Una mexicana podría comprar y dirigir el estudio de Harvey Weinstein, TWC
- por © Deborah de la Calle-NOTICINE.com
Muchos lo verían como un hecho de "justicia poética". Una mujer, mexicana de nacimiento, que ha triunfado en la empresa privada y formó parte de la Administración del expresidente Barack Obama como responsable del departamento de Administración de Pequeñas Empresas, entre 2014 y 2017, podría llegar a controlar The Weinstein Company, el estudio independiente que está en venta tras el escándalo sexual de su fundador y presidente, Harvey Weinstein, al que decenas de mujeres han acusado de abusos, violaciones y propuestas indecorosas. Se llama María Contreras-Sweet, es de Guadalajara, y al frente de un grupo empresarial ha hecho una oferta de 275 millones de dólares, para adquirir la compañía.
En la propuesta de Contreras destaca una circunstancia peculiar: Se propone ser CEO de la nueva TWC (que posiblemente cambiaría de nombre), y liderar un consejo de Administración formado mayoritariamente por mujeres.
La empresaria tapatía afincada en California, dijo en un comunicado: "Me siento profundamente afectada por las recientes revelaciones (sobre Weinstein). Reorganizar The Weinstein Co. como una empresa dirigida por mujeres sería una inspiración para la industria, y un ejemplo de que Hollywood puede cambiar".
Su propuesta consiste en efecto en reemplazar a la junta directiva actual, masculina en su totalidad, por otra de mayoría femenina, según The Wall Street Journal. Aunque numerosos otros compradores potenciales, incluidos Lionsgate y MGM, se están movilizando, la iniciativa de Contreras podría contar con simpatías. Su oferta incluye mantener a los 157 empleados actualmente en nómina, pero eliminando a Bob Weinstein, el hermano de Harvey Weinstein y actual presidente tras el cese del magnate.
La mancha del escándalo sobre TWC podría borrarse, ya que María Contreras tiene importantes avalistas y asesores detrás de ella, como Loeb & Loeb, Ernst & Young y Roy Salter de FTI. Esto podría reactivar la compañía al eliminar el estigma del escándalo en los activos que incluyen títulos como la serie de Kevin Costner-Taylor Sheridan "Yellowstone" a películas como "The Current War", "In The Heights" y muchas otras series y películas. Además podría hacer posible la serie dirigida por David O Russell con Robert De Niro y Julianne Moore, que fue eliminada a pesar de que tenía un compromiso de dos temporadas.
Contreras-Sweet también ofreció establecer un fondo para las presuntas víctimas de Weinstein y la mediación para resolver acciones legales, un plan que fue sugerido por Gloria Allred, según el Wall Street Journal.
Más de 20 postores están analizando los datos financieros de la empresa. Weinstein Company tiene una deuda de 375 millones, incluido un préstamo de 45 millones. Gran parte de la deuda está respaldada por los activos de cine y televisión de la compañía.
La compañía, que actualmente cuenta con alrededor de 150 empleados, tiene varios proyectos en desarrollo para los próximos 12 meses. La semana pasada renunció a la distribución de una gran película, "Paddington 2", que ahora será lanzada en EEUU por Warner Bros, que pagó por los derechos 15 millones de dólares.
Como les está ocurriendo a un número creciente de actores, directores, productores y agentes, ser acusados de acosos sexuales está resultando suficiente -sin de momento procesos finalizados, pruebas fehacientes ni condenas- para acabar definitivamente con sus respectivas carreras profesionales, luego de ser despedidos, romperse sus contratos o incluso (como ha pasado con Kevin Spacey) literalmente "borrados" en trabajos ya hechos. En el caso concreto de Weinstein, el primero que abrió la "veda del acosador", su caída, después de que más de 50 mujeres afirmaran que las acosó o agredió sexualmente en las últimas tres décadas, está conllevando el final de la empresa de la que era copropietaria, especializada en producción y distribución de cine independiente estadounidense e internacional.
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En la propuesta de Contreras destaca una circunstancia peculiar: Se propone ser CEO de la nueva TWC (que posiblemente cambiaría de nombre), y liderar un consejo de Administración formado mayoritariamente por mujeres.
La empresaria tapatía afincada en California, dijo en un comunicado: "Me siento profundamente afectada por las recientes revelaciones (sobre Weinstein). Reorganizar The Weinstein Co. como una empresa dirigida por mujeres sería una inspiración para la industria, y un ejemplo de que Hollywood puede cambiar".
Su propuesta consiste en efecto en reemplazar a la junta directiva actual, masculina en su totalidad, por otra de mayoría femenina, según The Wall Street Journal. Aunque numerosos otros compradores potenciales, incluidos Lionsgate y MGM, se están movilizando, la iniciativa de Contreras podría contar con simpatías. Su oferta incluye mantener a los 157 empleados actualmente en nómina, pero eliminando a Bob Weinstein, el hermano de Harvey Weinstein y actual presidente tras el cese del magnate.
La mancha del escándalo sobre TWC podría borrarse, ya que María Contreras tiene importantes avalistas y asesores detrás de ella, como Loeb & Loeb, Ernst & Young y Roy Salter de FTI. Esto podría reactivar la compañía al eliminar el estigma del escándalo en los activos que incluyen títulos como la serie de Kevin Costner-Taylor Sheridan "Yellowstone" a películas como "The Current War", "In The Heights" y muchas otras series y películas. Además podría hacer posible la serie dirigida por David O Russell con Robert De Niro y Julianne Moore, que fue eliminada a pesar de que tenía un compromiso de dos temporadas.
Contreras-Sweet también ofreció establecer un fondo para las presuntas víctimas de Weinstein y la mediación para resolver acciones legales, un plan que fue sugerido por Gloria Allred, según el Wall Street Journal.
Más de 20 postores están analizando los datos financieros de la empresa. Weinstein Company tiene una deuda de 375 millones, incluido un préstamo de 45 millones. Gran parte de la deuda está respaldada por los activos de cine y televisión de la compañía.
La compañía, que actualmente cuenta con alrededor de 150 empleados, tiene varios proyectos en desarrollo para los próximos 12 meses. La semana pasada renunció a la distribución de una gran película, "Paddington 2", que ahora será lanzada en EEUU por Warner Bros, que pagó por los derechos 15 millones de dólares.
Como les está ocurriendo a un número creciente de actores, directores, productores y agentes, ser acusados de acosos sexuales está resultando suficiente -sin de momento procesos finalizados, pruebas fehacientes ni condenas- para acabar definitivamente con sus respectivas carreras profesionales, luego de ser despedidos, romperse sus contratos o incluso (como ha pasado con Kevin Spacey) literalmente "borrados" en trabajos ya hechos. En el caso concreto de Weinstein, el primero que abrió la "veda del acosador", su caída, después de que más de 50 mujeres afirmaran que las acosó o agredió sexualmente en las últimas tres décadas, está conllevando el final de la empresa de la que era copropietaria, especializada en producción y distribución de cine independiente estadounidense e internacional.
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