Crítica: "Pantera negra / Black Panther", heredarás la tierra
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Por Alejandro Turdó
La factoría Marvel se consolidó en la industria como una fuerza cinematográfico-comercial que supo respetar a rajatabla una fórmula inobjetable: Películas solistas sobre superhéroes de primer nivel de su propiedad (Iron man - El hombre de hierro, Capitán América: El primer vengador, Thor – Ragnarok), películas de conjunto para consolidar el universo en la pantalla grande (la saga de Los Vengadores) y películas intermedias con personajes menores (Ant-Man: El hombre hormiga, Dr. Extraño) que cumplen la función de mitigar la espera entre un lanzamiento y otro. Así las cosas, la firma que desde hace un tiempo pertenece a Disney, se encarga de entregarnos 2 o 3 películas por año. A semejante ritmo no es de extrañar que muchas de sus producciones menores sean percibidas como un ejercicio de negocios antes que un evento necesariamente artístico ni mucho menos cinematográfico. Afortunadamente "Pantera negra / Black Panther" (2018) corta con dicha rutina, gracias a una historia que busca dejarnos algo, más allá de llenar un vacío y vender la próxima épica marveliana.
Con un dream team que celebra la diversidad étnica -Chadwick Boseman al cabeza, Lupita Nyong`o, Michael B. Jordan, Angela Bassett, Forest Whitaker y Daniel Kaluuya entre otros- y una narración que combina el drama shakespeariano con guiños a James Bond, el director Ryan Coogler ("Creed: Corazón de campeón", 2016) entrega una de las películas de superhéroes más sólidas de la casa Marvel desde "Capitán América y el soldado del invierno / Captain America: The Winter Soldier", 2014).
Después de una intro explicativa para ponernos en contexto, la historia nos pone frente a T’Challa (Boseman) el heredero del trono de Wakanda, ese país ficticio africano que -MacGuffin de por medio- esconde maravillas tecnológicas que podrían erradicar completamente múltiples males del planeta. T’Challa no solo es el nuevo soberano de su patria, sino también Pantera Negra, el superhéroe titular. Tras la trágica muerte de su padre T’Chaka (John Kani), la cual presenciamos en "Capitán América: Guerra Civil / Civil War", 2016), T’Challa se prepara para convertirse en rey, pero un personaje del pasado retorna para desafiar el funcionamiento monárquico de la región y consecuentemente poner en jaque al mundo entero, por supuesto.
Los 134 minutos de duración jamás se sienten largos y las secuencias fluyen una tras otra de manera orgánica, gracias a puestas en escena que deslumbran por su paleta de colores, escenas de acción que entretienen sin saturar y una banda sonora tecno-tribalista a cargo de Kendrik Lamar -uno de los músicos del momento- que se fusiona de forma efectiva con la imagen. A través de una metáfora muy bien planteada sobre el uso y el abuso del poder, que refleja intencionalmente y con poca sutileza la actualidad política estadounidense, pero sobre todo la presidencia de Donald Trump, Pantera Negra aprende de las flaquezas de las producciones previas de Marvel.
La tragedia Shakespeariana que salpica el relato atrae ecos de ciertas cuestiones exploradas sutilmente en "Thor" (2011), pero en esta ocasión la presentación de un villano con peso específico y un accionar concreto revisten de solidez un film que acumula tensión para luego liberarla en un tercer acto que hábilmente divide su desenlace en 3 secuencias paralelas.
"Pantera Negra / Black Panther" sube el listón para las próximas películas de superhéroes mal considerados secundarios, demostrando que cuando se tiene algo realmente interesante para contar -más allá de garantizar un buen negocio y posicionamiento de marca- no hay personajes ni historias menores.
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La factoría Marvel se consolidó en la industria como una fuerza cinematográfico-comercial que supo respetar a rajatabla una fórmula inobjetable: Películas solistas sobre superhéroes de primer nivel de su propiedad (Iron man - El hombre de hierro, Capitán América: El primer vengador, Thor – Ragnarok), películas de conjunto para consolidar el universo en la pantalla grande (la saga de Los Vengadores) y películas intermedias con personajes menores (Ant-Man: El hombre hormiga, Dr. Extraño) que cumplen la función de mitigar la espera entre un lanzamiento y otro. Así las cosas, la firma que desde hace un tiempo pertenece a Disney, se encarga de entregarnos 2 o 3 películas por año. A semejante ritmo no es de extrañar que muchas de sus producciones menores sean percibidas como un ejercicio de negocios antes que un evento necesariamente artístico ni mucho menos cinematográfico. Afortunadamente "Pantera negra / Black Panther" (2018) corta con dicha rutina, gracias a una historia que busca dejarnos algo, más allá de llenar un vacío y vender la próxima épica marveliana.
Con un dream team que celebra la diversidad étnica -Chadwick Boseman al cabeza, Lupita Nyong`o, Michael B. Jordan, Angela Bassett, Forest Whitaker y Daniel Kaluuya entre otros- y una narración que combina el drama shakespeariano con guiños a James Bond, el director Ryan Coogler ("Creed: Corazón de campeón", 2016) entrega una de las películas de superhéroes más sólidas de la casa Marvel desde "Capitán América y el soldado del invierno / Captain America: The Winter Soldier", 2014).
Después de una intro explicativa para ponernos en contexto, la historia nos pone frente a T’Challa (Boseman) el heredero del trono de Wakanda, ese país ficticio africano que -MacGuffin de por medio- esconde maravillas tecnológicas que podrían erradicar completamente múltiples males del planeta. T’Challa no solo es el nuevo soberano de su patria, sino también Pantera Negra, el superhéroe titular. Tras la trágica muerte de su padre T’Chaka (John Kani), la cual presenciamos en "Capitán América: Guerra Civil / Civil War", 2016), T’Challa se prepara para convertirse en rey, pero un personaje del pasado retorna para desafiar el funcionamiento monárquico de la región y consecuentemente poner en jaque al mundo entero, por supuesto.
Los 134 minutos de duración jamás se sienten largos y las secuencias fluyen una tras otra de manera orgánica, gracias a puestas en escena que deslumbran por su paleta de colores, escenas de acción que entretienen sin saturar y una banda sonora tecno-tribalista a cargo de Kendrik Lamar -uno de los músicos del momento- que se fusiona de forma efectiva con la imagen. A través de una metáfora muy bien planteada sobre el uso y el abuso del poder, que refleja intencionalmente y con poca sutileza la actualidad política estadounidense, pero sobre todo la presidencia de Donald Trump, Pantera Negra aprende de las flaquezas de las producciones previas de Marvel.
La tragedia Shakespeariana que salpica el relato atrae ecos de ciertas cuestiones exploradas sutilmente en "Thor" (2011), pero en esta ocasión la presentación de un villano con peso específico y un accionar concreto revisten de solidez un film que acumula tensión para luego liberarla en un tercer acto que hábilmente divide su desenlace en 3 secuencias paralelas.
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