Crítica : "Borg-McEnroe", mi opresión rival
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Por Damián Moreno
En cualquier deporte, además de la exigencia física y mental siempre existió la rivalidad, un elemento que todo deportista debe tener para ganar una competencia y más si pertenece al mundo del tenis que es individualismo puro. En este juego los competidores luchan en una cancha de tenis no sólo contra otros, sino también contra ellos mismos cargados de la presión que ejerce intentar ser el mejor de todos. El director Janus Metz Pedersen lo muestra de manera clara en "Borg-McEnroe, la película / Borg–McEnroe, the Movie" (2017).
Durante el Torneo de Wimbledon de 1980, se llevó a cabo uno de los más grandes partidos de todos los tiempos, el que culminaría con una exitosa carrera de cinco títulos consecutivos obtenidos en Londres por el gran icono del tenis Björn Borg (interpretado por Sverrir Gudnason) contra su gran rival en la final John McEnroe (Shia LaBeouf).
Esta historia nos sumerge en la lucha constante y de diferentes caminos que toman ambos personajes para tener la gloria en sus manos. La mentalidad de cada uno es opuesta a la otra. El actor sueco Sverrir Gudnason logra emular la fría personalidad que poseía Borg, un hombre experimentado que sabe en todo momento lo que esta juego, y es debido a que desde su infancia aprendió a ser calmo y sereno para no caer nunca en el descontrol de emociones. Por otro lado, la gran sorpresa de la película es la actuación de Shia LaBeouf quien representa la volatilidad del temperamento de McEnroe a la perfección, que en ese momento de su carrera es un chico con un talento gigantesco pero que fácilmente cae en el enojo y la frustración a la vista de todo el mundo.
Si bien son personalidades totalmente diferentes, Janus Metz Pedersen desde su mirada cinematográfica logra encontrarles un punto de comparación y es la presión que se ejercen ellos mismos. Ninguno es rival del otro sino que la competencia que poseen es con su propia mente. Borg-McEnroe, La Película va más allá de un mero partido de tenis y, de manera simbólica, representa un campo de batalla en donde hay más de quince mil personas alrededor, testigos de la lucha de dos gladiadores en la cual sus espadas son dos raquetas de tenis.
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En cualquier deporte, además de la exigencia física y mental siempre existió la rivalidad, un elemento que todo deportista debe tener para ganar una competencia y más si pertenece al mundo del tenis que es individualismo puro. En este juego los competidores luchan en una cancha de tenis no sólo contra otros, sino también contra ellos mismos cargados de la presión que ejerce intentar ser el mejor de todos. El director Janus Metz Pedersen lo muestra de manera clara en "Borg-McEnroe, la película / Borg–McEnroe, the Movie" (2017).
Durante el Torneo de Wimbledon de 1980, se llevó a cabo uno de los más grandes partidos de todos los tiempos, el que culminaría con una exitosa carrera de cinco títulos consecutivos obtenidos en Londres por el gran icono del tenis Björn Borg (interpretado por Sverrir Gudnason) contra su gran rival en la final John McEnroe (Shia LaBeouf).
Esta historia nos sumerge en la lucha constante y de diferentes caminos que toman ambos personajes para tener la gloria en sus manos. La mentalidad de cada uno es opuesta a la otra. El actor sueco Sverrir Gudnason logra emular la fría personalidad que poseía Borg, un hombre experimentado que sabe en todo momento lo que esta juego, y es debido a que desde su infancia aprendió a ser calmo y sereno para no caer nunca en el descontrol de emociones. Por otro lado, la gran sorpresa de la película es la actuación de Shia LaBeouf quien representa la volatilidad del temperamento de McEnroe a la perfección, que en ese momento de su carrera es un chico con un talento gigantesco pero que fácilmente cae en el enojo y la frustración a la vista de todo el mundo.
Si bien son personalidades totalmente diferentes, Janus Metz Pedersen desde su mirada cinematográfica logra encontrarles un punto de comparación y es la presión que se ejercen ellos mismos. Ninguno es rival del otro sino que la competencia que poseen es con su propia mente. Borg-McEnroe, La Película va más allá de un mero partido de tenis y, de manera simbólica, representa un campo de batalla en donde hay más de quince mil personas alrededor, testigos de la lucha de dos gladiadores en la cual sus espadas son dos raquetas de tenis.
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