El realizador británico Sam Mendes, esposo de la actriz Kate Winslet, estaría negociando con la Metro Goldwyn Mayer para asumir la realización del próximo episodio fílmico de la saga James Bond, según publican este miércoles Variety y Hollywood Reporter. La crisis que vive el estudio (en venta desde el pasado noviembre) ha ralentizado la producción de la entrega número 23 de las aventuras del agente británico con licencia para matar, uno de los valores más rentables de la firma del león rugiente. Sólo la precedente, "Quantum of solace" recaudó en todo el mundo 586 millones de dólares.

Se especula con el hecho de que el muy poco "experimentado" en el género de acción Mendes habría llegado al proyecto, previsto para entrar en producción el próximo junio, de la mano de Daniel Craig, quien asume por tercera vez el papel de 007 y trabajó con él en "Camino a la perdición" (2002). El también autor de "American Beauty / Belleza americana" sólo incursionó tangencialmente en el tema con su poco conocida "Jarhead-El Infierno espera / Soldado anónimo".

"Bond 23" cuenta con un guión ya listo de Peter Morgan, quien se unió al equipo ya formado por Neal Purvis y Robert Wade, coguionistas de los dos capítulos anteriores, que obtuvieron mejores críticas que los que protagonizan Pierce Brosnan por su encarnadura dramática.

La saga basada en el personaje creado por Ian Fleming es la franquicia más importante de MGM, que tiene ahora mismo en venta sus 4.000 títulos, la subsidiaria United Artists, los derechos de otra saga, la de "La pantera rosa", y la mitad de los de la próxima superproducción en dos partes de Guillermo del Toro, "The Hobbit". Todo ello podría tener un valor de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares como conjunto, aunque también podrías "trocearse", según Variety.

La última cinta de Sam Mendes fue la independiente "Un lugar donde quedarse / El mejor lugar del mundo".