales y eternos, particularmente entre adolescentes. En alguna ocasión todos nos hemos sentido como si fuéramos mutantes”.

Los primeros  superhéroes de los cómics Marvel aparecieron inicialmente en 1963 de la mano de sus creadores, Stan Lee y Jack Kirby. El grupo inicial de adolescentes estaba formado por Cíclope, Jean Grey, Angel, Bestia y el Hombre de Hielo, estudiantes de la Escuela Xavier para Jóvenes Talentos, auténticos superdotados que escondían del mundo sus poderes extraordinarios. Charles Xavier, mutante y mentor, les enseña a manejar esas habilidades y enfrentar los ataques de un grupo rival, liderado por Magneto para quien la destrucción de los humanos, seres inferiores, es su principal prioridad.

Durante los primeros 66 números del cómic aparecieron otros personajes como Mercurio, la Bruja Escarlata, Bañes, Mímico, Kaos, Polaris, Mente Maestra, los Centinelas, el Monolito Viviente y otros, Jack Kirby se retiró, fue reemplazado por Don Heck y Neal Adams, mientras Stan Lee era sucedido por Roy Thomas.

La revista fue cancelada en el número 66 y reapareció con historias de Chris Claremont y Dave Cockrum, con más personajes, más conflictos, provocando un auténtico fenómeno con las revistas periódicas y  las series de televisión.

No alcanzaría esta edición para recoger todos los personajes, todos los capítulos, todas las variables, todas las aventuras, todas las batallas, todos los escritores y dibujantes, todas las especulaciones sobre el Apocalipsis, las guerras internacionales, las epidemias, las armas desarrolladas, los superpoderes expandidos, los lugares de la tierra, los juegos con el pasado, el presente y el futuro, y todos los elementos que son tan agresivos e imaginativos que han sido capaces de retener el interés y el fanatismo de varias generaciones. Sin contar los distintos nombres que la serie ha adoptado y los extravagantes títulos que sus creadores han colocado a los capítulos impresos o emitidos.

A esa popularidad han contribuido también en buena parte las tres películas de cine (2000, 2003 y 2006) que cuentan  con algunos de los actores más populares de Hollywood (Patrick Stewart como Xavier, el telépata más poderoso del mundo;  Hugh Jackman, Wolverine / Lobezno, una solitaria máquina de pelea, con asombrosos poderes de curación, garras retractables de adamantio y una furia salvaje; Ian McKellen, Magneto, poderoso mutante que puede controlar y manipular cualquier tipo de metal;  Halle Berry, Storm / Tormenta, quien puede manipular el clima;  Famke Janssen, Jean Grey, quien además de telépata cuenta con poderes de telekinesis; James Mariden, Cyclops / Cíclope, cuyos ojos liberan un rayo de energía capaz de atravesar montañas;  Anna Paquin, Rogue / Pícara, con la habilidad de absorber los poderes y recuerdos de cualquier persona que toque;  Rebecca Romijn-Stamos, Mystique, capaz de sufrir una metamorfosis para adoptar la figura de cualquiera y Bruce Davison, senador Kelly, ex líder del movimiento anti-mutante, entre otros personajes extraordinarios,  y ahora esta, “Wolverine / Lobezno”, dotada de los más sofisticados recursos digitales.

“X Men orígenes: Wolverine” es la anticipación de las tres películas citadas, la historia de lo que ocurrió antes, la semilla de tantas desgracias y  ese pasado del héroe que él mismo no recuerda porque fue sometido a un lavado salvaje de su memoria al caer en manos del peor enemigo de los mutantes, el comandante William Stryker, un acaudalado científico que cuenta con la simpatía del gobierno de Washington, tiene todos los recursos y equipos sofisticados, y  la misión de exterminar a esos personajes que tienen superpoderes y no merecen la vida. En la primera  de las películas anteriores el clima de intolerancia alcanza su peor nivel cuando los seres humanos se rebelan y exigen la puesta en marcha de un Acta de Registro de Mutantes.

Ya en esas tres películas, Wolverine intenta, inútilmente, saber de su pasado, por qué su cuerpo regenera cualquier herida, por qué puede transportarse a distancias enormes, por qué guarda una furia salvaje que no puede reprimir, por qué echa de menos a una mujer que no puede identificar, por qué se mantiene aparte en algunas actividades de sus amigos mutantes, y sobre todo, por qué las balas ni el fuego ni el dolor ni el cansancio ni las torturas del cuerpo (el alma la tiene siempre lacerada), pueden reducirlo.

Dicen los expertos que Wolverine / Lobezno está dotado genéticamente de sentidos animales del olfato, vista y oído, así como un factor mutante de regeneración. Su ventaja más impresionante es su indestructible esqueleto injertado con metal y sus afiladas garras extensibles, hechas con una aleación metálica irrompible llamada adamantium. Es solitario por naturaleza, cazador de profesión, y un hombre con un pasado que lo atormenta.

Lobezno / WolverineLobezno apareció por primera vez en octubre de 1974 en la revista 180 de “Hulk”, creado por Len Win, John Romita y Herb Trimpe, aunque después fue retomado y perfeccionado por Chris Claremont, John Byrne y el mítico Frank Miller quienes desarrollaron varias entregas en las que el lema del personaje sorprendió a los fanáticos: “Soy el mejor en lo que hago, pero lo que hago no es muy agradable, entérate”. Wolverine se unió a los X Men en 1975 y ha participado de los numerosos grupos en que se han dividido los personajes. Los videojuegos con este superhéroe se cuentan entre los más vendidos en el mundo entero.

La película, dirigida por Gavin Hood tiene algunas escenas estupendas, batallas salvajes, cacerías que no descansan y sobre todo, intenta contagiar al espectador con el espíritu de este animal solitario y desmemoriado a quien le matan la mujer, es acosado por el hermano y sus enemigos, es incapaz de esconderse, se enfrenta a todos los peligros, se alía con otros personajes y descubre esa escuela que Magneto sostiene para la defensa de los mutantes. Los efectos especiales son sorprendentes (las escenas del juego de cartas y el estallido del reactor nuclear y la colocación de las piezas metálicas en el esqueleto del personaje, sorprenden), y la copia que ha circulado de manera fraudulenta no refleja para nada el alcance de suspenso, emociones, aventuras y técnica que encierra una película que deja abierta la puerta para una secuela, interpretada y producida por un actor convertido en uno de los íconos del cine contemporáneo, Hugh Jackman.

Pero, con toda esa pirotecnia, los fanáticos de los X Men sienten que la película les quedó debiendo buena parte de la historia y prefirió alardear de sus inmensos recursos (más de 150 millones de dólares gastados), antes que dedicarse a solucionar los vacíos y carencias ostensibles.