James Cameron sobre la Inteligencia Artificial: "Ya os avisé en los 80"
- por © Eduardo Prieto-NOTICINE.com
El director de películas icónicas como "Titanic", "Terminator" y "Avatar", James Cameron, ha compartido sus reflexiones sobre el impacto de la Inteligencia Artificial a medida que su programación continúa madurando y volviéndose más sofisticada. Como creador de Skynet, Cameron rememora su película "Terminator" estrenada en 1984, una película de ciencia ficción que abordaba la temática de un cíborg asesino y una red de inteligencia artificial llamada Skynet, la cual controla el armamento y desencadena un holocausto nuclear. En una entrevista con CTV News, Cameron enfatizó que ya había advertido sobre estas posibilidades en 1984 y lamenta que no le hayan prestado atención."Os lo advertí en 1984, chicos y nadie me hizo caso", afirma.
El impacto de la IA no se limita a la esfera de la ciencia y la tecnología, también está presente afectando a la industria del cine. Ya se ha podido ver como uno de los motivos por los que ha convocado la huelga de actores y guionistas en Hollywood, es por el creciente descontento de ambos colectivos al uso de la Inteligencia Artificial para la creación de películas. Los sindicatos argumentan que los artistas necesitan protección contra el uso de sus imágenes y arte generado por la IA sin su consentimiento y los escritores sostienen que los estudios no deberían poder reemplazarlos con IA para escribir guiones.
En este aspecto James Cameron ha dicho al canal canadiense CTV, que no cree que la IA reemplace a los guionistas a corto plazo: "Personalmente, no creo que una mente incorpórea que simplemente regurgita lo que han dicho otras mentes, sobre la vida que han tenido, sobre el amor, sobre la mentira, sobre el miedo, sobre la mortalidad, y simplemente juntarlo todo en una ensalada de palabras y luego regurgitarlo. No creo que tenga algo que vaya a conmover a la audiencia. Esperemos 20 años, y si una IA gana un Oscar al Mejor Guion, creo que tenemos que tomárnosla en serio". Aunque reconoció que la tecnología avanza rápidamente y más él que es un pionero en el uso de la tecnología en sus películas, sostiene que la calidad de una historia no depende de quién la escribió, sino de si es una buena historia. En su opinión una IA no puede por ahora capturar la esencia de la experiencia humana de la misma manera que un escritor real.
Cameron también expres< su preocupación por la militarización de la IA. El director no se toma este tema a broma y cree que el holocausto que provoca Skynet en su película es posible si se le dan ciertos controles a las IA: "Creo que la militarización de la IA es el mayor peligro. Creo que entraremos en el equivalente a una carrera armamentística nuclear con IA, y si no la construimos, los otros muchachos seguramente la construirán, y luego el problema se intensificará", añade Cameron. Para el cineasta, es importante evaluar quién está desarrollando la tecnología y con qué propósito, ya sea para obtener ganancias, lo que él llama "enseñar codicia", o para la defensa, lo que denomina "enseñar paranoia".
Las palabras de Cameron advierten sobre los peligros de una carrera armamentista con Inteligencia Artificial. Al igual que ocurrió con las armas nucleares, esta tecnología podría escapar al control humano si no se establecen salvaguardas éticas. Un escenario posible sería algoritmos tomando decisiones letales a velocidad inhumana. Para evitar esa espiral, se necesita un acuerdo global que regule el desarrollo de la IA. Queda en manos de los líderes mundiales y científicos forjar consensos para que la IA se desarrolle de forma segura y beneficiosa.
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El impacto de la IA no se limita a la esfera de la ciencia y la tecnología, también está presente afectando a la industria del cine. Ya se ha podido ver como uno de los motivos por los que ha convocado la huelga de actores y guionistas en Hollywood, es por el creciente descontento de ambos colectivos al uso de la Inteligencia Artificial para la creación de películas. Los sindicatos argumentan que los artistas necesitan protección contra el uso de sus imágenes y arte generado por la IA sin su consentimiento y los escritores sostienen que los estudios no deberían poder reemplazarlos con IA para escribir guiones.
En este aspecto James Cameron ha dicho al canal canadiense CTV, que no cree que la IA reemplace a los guionistas a corto plazo: "Personalmente, no creo que una mente incorpórea que simplemente regurgita lo que han dicho otras mentes, sobre la vida que han tenido, sobre el amor, sobre la mentira, sobre el miedo, sobre la mortalidad, y simplemente juntarlo todo en una ensalada de palabras y luego regurgitarlo. No creo que tenga algo que vaya a conmover a la audiencia. Esperemos 20 años, y si una IA gana un Oscar al Mejor Guion, creo que tenemos que tomárnosla en serio". Aunque reconoció que la tecnología avanza rápidamente y más él que es un pionero en el uso de la tecnología en sus películas, sostiene que la calidad de una historia no depende de quién la escribió, sino de si es una buena historia. En su opinión una IA no puede por ahora capturar la esencia de la experiencia humana de la misma manera que un escritor real.
Cameron también expres< su preocupación por la militarización de la IA. El director no se toma este tema a broma y cree que el holocausto que provoca Skynet en su película es posible si se le dan ciertos controles a las IA: "Creo que la militarización de la IA es el mayor peligro. Creo que entraremos en el equivalente a una carrera armamentística nuclear con IA, y si no la construimos, los otros muchachos seguramente la construirán, y luego el problema se intensificará", añade Cameron. Para el cineasta, es importante evaluar quién está desarrollando la tecnología y con qué propósito, ya sea para obtener ganancias, lo que él llama "enseñar codicia", o para la defensa, lo que denomina "enseñar paranoia".
Las palabras de Cameron advierten sobre los peligros de una carrera armamentista con Inteligencia Artificial. Al igual que ocurrió con las armas nucleares, esta tecnología podría escapar al control humano si no se establecen salvaguardas éticas. Un escenario posible sería algoritmos tomando decisiones letales a velocidad inhumana. Para evitar esa espiral, se necesita un acuerdo global que regule el desarrollo de la IA. Queda en manos de los líderes mundiales y científicos forjar consensos para que la IA se desarrolle de forma segura y beneficiosa.
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