Crítica: "Proyecto Power / Project Power", un mundo feliz
- por © Escribiendocine-NOTICINE.com
Por Rolando Gallego
Tras "Proyecto Power / Project Power" (2020), nueva producción cinematográfica de gran presupuesto de la plataforma de la N roja, está Eric Newman, uno de los productores más arriesgados de Hollywood que no tiene prurito alguno en mezclar orkos con policías, o, como en este caso, drogas, super héroes e investigadores, logrando un resultado dispar, que entretiene, pero que por momentos parece una broma de mal gusto.
En el comienzo de este relato, conoceremos a dos policías, encarnados por Jamie Foxx y Joseph Gordon-Levitt, uno de ellos en medio de una persecución trepidante y el otro desarrollando algunos turbios vínculos con malvivientes. Una droga, furor entre los más jóvenes, potencia habilidades y desarrolla otras ocultas, convirtiendo a aquel que se anima al estupefaciente o en un superhéroe por unos minutos, o en un cadáver.
Ante esas dos posibilidades, la historia de "Proyecto Power / Project Power" decide confrontar a estos dos policías y sumar a una tercera protagonista, Dominique Fishback, que encarnará a una joven marginal, dedicada a vender esas poderosas capsulas, que se verá envuelta en la sangrienta vorágine en la que se embarcarán los policías para destruir al grupo que las produce, liderado por un villano de turno encarnado por el brasileño Rodrigo Santoro.
Desde que esa revelación, de la estructura y la trama se devela, la película comienza a jugar con varios géneros a la vez, la "buddy movie", ciencia ficción, policial, acción, coquetea con la comedia y termina por naufragar al evitar concentrarse cinematográficamente en uno sólo de ellos.
Película errática, que sabe que en la dupla protagónica está su fuerte, por momentos hasta esa complicidad que el espectador entabla con ambos se resiente al no lograr consolidar una estructura dramática coherente. No es que sea confusa, al contrario, la simpleza de la historia subraya estereotipos y lugares comunes que contradicen aquella novedad que en un primer momento se intentaba dibujar.
Para evitar el abandono rápido, la dupla de directores, Henry Joost y Ariel Schulman, condimentan la progresión narrativa con una explosiva banda sonora, que recupera algunos hits del pasado y despliega una pirotecnia visual para dispersar de la historia al gran público.
Y en esa multiplicación de sonidos, colores e imágenes, "Proyecto Power / Project Power" termina por perderse, convirtiendo la narración en un fárrago sin sentido de imágenes y en donde el todo vale, cuando no, se hace carne en la moral de cada uno de los personajes y no sólo de los que están "del lado oscuro".
Huérfano de vectores, así, el espectador entiende que está sumergido en un inmenso caramelo visual, producto de una fagocitación de géneros y películas anteriormente vistas, sin lograr consolidar una propuesta propia que permita el disfrute de algo que podría haber sido más grande que aquello que Newman y la N roja imaginaron.
Película fallida, con algunos momentos entretenidos por parte de Foxx y Gordon-Levitt, quienes una vez más afirman su carisma a pesar de lo inverosímil del relato, tal vez en el no escuchar esa premisa de "menos es más" se terminó de echar por la borda la idea de consolidar una propuesta diferente que terminó pareciéndose a todo lo anteriormente visto.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
Tras "Proyecto Power / Project Power" (2020), nueva producción cinematográfica de gran presupuesto de la plataforma de la N roja, está Eric Newman, uno de los productores más arriesgados de Hollywood que no tiene prurito alguno en mezclar orkos con policías, o, como en este caso, drogas, super héroes e investigadores, logrando un resultado dispar, que entretiene, pero que por momentos parece una broma de mal gusto.
En el comienzo de este relato, conoceremos a dos policías, encarnados por Jamie Foxx y Joseph Gordon-Levitt, uno de ellos en medio de una persecución trepidante y el otro desarrollando algunos turbios vínculos con malvivientes. Una droga, furor entre los más jóvenes, potencia habilidades y desarrolla otras ocultas, convirtiendo a aquel que se anima al estupefaciente o en un superhéroe por unos minutos, o en un cadáver.
Ante esas dos posibilidades, la historia de "Proyecto Power / Project Power" decide confrontar a estos dos policías y sumar a una tercera protagonista, Dominique Fishback, que encarnará a una joven marginal, dedicada a vender esas poderosas capsulas, que se verá envuelta en la sangrienta vorágine en la que se embarcarán los policías para destruir al grupo que las produce, liderado por un villano de turno encarnado por el brasileño Rodrigo Santoro.
Desde que esa revelación, de la estructura y la trama se devela, la película comienza a jugar con varios géneros a la vez, la "buddy movie", ciencia ficción, policial, acción, coquetea con la comedia y termina por naufragar al evitar concentrarse cinematográficamente en uno sólo de ellos.
Película errática, que sabe que en la dupla protagónica está su fuerte, por momentos hasta esa complicidad que el espectador entabla con ambos se resiente al no lograr consolidar una estructura dramática coherente. No es que sea confusa, al contrario, la simpleza de la historia subraya estereotipos y lugares comunes que contradicen aquella novedad que en un primer momento se intentaba dibujar.
Para evitar el abandono rápido, la dupla de directores, Henry Joost y Ariel Schulman, condimentan la progresión narrativa con una explosiva banda sonora, que recupera algunos hits del pasado y despliega una pirotecnia visual para dispersar de la historia al gran público.
Y en esa multiplicación de sonidos, colores e imágenes, "Proyecto Power / Project Power" termina por perderse, convirtiendo la narración en un fárrago sin sentido de imágenes y en donde el todo vale, cuando no, se hace carne en la moral de cada uno de los personajes y no sólo de los que están "del lado oscuro".
Huérfano de vectores, así, el espectador entiende que está sumergido en un inmenso caramelo visual, producto de una fagocitación de géneros y películas anteriormente vistas, sin lograr consolidar una propuesta propia que permita el disfrute de algo que podría haber sido más grande que aquello que Newman y la N roja imaginaron.
Película fallida, con algunos momentos entretenidos por parte de Foxx y Gordon-Levitt, quienes una vez más afirman su carisma a pesar de lo inverosímil del relato, tal vez en el no escuchar esa premisa de "menos es más" se terminó de echar por la borda la idea de consolidar una propuesta diferente que terminó pareciéndose a todo lo anteriormente visto.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.