Convulsión en Hollywood al eliminar Warner Bros. sus estrenos exclusivos en salas
- por © Alvaro Juanas-NOTICINE.com
El estudio Warner Bros., propiedad de Warner Media (a su vez parte del conglomerado AT&T), ha anunciado que todas sus películas que se estrenen en 2021 lo harán simultáneamente en salas de cine y en la plataforma de streaming HBO Max, poniendo en pie de guerra no sólo a exhibidores, sino a no pocos cineastas y socios en la producción de cine. La decisión se ha tomado por parte de la empresa de forma unilateral sin tener en cuenta opiniones de los sectores implicados, que en algunos casos han anunciado recursos a los tribunales. La prensa industrial considera este movimiento como mucho más que una medida "anticovid", y un síntoma de la pérdida de la exclusividad de los cines a la hora de lanzar las películas.
En un principio, este viraje hacia la pequeña pantalla se ha planteado como solamente temporal hasta que todo vuelva a su cauce normal, pero viendo que aún así no ingresarán el dinero previsto y que su proyecto de canal de suscripción sigue a la baja repetirán la fórmula de "Wonder Woman 1984 / Mujer Maravilla 1984" todo el año siguiente.
Ann Sarnoff, presidenta y directora ejecutiva de Warner Media, y Tobby Emerich, encargado de Warner Bros., llegaron al acuerdo el día 3 de diciembre, por el cual las 17 películas anunciadas para 2021 se estrenarán también en su servicio de transmisión el mismo día de su lanzamiento en la gran pantalla. La intención es que HBO Max pueda llegar a competir un día con servicios como Netflix, Disney Plus o Amazon Prime Video, y para ello consideran que necesitan de títulos originales de gran presupuesto.
Lo que no han tenido en cuenta es la opinión del resto de la industria cinematográfica, muy necesaria para poder crear un contenido de calidad que sea un sinónimo de éxito. A los actores externos a la compañía no les ha parecido tan buena idea.
La deriva hacia el hogar de Warner ha sentado como una puñalada en Hollywood. Prácticamente todos los trabajadores del Séptimo Arte han manifestado su disconformidad con el cambio. Los directores creen que no se valora su trabajo, siendo la mayoría de veces casi necesaria su visualización en una sala para una mejor experiencia. Las grandes figuras de la pantalla suelen cobrar por contrato un tanto por ciento de la taquilla que sus películas logran en las salas, y -según dice Variety- Warner les ha tranquilizado asegurándoles su porcentaje aunque los ingresos sean pequeños.
No ya por dinero, sino por fidelidad al cine de siempre, el cineasta Cristopher Nolan, quien les ha reportado ganancias millonarias con su saga de Batman y lleva años bajo el paraguas del estudio, ha sido especialmente crítico en Hollywood Reporter: "Algunos de los cineastas más importantes de nuestra industria y las estrellas de cine más importantes se acostaron la noche anterior pensando que estaban trabajando para el mejor estudio cinematográfico y se despertaron para descubrir que lo hacían para la peor plataforma de streaming".
No solo los cineastas se han posicionado, las productoras no creen que con el traslado puedan llegar a cubrir los gastos realizados. Legendary o Village Roadshow, socias de Warner Bros, en algunos de sus más caros proyectos, son las grandes afectadas, pero sí hay una que destaca es la primera. El estudio de la W le vetó la venta de los derechos de "Godzilla vs. Kong" a Netflix, y ahora se la adjudica a HBO Max sin la posibilidad de negociar. Con la superproducción "Duna / Dune" pasará lo mismo, por lo que la empresa se está planteando tomar cartas en el asunto y llevarlo a los tribunales mediante una demanda. No están de acuerdo con que dicha forma de presentación de los largometrajes sea beneficiosa para ambos, siendo sólo para el estudio de Emerich una opción ventajosa. Asumen que la compañía de Los Angeles sabe las pérdidas que les reportará con dicho método por lo que han obrado de mala fe.
Los representantes de los artistas también han cargado contra la sociedad californiana, histórica por el trato que tenía con sus asociados por el que todos querían trabajar para él. Sin embargo, esto da un giro a la trayectoria, decidiendo primar los beneficios de la empresa a la capacidad de realizar obras de nivel, ofendiendo a sus colaboradores. Las salas de cine no se han posicionado todavía, pero su opinión al respecto parece clara. Pese a ello, el estudio ha querido tranquilizar a los socios más irritados diciéndoles que seguirán teniendo un estreno mundial como se merece, algo que han considerado ridículo teniendo en cuenta que en el momento que se suba a una plataforma la piratería actuará de la forma que acostumbra. Con este movimiento no parece que Warner salga ganando, aunque eso sólo el tiempo lo dirá.
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En un principio, este viraje hacia la pequeña pantalla se ha planteado como solamente temporal hasta que todo vuelva a su cauce normal, pero viendo que aún así no ingresarán el dinero previsto y que su proyecto de canal de suscripción sigue a la baja repetirán la fórmula de "Wonder Woman 1984 / Mujer Maravilla 1984" todo el año siguiente.
Ann Sarnoff, presidenta y directora ejecutiva de Warner Media, y Tobby Emerich, encargado de Warner Bros., llegaron al acuerdo el día 3 de diciembre, por el cual las 17 películas anunciadas para 2021 se estrenarán también en su servicio de transmisión el mismo día de su lanzamiento en la gran pantalla. La intención es que HBO Max pueda llegar a competir un día con servicios como Netflix, Disney Plus o Amazon Prime Video, y para ello consideran que necesitan de títulos originales de gran presupuesto.
Lo que no han tenido en cuenta es la opinión del resto de la industria cinematográfica, muy necesaria para poder crear un contenido de calidad que sea un sinónimo de éxito. A los actores externos a la compañía no les ha parecido tan buena idea.
La deriva hacia el hogar de Warner ha sentado como una puñalada en Hollywood. Prácticamente todos los trabajadores del Séptimo Arte han manifestado su disconformidad con el cambio. Los directores creen que no se valora su trabajo, siendo la mayoría de veces casi necesaria su visualización en una sala para una mejor experiencia. Las grandes figuras de la pantalla suelen cobrar por contrato un tanto por ciento de la taquilla que sus películas logran en las salas, y -según dice Variety- Warner les ha tranquilizado asegurándoles su porcentaje aunque los ingresos sean pequeños.
No ya por dinero, sino por fidelidad al cine de siempre, el cineasta Cristopher Nolan, quien les ha reportado ganancias millonarias con su saga de Batman y lleva años bajo el paraguas del estudio, ha sido especialmente crítico en Hollywood Reporter: "Algunos de los cineastas más importantes de nuestra industria y las estrellas de cine más importantes se acostaron la noche anterior pensando que estaban trabajando para el mejor estudio cinematográfico y se despertaron para descubrir que lo hacían para la peor plataforma de streaming".
No solo los cineastas se han posicionado, las productoras no creen que con el traslado puedan llegar a cubrir los gastos realizados. Legendary o Village Roadshow, socias de Warner Bros, en algunos de sus más caros proyectos, son las grandes afectadas, pero sí hay una que destaca es la primera. El estudio de la W le vetó la venta de los derechos de "Godzilla vs. Kong" a Netflix, y ahora se la adjudica a HBO Max sin la posibilidad de negociar. Con la superproducción "Duna / Dune" pasará lo mismo, por lo que la empresa se está planteando tomar cartas en el asunto y llevarlo a los tribunales mediante una demanda. No están de acuerdo con que dicha forma de presentación de los largometrajes sea beneficiosa para ambos, siendo sólo para el estudio de Emerich una opción ventajosa. Asumen que la compañía de Los Angeles sabe las pérdidas que les reportará con dicho método por lo que han obrado de mala fe.
Los representantes de los artistas también han cargado contra la sociedad californiana, histórica por el trato que tenía con sus asociados por el que todos querían trabajar para él. Sin embargo, esto da un giro a la trayectoria, decidiendo primar los beneficios de la empresa a la capacidad de realizar obras de nivel, ofendiendo a sus colaboradores. Las salas de cine no se han posicionado todavía, pero su opinión al respecto parece clara. Pese a ello, el estudio ha querido tranquilizar a los socios más irritados diciéndoles que seguirán teniendo un estreno mundial como se merece, algo que han considerado ridículo teniendo en cuenta que en el momento que se suba a una plataforma la piratería actuará de la forma que acostumbra. Con este movimiento no parece que Warner salga ganando, aunque eso sólo el tiempo lo dirá.
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