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El actor cómico Billy Crystal, todo un valor seguro sobre el escenario, se ha convertido nuevamente en el salvavidas de la Academia de Hollywood, al aceptar ser el maestro de ceremonias de la gala por novena vez sustituyendo al dimitido Eddie Murphy. En su twitter, el protagonista de "Cuando Harry encontró a Sally", fue el primero en avanzar la noticia -luego confirmada por la Academia- diciendo que lo hará "para que así la chica de la farmacia no tenga problemas en reconocer mi apellido cuando voy a recoger mis medicamentos".

Que todo cambie para que todo siga igual, como diría Lampedusa. El socio de Ron Howard en Imagine Entertainment, Brian Grazer, ha aceptado responsabilizarse de la producción de la gala de los Oscars, al día siguiente de la "renuncia" más o menos forzosa de Brett Ratner. Es una solución que sin duda contenta a muchos, ya que Grazer es nada menos que uno de los coproductores de la última película de Ratner, "Un golpe de altura" ("Tower heist"), así que "todo queda en casa".

El actor Eddie Murphy, propuesto como maestro de ceremonias a la Academia por el realizador Brett Ratner, productor hasta este martes de la próxima gala de entrega de los premios Oscar, ha renunciado al puesto pocas horas después de que su amigo dimitiera como consecuencia de las críticas negativas recibidas por sus bromas y declaraciones interpretadas por algunos como machistas y homófobas.

 

Sin que "La saga Crepúsculo: Amanecer 1" haya podido participar porque no se estrenó en el plazo admitido, "Harry Potter y las reliquias de la muerte - Parte 2", con nueve nominaciones, es la gran favorita para los premios People's Choice 2012, en su apartado cinematográfico. Ello no quita para que por otros trabajos encontremos a Robert Pattinson y Taylor Lautner entre los candidatos.

En Hollywood hay que tener especial cuidado con la corrección política, sobre todo si hay un micrófono o varias decenas de twitteros potenciales alrededor. A Brett Ratner, el director de la exitosa saga "Hora punta / Una pareja explosiva", "X-Men 3" y la actualmente en cartel "Un golpe de altura", sin ir más lejos, su incontinencia verbal, autoelogios eróticos y una expresión coloquial un tanto homófoba le han costado el puesto como productor de la próxima ceremonia de entrega de los Oscars. Este martes, ante la presión y las quejas, enviaba una carta de renuncia al presidente de la Academia.