Militar norteamericano denuncia a los autores de "En tierra hostil" por usar su historia sin permiso
- por © Redacción-NOTICINE.com

Ha tardado bastantes meses y bastantes nominaciones (9) el sargento del ejército estadounidense Jeffrey S. Sarver, de 38 años, para dar a conocer su denuncia contra el guionista Mark Boal, la directora Kathryn Bigelow, el resto de los productores y la distribuidora de "En tierra hostil / Zona de miedo / Vivir al límite", por usar su propia historia como artificiero desactivador de bombas en Irak -según él- sin su consentimiento.
Sarver explicó a los periodistas que la tardanza en acudir a los tribunales obedece a que desconocía sus derechos, y que ni Boal ni otros miembros del equipo le consultaron, a pesar de que en su opinión el personaje central está basado en él mismo, ya que a pesar del nombre diferente (el sargento William James), incluso su personal señal de llamada, "Blaster One", fue utilizada en la película de Bigelow, estrenada meses atrás en EEUU y ya distribuida también en DVD y Blu-Ray.
La historia de Jeffrey S. Sarver, de hecho, era de dominio público y sobre todo del guionista de "En tierra hostil / Zona de miedo / Vivir al límite", ya que el propio Boal había escrito sobre él un reportaje en la revista Playboy, hace cinco años, titulado "The man in the bomb suit" (el hombre con traje para bombas). Según el abogado del sargento real, "Si alguien les dice que Sarver no es Will James, esa es una declaración risible".
Summit, la misma productora-distribuidora de la saga "Crepúsculo", respondió a la demanda diciendo que durante la preproducción del film se había entrevistado a numeros soldados norteamericanos en el ocupado Irak, y que no se trata del reflejo de una historia personal, sino "pura ficción".
Según Reuters, Sarver y su abogado, Geoffrey Fieger, buscan aprovechar la cadena de éxitos y premios de "En tierra hostil / Zona de miedo / Vivir al límite" para obtener un acuerdo extrajudicial y una indemnización de parte del estudio, que así se libraría de un incómodo proceso legal. No obstante, y a la espera de que el domingo logre alguna de las nueve estatuillas a las que opta, no es ocioso recordar que hasta el momento el film de Bigelow no ha resultado economicamente rentable, y en Estados Unidos obtuvo una muy pobre recaudación, que se espera ampliar con la distribución internacional ahora en curso.
Sarver explicó a los periodistas que la tardanza en acudir a los tribunales obedece a que desconocía sus derechos, y que ni Boal ni otros miembros del equipo le consultaron, a pesar de que en su opinión el personaje central está basado en él mismo, ya que a pesar del nombre diferente (el sargento William James), incluso su personal señal de llamada, "Blaster One", fue utilizada en la película de Bigelow, estrenada meses atrás en EEUU y ya distribuida también en DVD y Blu-Ray.
La historia de Jeffrey S. Sarver, de hecho, era de dominio público y sobre todo del guionista de "En tierra hostil / Zona de miedo / Vivir al límite", ya que el propio Boal había escrito sobre él un reportaje en la revista Playboy, hace cinco años, titulado "The man in the bomb suit" (el hombre con traje para bombas). Según el abogado del sargento real, "Si alguien les dice que Sarver no es Will James, esa es una declaración risible".
Summit, la misma productora-distribuidora de la saga "Crepúsculo", respondió a la demanda diciendo que durante la preproducción del film se había entrevistado a numeros soldados norteamericanos en el ocupado Irak, y que no se trata del reflejo de una historia personal, sino "pura ficción".
Según Reuters, Sarver y su abogado, Geoffrey Fieger, buscan aprovechar la cadena de éxitos y premios de "En tierra hostil / Zona de miedo / Vivir al límite" para obtener un acuerdo extrajudicial y una indemnización de parte del estudio, que así se libraría de un incómodo proceso legal. No obstante, y a la espera de que el domingo logre alguna de las nueve estatuillas a las que opta, no es ocioso recordar que hasta el momento el film de Bigelow no ha resultado economicamente rentable, y en Estados Unidos obtuvo una muy pobre recaudación, que se espera ampliar con la distribución internacional ahora en curso.