Crítica Netflix: "Cowboy de Copenhague / Copenhagen Cowboy", un laberíntico y refinado estallido de violencia
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Por Juan Pablo Russo
El director danés de "Drive" (2011), "The Neon Demon" (2016) y la miniserie "Too Old to Die Young" (2019), disponible en Amazon Prime Video, entre otras, regresa al streaming con "Cowboy de Copenhague / Copenhagen Cowboy" (2022), un explosivo cóctel distópico donde la violencia endémica se cruza con imágenes de una belleza magnética.
Presentada en estreno mundial fuera de compencia en la Mostra de Venecia y proyectada en el Festival de Ginebra, "Cowboy de Copenhague" sigue el derrotero de Miu (Angela Bundalovic), una mujer "cowboy" que se cruza con un despiadado mundo criminal. Desde los míserables prostíbulos de un barrio en los suburbios, pasando por un laberíntico restaurante chino, y hasta una elegante mansión ocupada por personajes nefastos, Miu debe llevar a cabo secretas misiones en busca de la verdad y la redención.
Nicolas Winding Refn, que se inspira en westerns y películas de venganza, así como en las icónicas obras de Quentin Tarantino ("Kill Bill") y David Fincher ("El club de la lucha"), concibe una obra con sello propio que deambula entre el desenfreno y el ímpetu lyncheano de "Twin Peaks" y la elegancia formal de artistas como el alegórico fotógrafo japonés Nobuyoshi Araki. Un notable ejercicio de estilo donde no están ausentes los planos ralentizados, las características luces de neón y las escenas de violencia exagerada. "Cowboy de Copenhague" es el regreso tanto a Dinamarca como también a sus orígenes, a la trilogía "Pusher" (1996), pero con un estilo depurado y fatuo.
Lo atractivo de este thriller dramático, y también fantástico, es que el esteticista realizador danés resignifica el sentido de la violencia, ya no como un privilegio de las élites patriarcales, sino como un deseo universal. Invierte los roles y condena una masculinidad tóxica que se cree invencible mediante coreográficas escenas de venganza. En esta serie de seis episodios se revierten los roles de género y son los varones blancos quienes pierden su posición hegemónica. Para Refn la violencia puede ser tan brutal como hermosa, suntuosa y retorcida. Pero también justa.
Incognoscible, en apariencia impasible, refinada pero no hípster, indisciplinada y rupturista, sin dejar de lado un ritmo brillante, "Cowboy de Copenhague / Copenhagen Cowboy", compuesta por un constante juego de colores, sombras, texturas, composiciones y estados de ánimo, resulta un alegórico descenso a los infiernos del Dante. Un hipnótico viaje por las entrañas de una Copenhague misteriosa y oscura que transporta al espectador como si de un OVNI se tratara.
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El director danés de "Drive" (2011), "The Neon Demon" (2016) y la miniserie "Too Old to Die Young" (2019), disponible en Amazon Prime Video, entre otras, regresa al streaming con "Cowboy de Copenhague / Copenhagen Cowboy" (2022), un explosivo cóctel distópico donde la violencia endémica se cruza con imágenes de una belleza magnética.
Presentada en estreno mundial fuera de compencia en la Mostra de Venecia y proyectada en el Festival de Ginebra, "Cowboy de Copenhague" sigue el derrotero de Miu (Angela Bundalovic), una mujer "cowboy" que se cruza con un despiadado mundo criminal. Desde los míserables prostíbulos de un barrio en los suburbios, pasando por un laberíntico restaurante chino, y hasta una elegante mansión ocupada por personajes nefastos, Miu debe llevar a cabo secretas misiones en busca de la verdad y la redención.
Nicolas Winding Refn, que se inspira en westerns y películas de venganza, así como en las icónicas obras de Quentin Tarantino ("Kill Bill") y David Fincher ("El club de la lucha"), concibe una obra con sello propio que deambula entre el desenfreno y el ímpetu lyncheano de "Twin Peaks" y la elegancia formal de artistas como el alegórico fotógrafo japonés Nobuyoshi Araki. Un notable ejercicio de estilo donde no están ausentes los planos ralentizados, las características luces de neón y las escenas de violencia exagerada. "Cowboy de Copenhague" es el regreso tanto a Dinamarca como también a sus orígenes, a la trilogía "Pusher" (1996), pero con un estilo depurado y fatuo.
Lo atractivo de este thriller dramático, y también fantástico, es que el esteticista realizador danés resignifica el sentido de la violencia, ya no como un privilegio de las élites patriarcales, sino como un deseo universal. Invierte los roles y condena una masculinidad tóxica que se cree invencible mediante coreográficas escenas de venganza. En esta serie de seis episodios se revierten los roles de género y son los varones blancos quienes pierden su posición hegemónica. Para Refn la violencia puede ser tan brutal como hermosa, suntuosa y retorcida. Pero también justa.
Incognoscible, en apariencia impasible, refinada pero no hípster, indisciplinada y rupturista, sin dejar de lado un ritmo brillante, "Cowboy de Copenhague / Copenhagen Cowboy", compuesta por un constante juego de colores, sombras, texturas, composiciones y estados de ánimo, resulta un alegórico descenso a los infiernos del Dante. Un hipnótico viaje por las entrañas de una Copenhague misteriosa y oscura que transporta al espectador como si de un OVNI se tratara.
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