Crítica: "Ferrari", una escudería manchada de sangre y un amor empresarial
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Por Alejandro González
La visión de Michael Mann sobre Enzo Ferrari (Adam Silver) se enfoca en el verano de 1957, cuando la quiebra se cierne sobre su empresa y la de su esposa, Laura (Penélope Cruz), la cual crearon hace diez años. Mann juega con las diversas opciones que puede da a entender el título del film, y es que más que la historia de la empresa italiana de automóviles, "Ferrari", incide en los accidentes mortales de algunos de los pilotos de la escudería, relacionados como muestra el director, con la obsesión de Enzo por las carreras a las que antepone por encima de la fábrica, en especial la emblemática carrera que atraviesa Italia, la Mille Miglia.
Desde el inicio del film la deriva de Enzo Ferrari está condicionada por la muerte, en un intento de subrayar su pasión por las carreras por encima del dinero. Sin embargo, la relación con su mujer enreda la trama y la estructura de "Ferrari" refleja una historia en la que no se termina de conocer los motivos reales de los impulsos de Enzo. Al mismo tiempo que Ferrari acude al cementerio todos los días a visitar a su hijo fallecido, visita a su amante, y negocia con nuevos inversionistas para la empresa, en un momento en el que se celebra la carrera de automóviles más importante de Italia, y en el que el hilo de la trama está totalmente perdido.
La actuación de un muy maquillado Adam Silver en la piel de Ferrari es limitada, hay pocas posibilidades de empatizar y entender al protagonista. A pesar de que el motor de la película sean las carreras de autos y la velocidad, el film pone más el foco en las intrigas y jugadas empresariales para salvar la firma, los momentos de carrera solo prestan verdadera atención a los accidentes y a la frialdad de Ferrari ante los fallecidos, lo que sumado a sus relaciones personales en las que también mezcla lo comercial, le deja como un empresario sin escrúpulos. Sin duda, no estamos ante una película deportiva, pero no deja de llamar la atención que en una historia sobre Ferrari ocupen demasiado espacio figuras insignificantes como abogados, bancos, contadores, prensa o actrices.
A pesar de tener un elenco compuesto en su mayoría por estadounidenses, Michael Mann trata de resaltar la cultura italiana mediante elementos como el escenario o el acento de los protagonistas, además de la figura de "la mamma". Sin embargo, todos estos recursos no son suficientes para lograr que "Ferrari" abandone lo superficial y los estereotipos, y esto también tiene que ver con que la trama no aborda un tema en específico. Aun así, la actuación de Penélope Cruz es de lo más rescatable y verosímil de la cinta, la actriz española marca la diferencia y aprovecha sus raíces mediterráneas para transmitir de manera natural, una historia de amor intenso que se desarrolla según los éxitos y fracasos de la empresa.
Sin duda, todos los amantes de los automóviles y de las carreras tienen gran admiración por Ferrari. En esta cinta se intenta analizar la figura más personal de su creador, y algunos de los momentos más críticos por los que pasó su escudería. Es cierto que el éxito de Ferrari es innegable en la actualidad, por eso se incide de manera inteligente e innovadora en los fracasos. Tanto es así, que la sucesión de los hechos que se desarrollan en "Ferrari", se enfocan en la cara oculta y sucia de una empresa multimillonaria, eso sí, desperdiciando el talento de Adam Silver.
La visión de Michael Mann sobre Enzo Ferrari (Adam Silver) se enfoca en el verano de 1957, cuando la quiebra se cierne sobre su empresa y la de su esposa, Laura (Penélope Cruz), la cual crearon hace diez años. Mann juega con las diversas opciones que puede da a entender el título del film, y es que más que la historia de la empresa italiana de automóviles, "Ferrari", incide en los accidentes mortales de algunos de los pilotos de la escudería, relacionados como muestra el director, con la obsesión de Enzo por las carreras a las que antepone por encima de la fábrica, en especial la emblemática carrera que atraviesa Italia, la Mille Miglia.
Desde el inicio del film la deriva de Enzo Ferrari está condicionada por la muerte, en un intento de subrayar su pasión por las carreras por encima del dinero. Sin embargo, la relación con su mujer enreda la trama y la estructura de "Ferrari" refleja una historia en la que no se termina de conocer los motivos reales de los impulsos de Enzo. Al mismo tiempo que Ferrari acude al cementerio todos los días a visitar a su hijo fallecido, visita a su amante, y negocia con nuevos inversionistas para la empresa, en un momento en el que se celebra la carrera de automóviles más importante de Italia, y en el que el hilo de la trama está totalmente perdido.
La actuación de un muy maquillado Adam Silver en la piel de Ferrari es limitada, hay pocas posibilidades de empatizar y entender al protagonista. A pesar de que el motor de la película sean las carreras de autos y la velocidad, el film pone más el foco en las intrigas y jugadas empresariales para salvar la firma, los momentos de carrera solo prestan verdadera atención a los accidentes y a la frialdad de Ferrari ante los fallecidos, lo que sumado a sus relaciones personales en las que también mezcla lo comercial, le deja como un empresario sin escrúpulos. Sin duda, no estamos ante una película deportiva, pero no deja de llamar la atención que en una historia sobre Ferrari ocupen demasiado espacio figuras insignificantes como abogados, bancos, contadores, prensa o actrices.
A pesar de tener un elenco compuesto en su mayoría por estadounidenses, Michael Mann trata de resaltar la cultura italiana mediante elementos como el escenario o el acento de los protagonistas, además de la figura de "la mamma". Sin embargo, todos estos recursos no son suficientes para lograr que "Ferrari" abandone lo superficial y los estereotipos, y esto también tiene que ver con que la trama no aborda un tema en específico. Aun así, la actuación de Penélope Cruz es de lo más rescatable y verosímil de la cinta, la actriz española marca la diferencia y aprovecha sus raíces mediterráneas para transmitir de manera natural, una historia de amor intenso que se desarrolla según los éxitos y fracasos de la empresa.
Sin duda, todos los amantes de los automóviles y de las carreras tienen gran admiración por Ferrari. En esta cinta se intenta analizar la figura más personal de su creador, y algunos de los momentos más críticos por los que pasó su escudería. Es cierto que el éxito de Ferrari es innegable en la actualidad, por eso se incide de manera inteligente e innovadora en los fracasos. Tanto es así, que la sucesión de los hechos que se desarrollan en "Ferrari", se enfocan en la cara oculta y sucia de una empresa multimillonaria, eso sí, desperdiciando el talento de Adam Silver.