A  pesar de que ha sido el único director que en 50 años del personaje ha sido capaz de reunir a Bond, James Bond, con su jefa suprema (la de verdad), Isabel II,  en uno de los momentos más memorables de la gala inaugural de los Juegos Olimpicos, que él supervisó, Danny Boyle dice que no tiene especial interés en volver a dirigir a Daniel Craig, esta vez en una película de verdad de la saga 007, porque -afirma- "no soy bueno haciendo películas de alto presupuesto".

El cineasta británico, niega en una entrevista con Radio 4 de la BBC, las especulaciones que a partir de la broma en la participó la mismísima monarca, recibiendo en Buckingham a su agente con licencia para matar, quien la acompañaba hasta un helicóptero desde el que ambos (obviamente sustituidos por especialistas) se tiraban en paracaídas sobre el estadio en el que tenía lugar en vivo la apertura de las Olimpiadas, el verano pasado, le colocaban en la lista de posibles realizadores capaces de dirigir alguna de las próximas cintas de la larga y exitosa franquicia, más próspera que nunca gracias a "Skyfall".

"En realidad no soy demasiado bueno cuando tengo una gran cantidad de dinero sobre la mesa", dice en la entrevista con el programa Front Row Boyle, cuya carrera arrancó internacionalmente con la atrevida "Trainspotting", y que ganó el Oscar con "Slumdog millionaire / Quisiera ser millonario", además de ser candidato por partida doble con "127 horas".  

Al ser preguntado sobre su experiencia en uno de sus films más costosos, "La playa", en el que dirigió a Leonardo DiCaprio, el cineasta británico replica: "No confíes en mí con enormes cantidades de dinero. Hice esa película, que tenía un buen presupuesto a escala de Hollywood, y no me fue bien. Algunas personas pueden manejar eso y me encanta ver ese tipo de películas, pero yo soy mucho mejor con menos dinero y tratando de hacer que la cosa funcione de todas maneras".

El también director de "28 días después... / Exterminio" acaba de terminar el "thriller" criminal "Trance", que protagonizaron James McAvoy, Rosario Dawson y Vincent Cassel, su regreso al cine tras más de dos años dedicado al teatro y ha dirigir la gala olímpica.