"Precious": Negra, preciosa y rebelde
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Por Alberto Duque López
Entre las sorpresas y no sorpresas de las nominaciones a los premios Oscar, es decir, la injusta exclusión de Clint Eastwood y su "Invictus", y una película pequeña pero intensa, "El Solista"; el castigo merecido para "Nine" a pesar de la exagerada valoración del papel de Penélope Cruz; el piadoso olvido para "Resacón en Las Vegas / ¿Qué pasó ayer?" que enloqueció a los jurados de los Globos de Oro; la indiferencia ante una película convertida en objeto de culto, "The road / La carretera", además de la inclusión de dos películas latinas, "El secreto de sus ojos" y "La teta asustada"... entre esas sorpresas y no sorpresas nos topamos con el fenómeno de "Precious", que este viernes llega a las salas españolas.
Esta pequeña joya del cine independiente que ha rodado con éxito por varios festivales del mundo, comenzando por Sundance, Cannes y Toronto, y obtuvo esta semana seis nominaciones para mejor película, director, sus dos actrices principales, edición y guión adaptado (de las cuales las dos estrellas podrían ser las más opcionadas), ha sido la sorpresa, no solo porque la comediante Mo'Nique se niega a participar en las giras promocionales, mientras la joven Gabourey Gabby Sidibe mira sin aspavientos cómo su vida oscura ha cambiado en estos dos años (ya no puede comerse un helado o un perro caliente en la calle o un parque porque numerosos y alegres desconocidos la abrazan, quieren alzarla (lo cual es imposible), y hasta le dice que quieren adoptarla para que no siga sufriendo con sus dos bebés de ficción.
La joven se llama Claireece Jones y, por ironía, le dicen Preciosa. Vive en Harlem, es gorda, inmensamente gorda. Es negra, profundamente negra. Es fea, terriblemente fea. Es pobre, irremediablemente pobre. Es analfabeta, vergonzosamente analfabeta. Es desgraciada, dolorosamente desgraciada. Vive con una madre alcohólica que la maltrata todo el tiempo y no le perdona que haya sido violada por el padre y embarazada con dos niños que amenazan con seguir sus pasos.
Cada año, durante la temporada de festivales, premios y reconocimientos siempre hay una película pequeña, independiente y de bajo presupuesto que acapara la atención de críticos y espectadores. El año pasado fue "Slumdog Millionaire"; este, una película que en ha convertido en la mejore referencia a esas películas que los productores y directores llevan en sus maletas a todas partes, las exhiben, tratan de venderlas bien y terminan por encerrarlas de nuevo en el garaje de la casa, junto a la podadora.
"Precious" está basada en una novela de culto, "Push" escrita y ubicada por una poetisa, Sapphire, en la era Reagan, publicada durante el gobierno de Bill Clinton y leída con avidez por las adolescentes negras, golpeadas por la trágica miseria de ese personaje y sus tremendas ganas de respirar y seguir viviendo en medio de las peores circunstancias. Aunque algunos negros sostienen que tanto el personaje como la historia no corresponden a la realidad.
Producida y dirigida por Lee Daniels (productor de otra película dolorosa y terrible, "Monster´s Ball"), evita la sensiblería, no cae en la trampa de la porno miseria ni se regodea con las desgracias de una muchacha que toma la vida con su concepto muy personal y desesperado de la dignidad, con humor, conocedora de sus límites y dueña de sus sueños irrealizados mientras en Estados Unidos millones de niñas y mujeres se ven reflejadas, supuestamente, en esa historia.
Por eso Daniels logró que personajes importantes se sumaran al proyecto, desde Oprah Winfrey (quien luego del triunfo asegurado en los festivales y la venta en varios mercados, en un gesto de oportunismo se hizo designar productora ejecutiva a cambio de promoverla en su popular programa de televisión), hasta Mariah Carrey, Lenny Kravitz, Mo´Nique (ganadora del Globo de Oro como la madre tiránica) y otros en papeles secundarios que conforman ese doble universo de la joven, la escuela y el hogar.

Y es que el mundo de la muchacha está lleno de mujeres, los hombres son referencias lejanas, inoportunas, dolorosas e impuestas, sobre todo la figura del padre que no aparece pero está presente, sobre todo cuando la madre libera sus estallidos de violencia y frustración. Ese mundo de mujeres, compuesto por las vecinas, las compañeras, la maestra que le cambia la vida (una hermosa y sensual Paula Patton), la consejera (Mariah Carrey sin una onza de maquillaje), la madre, las amigas y las mujeres que conoce en consultorios y oficinas públicas, acoge a la muchacha y la arropa, mientras el único personaje masculino (Lenny Kravitz) es el enfermero que la atiende sin compasión, con dignidad. Habría que agregar que Kravitz protagoniza la tercera película de Daniela y ha sido su apoyo principal durante estos años.
Por supuesto, por encima de todo la película es una provocación y así lo acepta su director, Lee Daniels quien en mayo pasado durante la presentación en Cannes de su película saludó al público identificándose como "Un poco homosexual, un poco europeo y un poco del gueto".

Quizás la mejor definición de esta pequeña joya sea la que la actriz Gabourey "Gabby" Sidibe, de origen senegalés y con 26 años hace de su personaje: "Llevo años viviendo en este cuerpo y la gente quiere que me odie porque no respondo a la norma, pero no se dan cuenta de que son los palillos los que son minoría. No sólo me gusta lo que veo, sino que lo amo. Yo no soy Preciosa ni ella es triste. Te sientes triste por ella. Pero para ella su vida es un triunfo".