Figura del cine "indi" con películas tan emblemáticas como "Donnie Darko" o "Brokeback Mountain - El secreto de la montaña / En terreno vedado", Jake Gyllenhaal se ha reciclado en estrella comercial, o al menos eso se espera, en vísperas del estreno de una de las cintas más caras de esta temporada estival norteamericana, "Prince of Persia: The sands of time", adaptación de un veteranísimo juego que teníamos en las computadoras desde los tiempos en que las pantallas eran en blanco y negro. Con el productor Jerry Bruckheimer a bordo, no es difícil pensar en que estamos a punto de ver nacer una nueva franquicia, en la que Jake afirma haberse inspirado a la hora de actuar en las viejas películas de Errol Flyn.

Y es que después de muchas horas de gimnasio, Gyllenhaal asume que esta superproducción que ha costado entre 150 y 200 millones es la continuación de las viejas cintas de aventuras y peleas de sable al estilo de las que protagonizó su colega australiano. "Me gusta pensar en esto como al estilo del actor Errol Flynn, siempre lo pensé en ese sentido y siempre estuve inspirado en él en esta película", afirma en unas declaraciones a la agencia Reuters desde Londres, donde este domingo tendrá lugar el estreno mundial, si las arenas (no del tiempo, sino del volcán islandés) no lo impiden.

A los 29 años, el actor nacido en Los Angeles es consciente de que "Prince of Persia", en la que ha sido dirigido por el muy ecléctico Mike Newel (realizó "Donnie Darko" pero también "4 bodas y un funeral", "El amor en los tiempos del cólera" y una de las entregas de la saga de Harry Potter), puede marcar un antes y un después en su carrera. Antes del estreno, el 21 de este mes en Europa y una semana después en América del Norte y del Sur, Jake se muestra dispuesto a seguir en la piel de Dastan, un niño adoptado por el Rey Sharaman que va tras una daga mágica capaz de volver el tiempo atrás. "Por supuesto, si hay una oportunidad de hacer otra y la gente responde a ello. Sería un honor. Si el público pide una continuación, eso sería un honor", insiste.

Gyllenhaal, que dice haber jugado al videojuego de niño, cree que "Prince of Persia: The sands of time" no seguirá la senda del fracaso por la que han discurrido algunas recientes adaptaciones de ese entretenimiento informático: "Hay mucho escepticismo acerca de la conversión de un videojuego en película. Pero también estoy muy entusiasmado, pues creo que hemos hecho algo que es mucho mejor a todas las adaptaciones que han aparecido hasta el momento. Estos juegos no han recibido el respeto que se merecen en el mundo del cine y pienso que Jerry (Bruckheimer, el productor) ha hecho eso y creo además que nos esforzamos mucho para hacerla nuestra y al mismo tiempo mantenernos apegados al juego".

Y mientras se acerca su gran día, el actor angelino recuerda que no ha dejado del todo el cine independiente, ya que tiene pendiente de estreno hasta tres cintas: la de ciencia-ficción "Source code" (cuyo rodaje recién termina), y las comedias románticas "Love and other drugs" y "Nailed".