Crítica: "Todo el dinero del mundo", ¡Qué pena tener tanto!
- por © NOTICINE.com
Por Eduardo Larrocha
En “Todo el dinero del mundo / All the Money in the World", Ridley Scott aborda a su manera el secuestro de John Paul Getty III. Quienes estuvimos atentos a lo que sucedía a mitad de los setentas del pasado siglo conocimos la versión periodística de esta trama por los diferentes medios de comunicación. Aquel suceso tuvo un fuerte impacto en la opinión pública ¿Cómo no? Para la gran pantalla, el director norteamericano hace ahora el relato de este acontecimiento ocurrido en 1973 con su estilo ampuloso de superproducción hollywoodiense.
Muy lejos queda esta película en el tiempo y en la categoría como realizador de aquel legendario “Blade Runner” o la fantástica “Thelma y Louise”. Lo más interesante del thriller que viene a ser “Todo el dinero del mundo” es el coraje de Gail, la madre, Michelle Williams, en su esfuerzo inaudito hasta conseguir el dinero para rescatar a su hijo. En sus andanzas la acompaña un poco destacable agente de seguridad Fletcher Chace (Mark Walberg). Exagerada y esperpéntica resulta la crueldad de las diferentes mafias del Sur de Italia que tienen cautivo al vástago de los Getty. Ejecutora del secuestro a punta de pistola fue la famosa ‘Ndrangheta que sigue ensangrentando la Región de Calabria.
El guión por encargo lleva la firma de David Scarpa con unos retoques innecesariamente explícitos a partir del libro de John Pearsons “Dolorosamente rico: las fortunas e infortunios de John Paul Getty”. Junto al digno trabajo de Michelle Williams, lo mejor de esta producción netamente americana resulta ser el papel de Christopher Plummer dando vida a J. Paul Getty I. El patriarca de la saga y abuelo del secuestrado se enriqueció dando impulso a la perforación de pozos y explotación del petróleo de la península Arábiga.
Da náuseas saber que la subida de unos centavos en el precio de la gasolina hacían crecer en un solo día el valor de las acciones del Imperio Getty tanto como los 17 millones de dólares que pidieron inicialmente los secuestradores del nieto cautivo. Para colmo él se niega a entregarlos para salvarle. El papel de la víctima de tanto disparate, el Tercer Getty de la saga, lo interpreta un joven Charlie Plummer quien, a pesar de su apellido, nada tiene que ver con Christopher el actor que da vida a su abuelo.
Próxima ya la Gala de los Oscar, todo parece indicar que ni siquiera Cristopher Plummer conseguirá la única estatuilla en la que ha sido nominada “Todo el dinero del mundo”. Así ha ocurrido también con las candidaturas a las que aspiraba la película de Ridley Scott esta misma semana en los Bafta del Reino Unido y antes en los Globos de oro. Recordemos que el veterano actor sustituyó en este papel a Kevin Spacey, acusado de abusos sexuales por trabajadores de la industria del cine y por ello malogrado en su brillante carrera artística. Para remediar la mala fama de Spacy tuvieron que volver a rodar, borrando las escenas cuando la película ya estaba casi montada. A pesar de su bombo comercial “Todo el dinero del mundo” pasará seguramente sin pena ni gloria por las salas comerciales.
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En “Todo el dinero del mundo / All the Money in the World", Ridley Scott aborda a su manera el secuestro de John Paul Getty III. Quienes estuvimos atentos a lo que sucedía a mitad de los setentas del pasado siglo conocimos la versión periodística de esta trama por los diferentes medios de comunicación. Aquel suceso tuvo un fuerte impacto en la opinión pública ¿Cómo no? Para la gran pantalla, el director norteamericano hace ahora el relato de este acontecimiento ocurrido en 1973 con su estilo ampuloso de superproducción hollywoodiense.
Muy lejos queda esta película en el tiempo y en la categoría como realizador de aquel legendario “Blade Runner” o la fantástica “Thelma y Louise”. Lo más interesante del thriller que viene a ser “Todo el dinero del mundo” es el coraje de Gail, la madre, Michelle Williams, en su esfuerzo inaudito hasta conseguir el dinero para rescatar a su hijo. En sus andanzas la acompaña un poco destacable agente de seguridad Fletcher Chace (Mark Walberg). Exagerada y esperpéntica resulta la crueldad de las diferentes mafias del Sur de Italia que tienen cautivo al vástago de los Getty. Ejecutora del secuestro a punta de pistola fue la famosa ‘Ndrangheta que sigue ensangrentando la Región de Calabria.
El guión por encargo lleva la firma de David Scarpa con unos retoques innecesariamente explícitos a partir del libro de John Pearsons “Dolorosamente rico: las fortunas e infortunios de John Paul Getty”. Junto al digno trabajo de Michelle Williams, lo mejor de esta producción netamente americana resulta ser el papel de Christopher Plummer dando vida a J. Paul Getty I. El patriarca de la saga y abuelo del secuestrado se enriqueció dando impulso a la perforación de pozos y explotación del petróleo de la península Arábiga.
Da náuseas saber que la subida de unos centavos en el precio de la gasolina hacían crecer en un solo día el valor de las acciones del Imperio Getty tanto como los 17 millones de dólares que pidieron inicialmente los secuestradores del nieto cautivo. Para colmo él se niega a entregarlos para salvarle. El papel de la víctima de tanto disparate, el Tercer Getty de la saga, lo interpreta un joven Charlie Plummer quien, a pesar de su apellido, nada tiene que ver con Christopher el actor que da vida a su abuelo.
Próxima ya la Gala de los Oscar, todo parece indicar que ni siquiera Cristopher Plummer conseguirá la única estatuilla en la que ha sido nominada “Todo el dinero del mundo”. Así ha ocurrido también con las candidaturas a las que aspiraba la película de Ridley Scott esta misma semana en los Bafta del Reino Unido y antes en los Globos de oro. Recordemos que el veterano actor sustituyó en este papel a Kevin Spacey, acusado de abusos sexuales por trabajadores de la industria del cine y por ello malogrado en su brillante carrera artística. Para remediar la mala fama de Spacy tuvieron que volver a rodar, borrando las escenas cuando la película ya estaba casi montada. A pesar de su bombo comercial “Todo el dinero del mundo” pasará seguramente sin pena ni gloria por las salas comerciales.
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