Crítica: "La mula", cabalgada por el lado oscuro
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Por Edurne Sarriegui
El veterano Clint Eastwood no se rinde y vuelve una vez más al ruedo en su faceta de director y actor con "Mula / La mula / The mule", un drama que tiene como protagonista a un atípico y anciano criminal forzado por las circunstancias.
El guionista Nick Schenk, que ya trabajó junto a Eastwood en "Gran Torino", escribe el libro basándose en un artículo que el periodista Sam Dolnik publicó en el año 2014 sobre la detención y la historia de un nonagenario que resultó ser el transportista de droga más efectivo que el cartel de Sinaloa tenía en Estados Unidos.
Aquí, Clint Eastwood interpreta a dicho criminal con el nombre ficticio de Earl Stone, un veterano de la guerra de Corea que supo ser un exitoso horticultor. Sin la capacidad necesaria para adaptarse a las nuevas tecnologías, ve languidecer su negocio hasta llegar a la quiebra. Además de su debacle económica, sus relaciones familiares han sido siempre desastrosas debido a sus continuas ausencias y a la falta de compromiso con su única. Excluido de su familia y del sistema, aparece la posibilidad de hacer transportes para un cartel de droga y recuperar de esta manera la posibilidad de ganarse la vida.
Paralelamente, los agentes de la DEA Colin Bates (Bradley Cooper) y Treviño (Michael Peña) se ocupan de investigar las actividades de dicho cartel y cae bajo su atención la mula principal de la que solo conocen el sobrenombre, Tata.
En el segundo acto, la trama da un giro hacia el thriller con la tensión que genera la doble amenaza que se cierne sobre el protagonista: por un lado los investigadores del gobierno se acercan a él peligrosamente y por otro sus jefes criminales son cada vez más intransigentes con su manera de hacer las cosas.
En esta cinta, el epicentro está situado en el protagonista, un personaje carismático a la medida de Eastwood, dejando prácticamente de lado a todos los personajes secundarios que pasan desapercibidos -como los agentes de la DEA- o corresponden a los más profundos estereotipos cuando se trata de describir a los latinos. El guion se encarga de justificar cada decisión de viejo Earl que siempre encuentra un motivo, en apariencia altruista, para cada una de las decisiones que toma.
"Mula / La Mula / The Mule" no alcanza el nivel de otros trabajos de su director. Tiene la suficiente agilidad como para narrar con solvencia una anécdota singular. Apela a la sensibilidad, a la emoción y al humor para ganar la simpatía del espectador hacia el viejito seductor que acapara la pantalla. Pero aun así, no puede pasar desapercibida la visión racista y machista que subyace bajo toda la historia.
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El veterano Clint Eastwood no se rinde y vuelve una vez más al ruedo en su faceta de director y actor con "Mula / La mula / The mule", un drama que tiene como protagonista a un atípico y anciano criminal forzado por las circunstancias.
El guionista Nick Schenk, que ya trabajó junto a Eastwood en "Gran Torino", escribe el libro basándose en un artículo que el periodista Sam Dolnik publicó en el año 2014 sobre la detención y la historia de un nonagenario que resultó ser el transportista de droga más efectivo que el cartel de Sinaloa tenía en Estados Unidos.
Aquí, Clint Eastwood interpreta a dicho criminal con el nombre ficticio de Earl Stone, un veterano de la guerra de Corea que supo ser un exitoso horticultor. Sin la capacidad necesaria para adaptarse a las nuevas tecnologías, ve languidecer su negocio hasta llegar a la quiebra. Además de su debacle económica, sus relaciones familiares han sido siempre desastrosas debido a sus continuas ausencias y a la falta de compromiso con su única. Excluido de su familia y del sistema, aparece la posibilidad de hacer transportes para un cartel de droga y recuperar de esta manera la posibilidad de ganarse la vida.
Paralelamente, los agentes de la DEA Colin Bates (Bradley Cooper) y Treviño (Michael Peña) se ocupan de investigar las actividades de dicho cartel y cae bajo su atención la mula principal de la que solo conocen el sobrenombre, Tata.
En el segundo acto, la trama da un giro hacia el thriller con la tensión que genera la doble amenaza que se cierne sobre el protagonista: por un lado los investigadores del gobierno se acercan a él peligrosamente y por otro sus jefes criminales son cada vez más intransigentes con su manera de hacer las cosas.
En esta cinta, el epicentro está situado en el protagonista, un personaje carismático a la medida de Eastwood, dejando prácticamente de lado a todos los personajes secundarios que pasan desapercibidos -como los agentes de la DEA- o corresponden a los más profundos estereotipos cuando se trata de describir a los latinos. El guion se encarga de justificar cada decisión de viejo Earl que siempre encuentra un motivo, en apariencia altruista, para cada una de las decisiones que toma.
"Mula / La Mula / The Mule" no alcanza el nivel de otros trabajos de su director. Tiene la suficiente agilidad como para narrar con solvencia una anécdota singular. Apela a la sensibilidad, a la emoción y al humor para ganar la simpatía del espectador hacia el viejito seductor que acapara la pantalla. Pero aun así, no puede pasar desapercibida la visión racista y machista que subyace bajo toda la historia.
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