Enemistados desde finales de la pasada década, la actriz Megan Fox y su descubridor, el realizador y productor Michael Bay, se han reconciliado, y las culpables son las reptiles más famosas del cine, las Tortugas Ninja. El cineasta, que produce el "remake" de la cinta de 1990 sobre el cómic de la década anterior, quiere que la "sex symbol" y reciente madre por vez primera sea la protagonista de la película, en la que las Teenage Mutant Ninja Turtles aparecerán junto a criaturas digitales.

En su web, Bay simplemente escribió: "TMNT: we are bringing Megan Fox back into the family!" (¡Estamos trayendo de nuevo a Megan Fox a la familia!), demostrando que las enemistades en la industria de Hollywood pueden reconducirse si el negocio lo aconseja.

Según Hollywood Reporter, Fox y Bay se reconciliaron a partir de varias reuniones recientes en las que debieron limpiar los trapos sucios de cuatro años atrás, y también quien será el director de las nuevas Tortugas Ninja, Jonathan Liebesman, acabo de seducir a la exmodelo y actriz, a la que tampoco le sobra el trabajo después del parón de su embarazo y maternidad, enseñándole los "storyboards" de la película. Megan Fox será aparentemente la más famosa del elenco, ya que considerando que iran con cabezas de tortugas, los actores que incorporarán a Leonardo, Michelangelo, Donatello y Raphael no serán necesariamente conocidos.

Las relaciones entre la sex symbol, apodada por sus enemigos "Mega Fox" y Michael Bay se volvieron explosivas durante el rodaje de la segunda entrega de su saga en común "Transformers". Paramount estaba convencida de que la actriz y sus curvas eran un puntal básico en la saga de maquinas convertibles, pero en última instancia, según algunos el propio Bay y según éste el productor Steven Spielberg (¿influído por Bay?) optaron por eliminarla del guión de la tercera parte.

En el verano de 2011, Bay explicó a la revista GQ fque Spielberg le exigió que la despidiera inmediatamente tras leer en una publicación británica cómo Megan había hecho comentarios no muy favorables hacia él mismo (Bay) como director, comparándolo con Hitler, por su presunta actitud dictatorial en el plató. Al parecer, su enemistad vino del disgusto del realizador al ver a Fox enganchada a su Blackberry entre toma y toma, en lugar de estar concentrada en el papel.

Las siguientes películas de Megan Fox nada han tenido que ver en éxito comercial como aquellas en las que fue dirigida y producida por Bay.