OPINION: La previsible noche del tío Oscar
- por © Diego Brodersen-NOTICINE.com



Cuanto mal pueda esta nueva prosapia de cine asiático “occidentalizado” hacerle a las cinematografías emergentes de esa zona -en particular, la coreana y tailandesa, dos de los sitios geográficos donde se produce el cine más interesante de la actualidad- todavía está por verse.
Quizá la gran perdedora de la velada haya sido “Gladiador”. Al final de la noche, la epopeya épica con Russell Crowe -quien merecería ganar un premio especial a la Mejor Cara Enojosa de la Noche- había ganado en sólo cinco de los doce rubros nominados; el film que aparecía como favorito apenas si superó en una estatuilla a “Traffic” y al mencionado film de Ang Lee. Los “números fijos”, por utilizar una expresión de los apostadores que hace mención a los ganadores seguros, fueron las estrellas de la noche: Julia Roberts como Mejor Actriz, Steven Soderbergh como Mejor Director, “Gladiador” como Mejor Película, etcétera, hicieron que esta noche de los Oscar fuera, con poco margen de diferencia, una de las menos estimulantes de los últimos años. Ante tanto tedio, al menos la conducción de Steve Martín fue ácida y divertida y los números musicales más interesantes que en ceremonias anteriores, en particular los de Björk y Bob Dylan, en directo desde Australia. En definitiva, poca cosa ante semejante despliegue de lentejuela y traje Armani. Poco arte cinematográfico. Pero, nuevamente, ¿acaso los “Premios de la Academia” fueron alguna vez otra cosa?