Scorsese reflexiona sobre el presente y futuro del cine, y las plataformas
- por © Noemí Romero Vera-NOTICINE.com
Considerado uno de los pocos maestros vivos del cine, el ganador del Oscar Martin Scorsese, tan reconocido por cintas como "Taxi Driver", "Malas Calles / Calles Salvajes / Calles Peligrosas / Mean Streets" o "El irlandés / The Irishman", ha cuestionado el futuro del cine tras la explosión del consumo a través de las plataformas de streaming, dedicadas a la producción en masa de contenidos y a la personalización de su oferta para cada usuario, en un ensayo publicado en la revista Harper's titulado "Il Maestro", dedicado a homenajear a Federico Fellini, días después del aniversario de su nacimiento.
En el escrito ha radiografiado la realidad actual de la industria cinematográfica, y la enorme importancia del lenguaje a la hora de catalogar una obra audiovisual para que no se corrompa su valor o importancia, y evitar así meter en el mismo cajón un vídeo de YouTube o un clásico del Séptimo Arte.
El director de "Uno de los nuestros / Buenos muchachos / Goodfellas", pese a haber trabajado para Netflix en "El irlandés / The Irishman" se ha quejado del streaming, el cual cree que perjudica el arte de hacer y ver cine, y ha cargado contra los algoritmos informáticos de las plataformas para seleccionar y recomendar contenidos, unos análisis de datos automatizados que están sustituyendo a la figura necesaria del curador en las plataformas de VOD.
Scorsese se lamenta de que con estos servicios para consumir películas y series por Internet se desvirtúe el carácter artístico de algunas obras, eclipsadas por un agresivo modelo de negocio en el que afirma, se ha convertido el cine: "Se ha creado una situación en la que todo se le presenta al espectador en igualdad de condiciones, lo cual puede sonar democrático, pero no lo es: Si los próximos visionados son 'sugeridos' por algoritmos basados en lo que ya has visto, y las recomendaciones están basadas únicamente en géneros o temáticas, ¿qué tiene eso que ver con el arte del cine? La curación no es antidemocrática o 'elitista', un término que ahora se usa tan a menudo que ha terminado perdiendo su significado. Es un acto de generosidad recomendar lo que te gustó o lo que te ha inspirado. De hecho, las mejores plataformas de streaming, como Criterion Channel y MUBI, y medios tradicionales como TCM, están basados en la selección de expertos. Los algoritmos, en cambio, tratan a los espectadores como consumidores. Es falsa democratización".
El cineasta ha hablado de la importancia del cine en nuestra cultura, y recomendó volver a ver a directores como Godard, Bergman, Kubrick, Imamura, Varda, Fellini, Bertolucci, Chaplin, Bresson o Welles, ya que no se puede depender del negocio del cine (el streaming) para hacerse cargo del propio cine: "El arte del cine está siendo devaluado sistemáticamente, degradado, marginado y reducido a su máximo denominador común por el streaming, por la noción de 'contenido' y por la lógica del 'negocio'. Por este y otro motivo, el cineasta hollywoodiense ha concluido que "los cinéfilos no pueden depender exclusivamente del negocio audiovisual para cuidar del cine".
Además, ha puesto énfasis en la palabra "negocio", y en el negocio cinematográfica, que ahora es el negocio del entretenimiento masivo audiovisual, uno en el que el valor siempre está determinado por la cantidad de dinero que puede obtenerse de alguna propiedad: "Por ello, todo, desde 'La Dolce Vita' a 'La calle / La Strada', pasando por '2001: Una Odisea del espacio / 2001: A Space Odyssey', ya está exprimido y listo para meterse en el cajón del "Arte y ensayo" de una plataforma de streaming".
Según el aclamado director, ahora el término "contenido" se ha convertido en un término comercial para referirse a imágenes en movimiento, sea una película de David Lean, una de superhéroes o una serie, usado indistintamente por empresas de medios de comunicación que no saben nada de la historia del arte ni les importa: "Tenemos que hacerles entender a los dueños legales de esas películas que son mucho más que propiedades para ser explotadas y guardadas. Son parte de nuestro rico tesoro cultural", ha declarado abiertamente el neoyorquino, quien después de trabajar con Netflix lo está haciendo con Apple TV+, en la que estrenará "Killers of the Flower Moon", interpretada por Leonardo Di Caprio y Robert De Niro.
Estas críticas de Scorsese vuelven a poner en el punto de mira la categorización de los contenidos y la producción de los mismos por parte de estas grandes plataformas como Netflix, que ostentan tanto el poder de la producción, como el de la distribución y el de la exhibición. No obstante, se están dando en la industria audiovisual mundial grandes transformaciones en el sistema tradicional de exhibición, y se está viviendo un periodo de relación entre el "movie going" en las salas de cine y entre la irrupción y el crecimiento de las audiencias en las plataformas digitales.
No es la primera vez que el italoamericano hace hincapié en el asunto de la propiedad y la creación en la industria del cine, ya que el año pasado despertó un agitado debate al considerar las películas de Marvel como algo más cercano a ser "parque temático" que a ser cine, entendido este como expresión artística. Sea como sea, y con todo esto sobre la mesa, el ensayo completo se encuentra disponible públicamente en la web de Harper's, y es seguro que sus palabras abrirán la veda a un largo e interminable debate sobre las posibilidades que ofrecen estas nuevas plataformas, sobre el poder de la industria cinematográfica, y sobre la deriva que está tomando la contemplación de un arte tan centenario categorizado como "contenido" y condenado al simple "consumo".
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En el escrito ha radiografiado la realidad actual de la industria cinematográfica, y la enorme importancia del lenguaje a la hora de catalogar una obra audiovisual para que no se corrompa su valor o importancia, y evitar así meter en el mismo cajón un vídeo de YouTube o un clásico del Séptimo Arte.
El director de "Uno de los nuestros / Buenos muchachos / Goodfellas", pese a haber trabajado para Netflix en "El irlandés / The Irishman" se ha quejado del streaming, el cual cree que perjudica el arte de hacer y ver cine, y ha cargado contra los algoritmos informáticos de las plataformas para seleccionar y recomendar contenidos, unos análisis de datos automatizados que están sustituyendo a la figura necesaria del curador en las plataformas de VOD.
Scorsese se lamenta de que con estos servicios para consumir películas y series por Internet se desvirtúe el carácter artístico de algunas obras, eclipsadas por un agresivo modelo de negocio en el que afirma, se ha convertido el cine: "Se ha creado una situación en la que todo se le presenta al espectador en igualdad de condiciones, lo cual puede sonar democrático, pero no lo es: Si los próximos visionados son 'sugeridos' por algoritmos basados en lo que ya has visto, y las recomendaciones están basadas únicamente en géneros o temáticas, ¿qué tiene eso que ver con el arte del cine? La curación no es antidemocrática o 'elitista', un término que ahora se usa tan a menudo que ha terminado perdiendo su significado. Es un acto de generosidad recomendar lo que te gustó o lo que te ha inspirado. De hecho, las mejores plataformas de streaming, como Criterion Channel y MUBI, y medios tradicionales como TCM, están basados en la selección de expertos. Los algoritmos, en cambio, tratan a los espectadores como consumidores. Es falsa democratización".
El cineasta ha hablado de la importancia del cine en nuestra cultura, y recomendó volver a ver a directores como Godard, Bergman, Kubrick, Imamura, Varda, Fellini, Bertolucci, Chaplin, Bresson o Welles, ya que no se puede depender del negocio del cine (el streaming) para hacerse cargo del propio cine: "El arte del cine está siendo devaluado sistemáticamente, degradado, marginado y reducido a su máximo denominador común por el streaming, por la noción de 'contenido' y por la lógica del 'negocio'. Por este y otro motivo, el cineasta hollywoodiense ha concluido que "los cinéfilos no pueden depender exclusivamente del negocio audiovisual para cuidar del cine".
Además, ha puesto énfasis en la palabra "negocio", y en el negocio cinematográfica, que ahora es el negocio del entretenimiento masivo audiovisual, uno en el que el valor siempre está determinado por la cantidad de dinero que puede obtenerse de alguna propiedad: "Por ello, todo, desde 'La Dolce Vita' a 'La calle / La Strada', pasando por '2001: Una Odisea del espacio / 2001: A Space Odyssey', ya está exprimido y listo para meterse en el cajón del "Arte y ensayo" de una plataforma de streaming".
Según el aclamado director, ahora el término "contenido" se ha convertido en un término comercial para referirse a imágenes en movimiento, sea una película de David Lean, una de superhéroes o una serie, usado indistintamente por empresas de medios de comunicación que no saben nada de la historia del arte ni les importa: "Tenemos que hacerles entender a los dueños legales de esas películas que son mucho más que propiedades para ser explotadas y guardadas. Son parte de nuestro rico tesoro cultural", ha declarado abiertamente el neoyorquino, quien después de trabajar con Netflix lo está haciendo con Apple TV+, en la que estrenará "Killers of the Flower Moon", interpretada por Leonardo Di Caprio y Robert De Niro.
Estas críticas de Scorsese vuelven a poner en el punto de mira la categorización de los contenidos y la producción de los mismos por parte de estas grandes plataformas como Netflix, que ostentan tanto el poder de la producción, como el de la distribución y el de la exhibición. No obstante, se están dando en la industria audiovisual mundial grandes transformaciones en el sistema tradicional de exhibición, y se está viviendo un periodo de relación entre el "movie going" en las salas de cine y entre la irrupción y el crecimiento de las audiencias en las plataformas digitales.
No es la primera vez que el italoamericano hace hincapié en el asunto de la propiedad y la creación en la industria del cine, ya que el año pasado despertó un agitado debate al considerar las películas de Marvel como algo más cercano a ser "parque temático" que a ser cine, entendido este como expresión artística. Sea como sea, y con todo esto sobre la mesa, el ensayo completo se encuentra disponible públicamente en la web de Harper's, y es seguro que sus palabras abrirán la veda a un largo e interminable debate sobre las posibilidades que ofrecen estas nuevas plataformas, sobre el poder de la industria cinematográfica, y sobre la deriva que está tomando la contemplación de un arte tan centenario categorizado como "contenido" y condenado al simple "consumo".
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